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El reto opositor: Unidad más allá de Caracas por José De Bastos

Zea
Hace 12 años

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De los 96 municipios en los que Henrique Capriles superó a Nicolás Maduro el pasado 14 de abril la oposición gobierna al día de hoy en apenas 40, si tomamos en cuenta a dos alcaldes del Movimiento Progresista Venezolano en Amazonas (partido y región liderada por Liborio Guarulla), que ha tenido algunas diferencias con la Mesa de la Unidad, y sumamos también al alcalde del municipio Cedeño en el estado Monagas, Pedro Emilio Briceño, aliado del ex gobernador José Gregorio “el Gato” Briceño y miembro del movimiento MiGato.

Diversas cifras se manejan sobre cuántas alcaldías controla la MUD. Según un análisis personal municipio por municipio son en total 53. Podrían ser 57 pero situaciones extraordinarias se han presentado desde 2008: en los municipios Padre Pedro Chien y Sifontes del estado Bolívar los alcaldes Aquilino Márquez y Carlos Chancellor fueron retirados, y en Lagunillas, estado Zulia, y Roscio, estado Guárico, quienes alguna vez estuvieron del lado de la oposición son hoy aliados del chavismo.

Sin lugar a dudas la elección del 8 de diciembre presenta un claro potencial de crecimiento para los sectores críticos con el Ejecutivo Nacional. El número de “alcaldías opositoras” debería duplicarse tan sólo si se repiten las cifras del 14 de abril, y podría superar las 100 en zonas donde el chavismo vaya dividido, donde el liderazgo local de algún dirigente opositor sea muy importante o en municipios donde el chavismo haya ido perdiendo fuerza progresivamente y el 8D se dé finalmente el cruce entre las fuerzas.

Pero la primera tarea, sobre todo de cara a la inminente inscripción de candidatos la segunda semana de agosto, es sellar la unidad en los mencionados 96 municipios en los que la oposición fue mayoría el 14A. Muy conocidos han sido los casos de El Hatillo o Baruta, donde podrían ir varios candidatos sin que se ponga el riesgo el triunfo opositor; el de Maracaibo donde Juan Pablo Guanipa recién renunció a sus aspiraciones; o el de la capital del país (aunque no entra en este grupo) donde Antonio Ecarri ha insistido en la necesidad de sustituir a Ismael García, abanderado de la MUD.

Sin embargo, la cosa no pinta bien en muchas otras ciudades en donde de existir unidad el triunfo luce bastante posible. El caso más alarmante, por su importancia y dificultad, es el de la alcaldía de Caroní, estado Bolívar. Quinto municipio con mayor número de electores en todo el país (por encima de Sucre, Miranda) y bastión chavista en todas las elecciones excepto en la más reciente: Capriles logró en abril apenas más de la mitad de los votos, 50,05%.

En las primarias de febrero de 2012 con hasta 13 candidatos, el vencedor fue Wilson Castro de Primero Justicia con 21,08% de los votos, poco más que Douglas Lago de UNT. 17 meses después la unidad no se ha podido sellar. Por una parte se rumorea que Lago se presentará a las elecciones en diciembre (razón por la que él mismo se separó de su partido y de la MUD), y por otro existen importantes roces entre la dirigencia de la MUD regional y el partido más fuerte en la entidad, La Causa R. Éstos últimos han criticado la ligereza con la que algunos dirigentes de Primero Justicia han tratado el tema de la corrupción en el estado, y el hecho de que los coordinadores del comando de campaña hayan defendido en su momento al empresario Yamal Mustafá, hoy detenido.

En el municipio San Francisco, estado Zulia, noveno con mayor población electoral, el diputado Julio Montoya será el candidato tras consenso de la MUD. José Luis Pirela, antiguo diputado del PPT y hoy con el Movimiento Progresista de Venezuela, ha criticado tal selección. Si bien los votos que podría quitarle al dirigente de Un Nuevo Tiempo deberían ser pocos, la alianza necesita ser perfecta para vencer en un municipio insigne en el que la oposición sólo ha ganado dos de los últimos seis procesos.

En Maracay (municipio Girardot) y Barinas queda por resolver si los candidatos serán los ganadores en las primarias, Tonny Real y José Luis Machín, o si se impone colocar a los “caballos”, Richard Mardo y Julio César Reyes, derrotados en las regionales, para sellar el triunfo.

En Maneiro (Nueva Esparta), Ureña, Independencia, Santa Ana (Táchira), Tovar (Mérida) e Independencia (Yaracuy) existen quejas sobre los candidatos de la MUD y hay planes de primarias o encuestas para resolver el conflicto antes del 8 de diciembre, y así evitar entregar el triunfo al PSUV con menos de 50% de los votos.

Casos particulares se dan en Atures (Puerto Ayacucho), estado Amazonas y en Cedeño y Acosta, estado Monagas. En ellos los candidatos electos por la MUD en primarias o por consenso no tienen el respaldo de los líderes regionales: el gobernador Guarulla ha asomado a otro candidato en la capital del estado que gobierna, mientras que el partido MiGato, del ex gobernador Briceño, espera que sus actuales alcaldes en esas dos localidades monaguenses sean reelectos, hecho que rechazan los abanderados opositores en las localidades, elegidos antes de la ruptura entre los “gateros” y el PSUV.

Si bien es cierto que luego de pasadas las fechas de inscripción de candidatos hay tiempo para retiro de los mismos, para que la Mesa de la Unidad consiga 100 o más alcaldías el 8 de diciembre es necesario que además de un candidato único exista un comando de campana unificado y un amplio esfuerzo de todos los factores, sobre todo en municipios en los que la ventaja obtenida en abril pasado podría ser fácilmente remontable.

@JDeBastos

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