¡Diviértete Kike! por Mari Montes
¡Me da tanto gusto saber que abrirás la vigésima cuarta temporada en Cleveland!. Así son los duendes del beisbol, empeñados siempre en ganarle a cualquier invento de los escritores. El beisbol siempre es mejor.
Tenía que ser ahí, tiene que ser ahí, en ese escenario que por siempre recordará tu magia, tu entrega, al muchacho habilidoso, versátil y elegante que se hizo una leyenda del campo corto. Inevitablemente te recuerdan cuando ven a Asdrúbal Cabrera lucirse, no olvidan cuando dejabas fuera a dos hombres en combinación con Roberto Alomar, que ya está en el Salón de la Fama mientras tu sigues uniformado. ¡Eran tan increíbles!. No parecía posible que dos seres humanos fuesen capaces de hacer aquellas jugadas, y además hacerlas a cada rato.
A veces parecía que no tocaban la pelota, no sé, tu la pasabas como si tuvieras en la mano una raqueta invisible y se la lanzabas a Alomar, era una coreografía perfecta y se veía facilito…
Creo que esta es, por lo menos, la cuarta vez que te cuento que el poeta Adriano González León me dijo en la barra de “Le Coq d’or” que verte jugar en el short stop era como ver a un príncipe medieval en un baile. Yo le decía que eras un bailarín excepcional y pensaba en Nureyev. Es que me quedaron grabadas montones de jugadas tuyas. Pero sobre todo una foto que vi en Cooperstown “Vizquel’s Ballet”, con el uniforme de los Indios, suspendido en el aire, como flotando…
¡Iniciarás en Cleveland, qué buen libreto!
Y seguirás haciendo historia cada vez que aparezcas; se que no piensas en eso, que sinceramente estás enfocado en esta temporada, en mantenerte saludable para ayudar al equipo, ser útil dónde sea y seguir divirtiéndote.
Es una discusión que he tenido con buenos amigos que creen que con tu estatura no has debido ir a Dunedin a pelear un puesto como si fueras un novato, que tu jerarquía no era para aceptar una invitación sin compromiso. Pero lo hablamos, desde que aceptaste la propuesta, contento, inquieto, lo tomaste, ni siquiera como un reto, no es que estuvieras seguro de hacer el equipo, pero nunca viste empinada la cuesta, me dijiste “mi cuerpo me responde, no veo la edad como una limitación sino como un plus”. Y así te fuiste al campo de entrenamiento, con el compromiso que tienes contigo y las ganas de un novato. Lo tomaste como un privilegio, humildemente, pero confiado y enfocado. Visto ahora no hay quien discuta que estás haciendo lo que quieres porque puedes y lo que importa es el próximo juego.
¡Y además de terminar con .417, te despides con jonrón, no te digo, que ese guión quedó muy bueno!
Vendrán turnos para mover los corredores, para dar más imparables y seguir escalando en la lista de los más hiteadores, te irás enterando, te llamaremos desde aquí para comentar cómo va la temporada, a quién superaste, cuantos doble plays llevas, veces al bate…tu mientras tanto diviértete y sigue dedicando un ratico a tus seguidores de twitter, entre quienes me cuento, porque es grato leerte.
Ten presente cuánta falta hace tu optimismo y tu ejemplo de perseverancia, lo bien que nos hacen las buenas noticias de la tropa que encabezas.
Por aquí habrá que seguir escribiendo de ti, cada vez que aparezcas habrá que sumar un número más en una historia de hombre de beisbol que conmueve, sobre todo porque la hemos visto, ha transcurrido ante la mirada de poco más de dos generaciones y para privilegiados como yo, desde que comenzó tu leyenda en los pasillos del “Francisco Espejo” donde Ángel y Rubén decían que serías un grandeliga prodigioso.
Así que en unas horas escucharás tu nombre por el audio interno del Jacob Field, una vez más, porque los duendes del beisbol son así, tienen esos detalles con los tipos como tú, a quienes admiran porque también hacen magia y sonríen.
¡Qué te vaya bien Kike! Diviértete en Cleveland, que por ahí andan diciendo que es tu “último Día Inaugural”, pero la verdad, yo no me atrevo a decir eso, contigo y con los duendes no se sabe…