Pompeyo Márquez en un reciente artículo resaltaba los pasos desacertados dados por el Gobierno para entrar a MERCOSUR, dejando de lado a sus aliados naturales de la Comunidad Andina de Naciones: Bolivia, Ecuador, Perú y Colombia, con quienes se negociaba la incorporación de bloque a bloque. Destaca Pompeyo, que al abandonar esos mecanismos de integración “Venezuela dio inicio a una larga marcha para ingresar por la cocina, a raíz de la expulsión del Paraguay”
La reunión Cumbre de Montevideo no supo enfrentar la crisis con el nuevo Presidente electo del Paraguay, por lo que el resultado fue que ese país se negara a incorporarse durante la Presidencia de Venezuela por considerar que se violaron las disposiciones del Acuerdo de Asunción, lo que genera interrogantes sobre el futuro del Acuerdo Regional.
En vez de utilizar la vía diplomática bilateral para pulir las relaciones tormentosas dejadas por el propio Canciller Maduro en su viaje a Asunción en defensa de Lugo y su fracasada reunión con los militares de ese país, los países del Mercado Común del Sur para permitir el ingreso de Venezuela, decidieron suspender al Paraguay – uno de los socios fundadores- con lo que se violó lo dispuesto por el Tratado Constitutivo, y produjo una crisis institucional.
También resulta desacertada la reciente designación del Ministro de Defensa Molero -tercer Embajador Militar que presenta sus cartas credenciales en Brasil – país clave de MERCOSUR- ya que ello constituye una opción diplomática que no parece conveniente tratándose de un militar que se pronunció por unas Fuerzas Armadas politizadas y enfrentadas a la oposición, ante una Presidenta como Dilma Rousseff que sufrió la persecución de Gobiernos militares politizados en su país. Con esa designación se desaprovecha además, una valiosa oportunidad puesto que en momentos en que Venezuela asume la Presidencia Pro Tempore, lo lógico hubiera sido nombrar a un especialista en temas de integración para sacar provecho y avanzar en la construcción del “Merconorte” en el que empresarios y trabajadores venezolanos podrían beneficiarse de la cercanía del Norte de Brasil.
La Presidencia Pro Tempore en vez de incluir en la agenda los temas económicos, financieros e institucionales para tratar los problemas centrales, decide darle un giro político a la reunión y tratar el tema de Snowden -que ya se había acordado en otros encuentros de ALBA, UNASUR, OEA – por lo que resultaba innecesario volver a repetir los mismos discursos. Los enfrentamientos con España, Italia, Portugal y Francia, ponen una dificultad adicional a las negociaciones de integración con el Mercado Común Europeo; que se suman al freno dado en el pasado a los TLC con Estados Unidos y Canadá. Es por ello que los ojos están puestos en nuevas iniciativas como el Pacto del Pacifico propiciado por México, Chile, Perú y Colombia. Todo ello nos hace constatar que debido a sucesivas torpezas, los miembros del Club de Amigos del Sur se preparan para una Presidencia Pro Tempestad.
