Falta de cifras oficiales sobre trata en Venezuela “podría desbalancear” datos de Latinoamérica

La trata de personas es el tercer delito más lucrativo del mundo, después del tráfico de armas y de drogas, con el agravante de que una mujer puede ser explotada múltiples veces
Este viernes, 24 de noviembre, la Clínica Jurídica de la Facultad de Derecho de la UCAB llevó a cabo las XIII Jornadas de No Violencia Contra la Mujer, actividad en la que se pasó revista sobre las cifras en materia de trata de personas.
La situación de deterioro económico y social que sufre Venezuela ha agravado las condiciones que facilitan la explotación sexual y tráfico de personas, especialmente de mujeres, adolescentes y niñas venezolanas.
Estefanía Mendoza, coordinadora de la ONG Mulier aseveró que, según los cálculos que hacen, las cifras de venezolanas víctimas de las redes de trata de personas son tantas que «podrían desbalancear» las actuales tablas que recogen la data de América Latina.
Precisó que el año pasado, 1.390 personas de nacionalidad venezolana fueron rescatadas de redes de trata en 25 países y de ellas 284 eran niñas y adolescentes.
«Más de 3.000 mujeres venezolanas han sido rescatadas desde que hacemos este seguimiento», informó Mendoza, y advirtió que esos números están muy por debajo de la realidad.
La abogada habló de cifras concretas que apuntan al agravamiento de la situación de trata de personas, delito que, insistió, es de difícil persecución judicial porque la cadena de actividades involucradas está desagregada.
Como ejemplo, mencionó el transporte de niñas, adolescentes y mujeres que se hace a través de peñeros desde Güiria hacia Trinidad y Tobago, y que los transportistas se ven a sí mismos como prestadores de ese servicio y no como partícipes de este delito internacional, que comienza con la captación.
Tercer delito más lucrativo en el mundo
Mendoza indicó que la trata de personas es el tercer delito más lucrativo del mundo, después del tráfico de armas y de drogas, con el agravante de que una mujer puede ser explotada múltiples veces, de allí que el 60% de las personas víctimas de este delito son mujeres y niñas.
En el caso concreto de la situación que se vive en el Arco Minero del Orinoco, reconoció la labor del Centro de Derechos Humanos de la UCAB y su extensión UCAB Guayana, que han venido levantando data sobre la esclavitud moderna, circunstancia que está afectando «de forma diferencial y terrible a la mujer indígena».
También, Estefanía Mendoza llamó la atención sobre los mecanismos de captación de más víctimas para estas redes. Dijo que hay más detenciones de mujeres que, buscando zafarse ellas mismas de esa explotación, participan en nuevos reclutamientos.
Alertó sobre le necesidad de que se socialicen más los peligros implícitos en las redes sociales como vías para la captación de víctimas y existen muchos disfraces para esa labor, desde las falsas relaciones románticas, hasta ofertas engañosas de empleos, becas de estudio y reunificación familiar en el extranjero, que tienen detrás toda una red de tráfico y explotación sexual.
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