Ennio Morricone y su carta de despedida - Runrun
Jul 06, 2020 | Actualizado hace 4 años
El famoso compositor de bandas sonoras falleció a los 91 años en Italia 

 

Ennio Morricone, laureado compositor italiano, autor de algunas de las bandas sonoras más famosas y emblemáticas de la historia del cine, falleció en la madrugada de este lunes a los 91 años de edad en un hospital de Roma por complicaciones luego de una cirugía a la que se sometió, tras sufrir una caída reciente en la que se fracturó una pierna, informó su abogado Giorgio Assumma. 

Ennio Morricone fue el compositor del emblemático spaguetti western «Il buono, il brutto, il cattivo» («El bueno, el malo y el feo») y de bandas sonoras de clásicos de mafiosos de Hollywood como «The Untouchables» («Los intocables») y la épica «Once upon a time in America» («Érase una vez en América»).

A los pocos minutos de haberse dado a conocer el fallecimiento, las puertas de la clínica Campus Bio Médico de la capital romana se llenaron de prensa; ante esto el abogado y amigo del compositor, Giorgio Assumma, salió para leer una curiosa carta de despedida de Ennio Morricone.

«Yo, Ennio Morricone, he muerto». Así empieza una carta escrita por el famoso compositor italiano para despedirse de sus familiares y amigos y en la que «renueva» su amor a su esposa, María.

«Yo, Ennio Morricone, he muerto. Lo anuncio así a todos los amigos que siempre me fueron cercanos y también a esos un poco lejanos que despido con gran afecto.

Pero un recuerdo particular es para Peppucio y Roberta, amigos fraternos muy presentes en estos últimos años de nuestra vida. Hay sólo una razón que me empuja a despedirme de este modo y a tener un funeral privado: no quiero molestar.

Saludo con mucho cariño a Ines, Laura, Sara, Enzo y Norbert por haber compartido conmigo y con mi familia gran parte de mi vida. Quiero recordar con amor a mis hermanas Adriana, Maria y Franca y sus seres queridos y hacerles saber cuánto las quise. Un saludo lleno, intenso, profundo a mis hijos Marco, Alessandra, Andrea y Giovanni, mi nuera Monica y a mis nietos, Francesca, Valentina, Francesco y Luca.

Espero que entiendan cuánto los he amado.

Por último María (pero no última). A ella renuevo el amor extraordinario que nos ha mantenido juntos y que lamento abandonar.

A ella es mi más doloroso adiós.