La columna de Mandela y el reto que nos deja por Damián Prat C.
Hace ya unos 30 años hablé con un amigo venezolano, de origen surafricano blanco o “afrikkaner”, que se mostraba escéptico ante el futuro cambio en el indigno y espantoso sistema del apartheid porque no veía como sería viable una transformación en paz con una mayoría de población negra del 90% que podría expulsar a una minoría blanca que ya había dejado de ser europea tras varias generaciones. Eran los tiempos en que EEUU y Europa endurecían las sanciones económicas y políticas contra Suráfrica reclamando el fin del apartheid. Y muchos millones en el mundo repudiábamos con horror esa espantosa discriminación.
Poco después el cambio en la antigua Rodesia, hoy Zimbabwe, pareció darle la razón al escepticismo de mi amigo. Robert Mugabe asumió el poder para la nueva mayoría nacional en aquel país desatando una ola de odios, confiscaciones, expropiaciones, expulsiones que muchos creyeron era “justicia” y terminó en desastre, como son siempre las cosas del odio. Un país destrozado y arruinado, con hambrunas, con la peor inflación del planeta, solo “gobernado” mediante una feroz dictadura vitalicia.
Los “afrikkaners” blancos de Suráfrica terminaron por negociar cediendo el poder ante la inviabilidad de un país aislado y cercado en duras sanciones por la comunidad internacional mas la férrea resistencia interna que crecía. Y apareció, tras 30 años de infame cárcel, Nelson Mandela. Parecía fatal suponer que vendría por la venganza, la personal y la de su pueblo brutalmente maltratado. Y razones no le habrían faltado. Pero no fue así. Sorprendentemente, Mandela comprendió que su país solo sería viable y saldría del atraso contando con todos. Comenzó a hacer justicia a su pueblo sojuzgado pero sin destruir. Uniendo, perdonando, armonizando, sumando, reconciliando. Era casi como una historia bíblica tan bien retratada en el libro de John Carlin y en el filme Invictus que hoy es innecesario abundar en explicaciones.
En lugar de atizar odios y resentimientos e inventar “guerras”, insultando, dividiendo, para justificarse (y atornillarse en un poder omnipotente y vitalicio), Mandela construyó futuro y humanidad, dejándonos al resto de los habitantes del planeta un reto difícil: Emularlo al menos en un porcentaje. Incluso: Se negó rotundamente a una reelección que nadie le habría discutido pero que habría sido semilla de lo peor. Los de la falsa revolución de hoy en Venezuela no solo no hicieron la tarea sino que sin escrúpulos nos han hecho transitar el camino reaccionario del retroceso, la involución y el fracaso. Dividieron el país adrede para acumular más poder para ellos. Inventaron odios artificiales más allá de las contradicciones naturales. Pero como todas esas falsas revoluciones retrógradas, eso va a terminar más temprano que tarde. ¡Aja!. ¿Y los dirigentes y los ciudadanos de la Venezuela del cambio que harán? ¿Cobrar facturas o inspirarse en Mandela? Sin que signifique impunidad ante crímenes y corrupción, ¿seremos capaces de construir con grandeza de miras una Venezuela mejor, de progreso, de justicia social, de armonía y trabajo creador?. Hoy es un día para la reflexión.
TIP 1: NTN24. En un programa especial de NTN24Zoom con Andrea Bernal nos invitaron a debatir ayer junto a Ana Elisa Osorio y el politólogo Jiuvant Huérfano acerca de estas elecciones municipales. ¿Plebiscito? ¿Abstencionismo? Fue anoche en ese magnífico canal de noticias 24 horas de Colombia para Latinoamérica. Entiendo que el programa lo repiten hoy a las 9.30am. Los invito.
TIP 2: Sidor. Ojalá que se lograse un acuerdo satisfactorio en el que el gobierno reconozca la legitimidad del reclamo laboral y el regreso a operaciones productivas sea completo y verdadero. La división de la dirigencia sindical oficialista convirtió a Sutiss en un enredo, lo que sumado a la intransigencia destructiva del gobierno prolongó este paro por demasiado tiempo.
TIP 3: Más de Sidor. Todos esos llamados “de corazón” a “querer a Sidor” son fariseísmo si vienen de boca de la misma robo-lución que destrozó en 5 años de manejo irresponsable, abandono de inversiones, abandono de mantenimiento, corrupción e indolencia, una historia productiva de cinco décadas. En el momento en que Sidor reanude actividades productivas, lo hará en el mismo menguado 40% de su capacidad que tenía antes de la protesta. Con los mismos hornos dañados, la misma falta de repuestos e insumos, igual inseguridad industrial. ¡Eso no es “querer a Sidor”!.
TIP 4: No son sinceros un gobierno y los grupos oficialistas que reclaman “amor” a Sidor, si siguen callando el reclamo ante la desaparición en Miraflores del cheque de los 314 millones de dólares que ya se extiende por 15 meses y medio. O si se mantiene la farsa de no tener Junta Directiva asunto que ya se extiende por casi un año pero que ya ha ocurrido varias veces en este quinquenio “rojo”. O si continúa el corrupto y anti venezolano “negocio” de importar de China los tubos que Tavsa-Sidor fabricaron toda la vida. ¿Por qué los supuestos “amorosos” callan todas éstas cosas?. Tal parece que tanto “amor” es “de la boca para afuera”.
TIP 5: Leído en twitter: 1.- @amoleiro “En 2006, el chavismo le llevaba a la Unidad una ventaja de 26 puntos. Ahora no le lleva ninguna”. #NoRenunciesAVenezuelaVota8D 2.- @LuisCarlos “¿Votar no sirve? Mira cómo y cuánto le ha servido al hegemón. #NoRenunciesAVenezuelaVota8D”. 3.- @Maryepinto “Cansada de los apagones, de la ausencia de alimentos en los supermercados y el patético sistema de salud #NoRenunciesAVenezuelaVota8D”. 4.- @ChuoTorrealba “Mandela, Gandhi, Luther King, mostraron la inmensa diferencia entre pacifismo y pasividad. Lo tendremos muy presente este domingo, Madiba!”. 5.- @sergioramirezm “Difícil construir la democracia en medio del odio, la desconfianza, pero #Mandela lo hizo. Impuso con su ejemplo el perdón y la reconciliación”. 6.- @ingridbbalabu “De Mandela recordaré siempre: Un país se mide por la forma en que trata a sus presos”.
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