Delincuencia amenaza turismo y pesca en el estado Sucre
Delincuencia amenaza turismo y pesca en el estado Sucre

“LA VIOLENCIA DELINCUENCIAL ha penetrado territorios con tradición pesquera, turística y agrícola en el estado Sucre durante los últimos 15 años”, así lo señaló el coordinador del Observatorio Venezolano de Violencia Sucre, Jesús Subero, durante la presentación de la ponencia “Violencia y Territorios Delictivos en el estado Sucre”; presentada en la sala de postgrados de la Facultad de Arquitectura y urbanismo de la Universidad Central de Venezuela.

La participación sucrense se logró en atención a la invitación realizada por el OVV Región Capital, coordinado por Iris Rosas, al Foro “Impacto de la Violencia en el Territorio y Ciudadanía”, el cual contó con la bienvenida, a cargo del decano de la facultad de arquitectura y urbanismo de la UCV Gustavo Izaguirre, así como el coordinador del OVV Lara Carlos Melendez, quien formó parte del panel de especialistas, junto a la representante nacional del OVV Gloria Perdomo.

Subero indicó que el estado Sucre se ubicó en el séptimo lugar de homicidios en todo el país en 2017, al reportar 81 muertes violentas por cada 100 mil habitantes de acuerdo al estudio realizado por el OVV Sucre.

En el análisis histórico, destacó el movimiento migratorio de las bandas delincuenciales, que operaban en el centro del país, las cuales realizaban desplazamientos hacia el oriente para evadir la captura de los cuerpos de seguridad del Estado, pero en la actualidad, se han convertido en bandas delictivas que controlan cada uno de los 15 municipios.

Como consecuencia de esta situación, delitos como la piratería de mar han evolucionado para alterar los horarios de faena en las penínsulas de Paria, con marcada organización criminal y en Araya, donde se producen enfrentamientos entre la población que habita en extrema pobreza.

Los piratas no sólo se roban los motores y enseres de pesca prácticamente a diario, sino que también cometen homicidios en la noche y madrugada, razón por la que los pescadores se han limitado a cumplir sus faenas a plena luz del día y más cerca de la costa, con graves consecuencias como el empobrecimiento productivo, familiar y social; debido a la limitada oferta para el consumo de la población.

“Las condiciones costeras fronterizas, sumadas al poco control de las autoridades responsables de la vigilancia de ambas penínsulas, han facilitado la incidencia delictiva y criminal como un hecho común para sus pobladores, es decir, la acción de los cuerpos de seguridad marítima se ha limitado al patrullaje en lanchas y un helicóptero que sobre vuela hasta el lugar donde alcance el combustible” añadió el coordinador del OVV Sucre.

Por otra parte, dentro del análisis de las nuevas formas de violencia, Subero se refirió a los constantes asaltos en carreteras como un hecho común en todos los accesos del estado Sucre, pero mayormente en la troncal 9 de la carretera nacional (desde Puerto La Cruz en el estado Anzoátegui, hasta Güiria en Sucre).

Son constantes las manifestaciones en reclamo a los alimentos y medicinas, debido a la crisis humanitaria del país, pero sobre todo, por la escasez de tratamiento para enfermedades como el paludismo. Sin embargo, los delincuentes han aprovechado la oportunidad para saquear vehículos particulares, camiones de carga alimenticia y comercial a cualquier hora del día, con mayor énfasis en el eje costero Cumaná –Arapo- Puerto La Cruz y el sector Muelle de Cariaco en el municipio Ribero.

“Esta situación ha facilitado el crecimiento de la violencia en Cumaná, (primera ciudad fundada en el Continente americano hace 502 años) y otras poblaciones como Carúpano, Araya y Güiria e inclusive, en poblados como Cumanacoa, Cariaco, Casanay y Santa Fe, con la presencia de grupos armados dedicados a la ejecución de acciones delincuenciales y criminales, entre las que se destaca el homicidio, el atraco, la extorsión y el secuestro” detalló el Coordinador.

La ocurrencia de este tipo de sucesos ha afectado de manera considerable, el desarrollo turístico y se evidencia en los atracos registrados en balnearios y playas como Arapo, Arapito, Araya, entre otras, además en casas de playa y posadas.

Ante este panorama Subero puso de manifiesto la necesidad de establecer políticas de seguridad y prevención social, orientadas de manera adecuadas a la búsqueda de controlar la acción violenta y delictiva, para el rescate de la idiosincrasia y tranquilidad ciudadana en espacios públicos.