Día del Alzheimer: aislamiento social y sedentarismo pueden deteriorar el cerebro - Runrun
Día del Alzheimer: aislamiento social y sedentarismo pueden deteriorar el cerebro
No existe una cura contra el alzheimer, una enfermedad neurodegenerativa que afecta la memoria y otras funciones cognitivas hasta hacer que la persona pierda su autonomía e independencia
Con el paso de los años, una de cada tres personas desarrolla alteraciones de la función cognitiva, muchas veces reversible
Un especialista explica que la escolaridad se ha establecido como un factor protector o de riesgo para cualquier tipo de deterioro cognitivo: si estudiamos poco, podemos estar menos protegidos de desarrollar una afectación como el alzheimer
Para mantener el «árbol cerebral» en las mejores condiciones hay que cuidar la salud física y psiquiátrica, vigilar la alimentación, cuidar el sueño, y cultivar vínculos sociales y la espiritualidad
Cada vez que se hace actividad física, mejora la neuroquímica cerebral y la producción de sustancias que dan más iniciativa, mejoran el humor, mantienen al cerebro alerta y ayudan en las funciones de memoria y aprendizaje

Por: @MrsYaky

 

Cada 21 de septiembre, se celebra el Día Mundial del Alzheimer,  para promover la atención de las necesidades de las personas que viven con esta condición e insistir en el desarrollo de tratamientos y terapias contra la enfermedad.

Según datos de la Fundación Alzheimer de Venezuela, actualmente, en el país unas 200.000 personas viven con demencia y se prevé que la cifra se triplique para el 2050. 

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la enfermedad de Alzheimer es la forma más común de demencia y puede contribuir al 60-70% de los casos en todo el mundo.

Ciro Gaona, director médico de la Fundación Alzheimer y neurólogo, diferenció en entrevista radial los tipos de demencia.  Precisó que los trastornos cognitivos pueden ser leves, cuando la persona es independiente, y que se habla de demencia o trastorno cognitivo mayor cuando la persona desarrolla grados de dependencia progresiva. 

El alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa, que se caracteriza por la pérdida de la memoria y de otras funciones, hasta el punto de que la persona afectada pierde la autonomía, independencia y necesita del cuidado y supervisión de un cuidador.

Las personas con demencia pueden perderse en lugares familiares, experimentar cambios bruscos de humor, olvidar palabras sencillas y sufrir un deterioro de la memoria a corto plazo.

¿Qué causa el alzheimer?

El cerebro pesa más de kilo y medio y dura toda la vida: no lo podemos sustituir en el transcurso de ella.

Gaona explica que el único órgano que se puede comparar con el cerebro es el Universo. «Nacemos con casi 100 mil millones de neuronas y las seguimos produciendo, no al mismo nivel, con el paso del tiempo. Nuestras neuronas tienen nuestra edad más el tiempo que estuvimos en el tiempo materno, ¿qué célula te dura tanto tiempo?», comentó.

Con el paso de los años, una de cada tres personas desarrolla alteraciones de la función cognitiva, muchas veces reversible, precisa. 

No se ha precisado una causa única del alzheimer, por lo que se considera una condición multifactorial. La prestigiosa Clínica Mayo de Estados Unidos describe que el alzheimer implica un deterioro en el funcionamiento de las proteínas del cerebro. Esta alteración interrumpe el trabajo de las neuronas, que pierden conexiones entre sí hasta que mueren. 

«En la mayoría de los casos, la enfermedad de Alzheimer es consecuencia de una combinación de factores genéticos, ambientales y del estilo de vida que afectan el cerebro a lo largo del tiempo. Menos del 1 % de las veces, la enfermedad de alzheimer ocurre por cambios genéticos específicos», explican. 

Un reciente estudio publicado en la revista Nature Genetics, asoció 42 genes adicionales con la enfermedad de Alzheimer. En el estudio de ocho países, se observó el material genético de 111.000 personas con alzheimer. 

La investigación identificó 75 genes que aumentaban el riesgo de desarrollar la enfermedad, entre ellos, 42 que antes no se habían asociado. 

 

Factores de riesgo para alzheimer

Según la Clínica Mayo, los factores de riesgo más comunes para la enfermedad son:

  • Edad avanzada (a partir de los 65 años es más común encontrar el diagnóstico)
  • Antecedentes familiares y genética: El riesgo es mayor si un familiar de primer grado (padre o hermano) tiene la enfermedad
  • Síndrome de Down
  • Sexo femenino
  • Tener un deterioro cognitivo leve
  • Haber sufrido un traumatismo craneal grave
  • Consumo excesivo de alcohol
  • Patrón de sueño deficiente
  • Falta de ejercicio, obesidad, presión arterial alta, fumar o ser fumador pasivo, colesterol alto y diabetes tipo 2 mal controlada

 

Señales tempranas de alzheimer

La OMS indica que el deterioro de la memoria, el pensamiento, el comportamiento y la capacidad para realizar actividades cotidianas son síntomas cardinales del alzheimer.

