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Yerno de Edmundo González cumple 100 días “de desaparición forzada por detención arbitraria”

Mariana González, hija de Edmundo González Urrutia, denunció que este 17 de abril, jueves santo, se cumplen 100 días de la “desaparición forzada por detención arbitraria” de su esposo, Rafael Tudares Bracho.

En una misiva publicada en la red social X, expresó que cada día sin su esposo, “es una carga pesada y dura”, pero que ha mantenido la fortaleza y determinación en el ejemplo “que nos dio Jesús al cargar la cruz que sostuvo durante su vía crucis”.

“En cierta forma, todos los familiares de víctimas de desaparición forzada y detenciones arbitrarias, llevamos el peso de una cruz, de incertidumbre y dolor, pero también la esperanza de que la verdad y la libertad prevalecerán”, sostuvo.

Dijo que mantiene su fe de que un día sabrá la verdad sobre el paradero y situación de su esposo, detenido el pasado 7 de enero cuando iba hacia a la escuela de sus hijos para dejarlos por el inicio de clases. En ese momento, hombres encapuchados, vestido de negro lo montaron en una camioneta color dorado, placa AA54E2C y se lo llevaron, según la denuncia de Edmundo González aquel día. Todo ocurrió a tres días de la investidura de Nicolás Maduro, cuando se esperaba que Edmundo González Urrutia llegara al país.

“Hoy alzo mi voz por Rafael y por todas las personas que han sido víctimas de situaciones de desaparición forzada por detenciones arbitrarias. No podemos permitir que el silencio y la ausencia nos consuma. Exigimos justicia, dignidad, verdad y que aparezcan con vida quienes, como Rafael, todavía no han aparecido. Sigamos luchando juntos teniendo presente que la fe y la memoria son nuestras mejores herramientas para alcanzar la verdadera justicia y libertad”, concluyó Mariana González de Tudares.

Patrón poselectoral

El pasado 14 de abril, Edmundo González relató en su cuenta en X el padecer de sus nietos por la situación.

“Mis nietos vieron cómo hombres armados, encapuchados, se llevaban a su papá, luego de bajarlos del carro y dejarlos en la calle. Desde ese día no lo han vuelto a ver. Pesadillas, incertidumbre y la pregunta permanente ¿y cuándo va a volver mi papá? Siempre se quedan sin respuesta. Esta tragedia la vive mi hija y toda la familia. Todos queremos saber dónde y cómo está Rafael Tudares”, exigió.

A finales de febrero de 2025, el Grupo de Trabajo sobre Desapariciones Forzadas de la Organización de las Naciones Unidas y la Corte Interamericana de Derechos Humanos instaron al Estado a informar paradero y situación de víctimas de esos hechos.

Los expertos denunciaron que “ante instituciones nacionales parcializadas y disfuncionales, las víctimas recurren cada vez más a mecanismos internacionales para conocer la verdad sobre la suerte y el paradero de sus seres queridos, prevenir cualquier daño irreparable a su vida e integridad personal y buscar reparación”.

Resaltaron además que las denuncias y recursos de habeas corpus intentados por ONG, familiares y abogados no están siendo procesados, y en ocasiones, ni siquiera aceptados.

"En cierta forma, todos los familiares de víctimas de desaparición forzada y detenciones arbitrarias, llevamos el peso de una cruz, de incertidumbre y dolor", dijo la esposa de Rafael Tudares
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Mariana González, hija de Edmundo González Urrutia, denunció que este 17 de abril, jueves santo, se cumplen 100 días de la “desaparición forzada por detención arbitraria” de su esposo, Rafael Tudares Bracho.

En una misiva publicada en la red social X, expresó que cada día sin su esposo, “es una carga pesada y dura”, pero que ha mantenido la fortaleza y determinación en el ejemplo “que nos dio Jesús al cargar la cruz que sostuvo durante su vía crucis”.

“En cierta forma, todos los familiares de víctimas de desaparición forzada y detenciones arbitrarias, llevamos el peso de una cruz, de incertidumbre y dolor, pero también la esperanza de que la verdad y la libertad prevalecerán”, sostuvo.

Dijo que mantiene su fe de que un día sabrá la verdad sobre el paradero y situación de su esposo, detenido el pasado 7 de enero cuando iba hacia a la escuela de sus hijos para dejarlos por el inicio de clases. En ese momento, hombres encapuchados, vestido de negro lo montaron en una camioneta color dorado, placa AA54E2C y se lo llevaron, según la denuncia de Edmundo González aquel día. Todo ocurrió a tres días de la investidura de Nicolás Maduro, cuando se esperaba que Edmundo González Urrutia llegara al país.

“Hoy alzo mi voz por Rafael y por todas las personas que han sido víctimas de situaciones de desaparición forzada por detenciones arbitrarias. No podemos permitir que el silencio y la ausencia nos consuma. Exigimos justicia, dignidad, verdad y que aparezcan con vida quienes, como Rafael, todavía no han aparecido. Sigamos luchando juntos teniendo presente que la fe y la memoria son nuestras mejores herramientas para alcanzar la verdadera justicia y libertad”, concluyó Mariana González de Tudares.

Patrón poselectoral

El pasado 14 de abril, Edmundo González relató en su cuenta en X el padecer de sus nietos por la situación.

“Mis nietos vieron cómo hombres armados, encapuchados, se llevaban a su papá, luego de bajarlos del carro y dejarlos en la calle. Desde ese día no lo han vuelto a ver. Pesadillas, incertidumbre y la pregunta permanente ¿y cuándo va a volver mi papá? Siempre se quedan sin respuesta. Esta tragedia la vive mi hija y toda la familia. Todos queremos saber dónde y cómo está Rafael Tudares”, exigió.

A finales de febrero de 2025, el Grupo de Trabajo sobre Desapariciones Forzadas de la Organización de las Naciones Unidas y la Corte Interamericana de Derechos Humanos instaron al Estado a informar paradero y situación de víctimas de esos hechos.

Los expertos denunciaron que “ante instituciones nacionales parcializadas y disfuncionales, las víctimas recurren cada vez más a mecanismos internacionales para conocer la verdad sobre la suerte y el paradero de sus seres queridos, prevenir cualquier daño irreparable a su vida e integridad personal y buscar reparación”.

Resaltaron además que las denuncias y recursos de habeas corpus intentados por ONG, familiares y abogados no están siendo procesados, y en ocasiones, ni siquiera aceptados.

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