Los suministros fueron arrojados a la basura porque supuestamente estaban en mal estado
El gobierno de Curazao manifestó vergüenza por la destrucción de 250 toneladas de ayuda humanitaria destinadas para Venezuela, enviadas desde Estados Unidos y Puerto Rico.
Según el artículo de NOS Curazao, los suministros se almacenaron en cobertizos que fueron alquilados por el gobierno de Curazao, pero nunca llegaron a su destino.
Ante esta situación, vale resaltar algunos puntos para entender cómo fue el proceso de la pérdida de esta ayuda, que nunca salió de Curazao
Como se recordará, el gobernante Nicolás Maduro cerró las fronteras para evitar que la ayuda humanitaria de Estados Unidos entrara en el país.
De acuerdo con el texto, el gerente de pilotos arrojó los suministros a la basura porque supuestamente estaban en mal estado.
Lo anterior era necesario porque Maduro no quería saber nada sobre la ayuda humanitaria de EEUU; el buque de carga con tuvo que regresar a Curazao bajo amenaza de violencia.
Comido por alimañas
Venex solicitó a Curazao en agosto que le diera a los suministros de socorro un nuevo destino en Curazao. También en la isla la necesidad es alta entre los llamados venezolanos, que a menudo se quedan allí ilegalmente.
Sin embargo, no hubo respuesta y, por lo tanto, el gerente del piloto sacó sus conclusiones cuando no se pagó la factura y los bichos comieron la comida.
Limite el daño de la imagen
Curazao facilitó dos flujos de bienes de ayuda humanitaria a través de su territorio: bienes del gobierno de EE. UU. A través de la agencia de ayuda de USAID y bienes recolectados por ciudadanos en los EE. UU. Y Puerto Rico, en solidaridad con los venezolanos.
Además, los productos de USAID se enviaron a través de Panamá poco después, porque la frontera entre Curazao y Venezuela permaneció cerrada.
En consecuencia, el gobierno de Curazao está tratando de limitar el daño de la imagen al colocar el error con Venex. Esa organización no habría seguido las reglas.
A pesar de lo anterior, Venex no quiere asumir ninguna responsabilidad porque no era el dueño de los suministros de socorro.