En conversación con Unión Radio, el neurólogo Ron Torrealba enumeró las señales de alarma que se han establecido internacionalmente y que pudieran sugerir síntomas tempranos de Alzheimer.

Las más distinguibles, según enumeró, son las siguientes: 

Cambios en la memoria reciente, que alteren la capacidad del individuo de tener una vida normal.

Incapacidad para planificar, resolver problemas concentrarse.

Incapacidad para desarrollar labores cotidianas que hace habitualmente en el trabajo u hogar.

Episodios de desorientación en su propio hogar, como por ejemplo, ir al baño en lugar de la cocina.

Problemas para encontrar las palabras, para explicar algo que piensa

Pérdida de objetos personales, lo que se relaciona con la afectación de la capacidad de obtener información nueva y evocarla  después en tiempo corto 

Cambios en el humor, personalidad, disminución del interés en realizar tareas que antes le interesaban a la persona, como hobbies o distracciones

El neurólogo aclaró que tener alzheimer no es solo perder la memoria, de allí que los síntomas sean tan diversos. 

«Hay muchos dominios cognitivos y muchas alteraciones en las funciones cerebrales de pacientes con alzheimer, que entorpecen su individualidad e independencia cotidiana. Cuando se entiende que la persona no puede estar sola, hacer una transacción, salir sin desorientarse, o comienzan a quemar los alimentos en la cocina al prepararlos, ya se debería tomar en consideración acudir a a un neurólogo para hacer la evaluación respectiva», sugirió.

 

Entretanto, el doctor Gaona detalló que la última memoria que se pierde es la de rutina y hábitos.

¿Hay tratamiento para revertir o detener la enfermedad?

Torrealba recuerda que no existe una cura contra el alzheimer, pero que hay al menos 130 ensayos clínicos en progreso en todo el mundo que procuran buscarla.

No obstante, sí existen tratamientos para atender sus síntomas, así como terapias de apoyo tanto al familiar como al cuidador, este último muchas veces olvidado en el transcurso de lo que es una dura enfermedad. 

«Los tratamientos son para los síntomas, no curan, pero sí pueden ralentizar y enlentecer los síntomas para tener mejor calidad de vida. Y muchas veces olvidamos al cuidador, que pasa a ser otro paciente más. Por eso, es importante el apoyo precoz y se pide que el diagnóstico temprano de Alzheimer sea considerado un derecho humano, por la carga social, afectiva, emocional y el peso tan considerable que supone un diagnóstico de este tipo para cualquier familia en el mundo», apuntó. 

La Fundación Alzheimer de Venezuela enfatizó en la necesidad de que la atención tras un diagnóstico como el de demencia sea reconocida como un derecho humano.

«El tratamiento, la atención y el apoyo planificados tras el diagnóstico de la demencia son vitales para mejorar la calidad de vida de las personas con demencia y de quienes las cuidan», se lee en una publicación en Instagram. 

¿Se puede prevenir el alzheimer?

A pesar de que no se ha determinado que ciertos factores de riesgo como obesidad, sedentarismo, aislamiento social, depresión, enfermedades como hipertensión o diabetes sin control pudieran acelerar o impactar directamente en quién desarrollará o no la enfermedad, un estilo de vida saludable pudiera ser preventivo hasta cierto punto, acota Torrealba.

Aunque no se pueda asegurar el impacto de estas medidas en frenar las alteraciones del cerebro, sí está descrito que promover una vida saludable, evitar el aislamiento social y atender la salud mental redundan en enfermarse menos. 

Otro factor que se ha descrito como protector o de riesgo es la escolaridad, explica el especialista: si estudiamos poco, podemos estar menos protegidos de desarrollar una afectación cognitiva como el alzheimer. 

Por su parte, el neurólogo Ciro Gaona insistió en que las neuronas se pueden cuidar con seis pilares fundamentales:

  1. Cuidado de la salud física
  2. Cuidado de la alimentación
  3. Cuidado del sueño
  4. Cuidado de la salud psiquiátrica, 
  5. Cultivar el vínculo social: compartir, no aislarse
  6. Cultivar la actividad física, mental y espiritual

Estas son recomendaciones para mantener al árbol cerebral en las mejores condiciones posibles, aunque no es una garantía del 100%. «A pesar de que hagamos todo lo que hagamos, pueden generarse enfermedades», advirtió.

Insistió en que el cerebro que se aísla, se deteriora y que la actividad física también juega un papel fundamental para cuidar el cerebro, y no por simple percepción. 

«Cada vez que te mueves, produces nuevas neuronas, tus neuronas están en mejores condiciones, te conectas mejor y mejora tu neuroquímica cerebral. Mejoras dopamina, que te da iniciativa, motivación, deseos de vivir. Mejoras serotonina, que cuando está baja te da depresión,  ansiedad, irritabilidad . También, se mejora la noradrenalina, que te mantiene alerta, y se mejora la acelticolina, que te da memoria y aprendizaje», detalló.

Por último, destacó que la espiritualidad también es un factor importante: «Orar, rezar, meditar, cultivar la compasión, la sonrisa y el agradecimiento marcan una pauta enorme en la protección cerebral», concluyó Gaona.

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