Amnistía Internacional denuncia que la pandemia agrava la desigualdad y los abusos en América - Runrun
Amnistía Internacional denuncia que la pandemia agrava la desigualdad y los abusos en América
Según Amnistía Internacional, en Chile, Cuba, Bolivia y Venezuela la COVID-19 se utilizó como excusa para seguir atacando los derechos a la libertad de expresión

Con más de 54 millones de casos y 1,3 millones de muertes, América se ha convertido en el epicentro de la pandemia y afronta hoy una segunda ola que amenaza con ser igual o más virulenta que la primera. Los países se apresuran a vacunar al personal de salud, que sigue en primera línea de la batalla pese a lamentar numerosas víctimas: al menos 10.558 trabajadores y trabajadoras de este sector en la región fallecieron por la covid-19 hasta el 5 de marzo de 2021.

La situación precaria del continente americano en relación con los derechos humanos se ha visto “exacerbada” durante la pandemia y los abusos se volvieron todavía más evidentes en una crisis que trasciende más allá de lo sanitario, según el informe anual de Amnistía Internacional presentado este miércoles. 

“Lo que la COVID-19 ha venido a revelar es cómo aquellos grupos históricamente marginados en el continente, como consecuencia de las desigualdades, el abandono y los abusos sufridos durante décadas, quedan en una mayor exposición al impacto de la COVID-19, no solo en términos de contagio y muertes”, explicó a EFE Erika Guevara, directora para las Américas de Amnistía Internacional (AI).

El informe expone la situación de los derechos humanos de 21 países del continente. Además, incluye un análisis final de las tendencias y de los temas de mayor impacto, en este caso recogiendo la situación de 2020 y lo que va de 2021.

Según el documento, al comenzar el año pasado América era la región más desigual del mundo, situación que solo empeoró con la pandemia, al caer en la pobreza otros 22 millones de personas y 8 millones en la pobreza extrema.

Sin embargo, el hambre, la pobreza y la muerte por coronavirus son tan solo la parte más visible de una pandemia que ahondó en las vulneraciones de los derechos humanos y exacerbó las condiciones de desigualdad y opresión de muchas personas del continente.

Aunque AI sostiene que la pandemia podría ser incluso una oportunidad para que los gobernantes cambiaran el rumbo y se diese un cambio paradigmático, “parece que nuestros gobiernos no aprenden de sus errores”, indicó Guevara.

“La COVID-19 exacerba las condiciones de desigualdad, de protección, de vulneración del ejercicio de derechos humanos, etcétera, precisamente por las fallas estructurales, por la negligencia de los Estados y por la falta de inversión publica en el acceso a derechos fundamentales, entre muchos otros elementos”, citó.

“Con mucha preocupación vemos cómo algunos gobiernos en el continente respondieron a la pandemia con una mezcla de negacionismo, oportunismo y desprecio a los derechos humanos”, dijo Guevara, quien insistió en situaciones alarmantes de varios países.

Por ejemplo, en territorios como El Salvador y República Dominicana fueron más las personas detenidas que las contagiadas durante el mismo periodo.

En otros como Chile, Cuba, Bolivia o Venezuela la COVID-19 se utilizó como excusa para seguir atacando los derechos a la libertad de expresión y la asamblea pacífica.

La violencia contra las mujeres, los ataques a periodistas y defensores de derechos humanos o las agresiones discriminatorias por motivo de clase, color de piel u orientación o preferencia sexual persistieron y aumentaron en cantidad, dando lugar a una furia social contenida con la excusa de la cuarentena por la COVID-19.

*Con información de EFE