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Nueva edición: El vino toma Caracas

Del 1 al 3 de diciembre en las instalaciones del Centro Comercial San Ignacio de Caracas se podrá disfrutar a cielo abierto con una copa en la mano los vinos que ofrecen los diferentes distribuidores por un módico precio bajo un entorno sin sobresaltos en lo que sera la nueva edición de El vino toma Caracas.

Vladimir Viloria es un viejo zorro del vino, más que por viejo por la cantidad y variedad de botellas de vino descorchadas, bebidas, a ratos, escupidas -como hace todo catador profesional que se respete-. “Nariz” llaman a los que se dedican a criticar los vinos y él lo hace sin condescendencia. Si le parece bueno lo justifica dándole adjetivos dentro de la nomenclatura que define las características organolépticas y si le parece malo, la voz no se le quiebra. Ha expresado en reiteradas ocasiones que la poesía le desagrada cuando de catar se trata.

Tiene en su haber un vasto kilometraje recorrido. Se ha arrodillado ante el suelo pobre que produce los ricos vinos de Burdeos, se ha derretido con los mantequillosos vinos blancos de Borgoña; casi ha perdido la chaveta tomando burbujas en la región de Champaña; en la ciudad de Oporto descifró secretos de los vinos fortificados, delirio de los ingleses; en Italia probó, entre otras delicias, el mítico Brunello; en España se hizo fan confeso del albariño e incontables son sus periplos al Sur como Chile y Argentina por razones más que obvias. La lista es larga. La suya es una profesión bonita, envidiable y con una competencia local en pañales que se viene robusteciendo en buena hora.

Se inició en el intrincado mundo de las bebidas y destilados de manera criolla. Nació y se crió en Trujillo, por ende, los iniciáticos empines de codo fueron con aguardiente extraído del sisal, o sea, cocuy; aguardiente de miel de abeja; mistela y leche de burra. En su mocedad cargada de alebrestadas inquietudes sociales y políticas, se vino a Caracas donde estudió sociología en la UCV. Por un golpe de timón, una de sus profesoras, María Sol Pérez Schael, le sugiere trabajar con su esposo, Ben Ami Fihman, feroz crítico gastronómico y editor adicto a los escándalos como a la buena mesa. Ben sería sin querer su maestro y él sin querer  queriendo su pequeño saltamontes.

Le tocó la producción y volverse un as en materia de imponderables durante las primeras ediciones del SIG (Salón Internacional de Gastronomía). Vladimir con una prole de dos hermosas niñas y una mujer esperándolo en el nido, buscó hacerse un espacio con identidad propia, es así como surge El Vino Toma Caracas. Forma parte de su curriculum una columna en El Universal, una Guía de Vinos que edita anualmente, es miembro del Press Club y de la Academia Venezolana de Gastronomía.

Siempre tuvo en mente recrear una feria en torno a la bebida de Baco, al aire libre, despojada de acartonamiento y pose. El espíritu del EVTC es desacralizar al vino, bajarlo del pedestal de los snobs o supuestos connoiseurs. Poco a poco se ha logrado que el visitante, salte de bebedor a catador, sin que el tema pierda frescor y desparpajo. Viloria insiste que siempre quiso sacar el vino de los claustros y acercarlo cálidamente al gran público.

EVTC es la única feria dedicada exclusivamente al vino. Buena parte de la oferta de etiquetas se expone para degustarla in situ. Siempre se consiguen nuevas marcas y nuevas cosechas.  Ha servido para fortalecer la categoría y los expositores cada vez se esfuerzan en informar, cara a cara, sobre sus marcas.  Apuntar a nuevos consumidores, base del negocio en el futuro. El vino es un proceso largo de aprendizaje. Mientras más temprano te enamores del tema mejor. EVTC trabaja para acercar a los jóvenes al vino (aunque van aficionados de todas las edades), y convertirlos, civilizadamente, en bebedores habituales, no ocasionales de vino.

Fecha: 01, 02 y 03 de diciembre

Hora: 6.00 a 11 pm.

Valor de las degustaciones: Bs. 200 p/p.: incluye 05 tickets para degustaciones de vino, más copa de obsequio.

Información: 04166307105 o escriba a manchadevinoproducciones@gmail.com

Expositores:

Portugal: Porto Barros, Quinta das Amoras, Casal García, Mateus.

Chile: Casillero del Diablo, Santa Carolina, Montes, Casillero del Diablo,  Loma Larga, Santa Rita, Etchart, Finca Sofenia, Los Vascos, Castillo de Molina, Viña Montes

Españoles: Señorio de Unx, Luis Alegre, Coto de La Rioja, Don Ramón, Valduero, Cotom, Baron de Ley, Tío Pepe, Terras Gaudas

Italianos: Prosecco Carpene Malvolte, Cadis

Argentina: Alto de Las Hormigas, Finca Flichman, Nieto Senetiner, Clos de Siete, Lurton

Venezuela: Pomar, Pomar y Pomar

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Del 1 al 3 de diciembre en las instalaciones del Centro Comercial San Ignacio de Caracas se podrá disfrutar a cielo abierto con una copa en la mano los vinos que ofrecen los diferentes distribuidores por un módico precio bajo un entorno sin sobresaltos en lo que sera la nueva edición de El vino toma Caracas.

Vladimir Viloria es un viejo zorro del vino, más que por viejo por la cantidad y variedad de botellas de vino descorchadas, bebidas, a ratos, escupidas -como hace todo catador profesional que se respete-. “Nariz” llaman a los que se dedican a criticar los vinos y él lo hace sin condescendencia. Si le parece bueno lo justifica dándole adjetivos dentro de la nomenclatura que define las características organolépticas y si le parece malo, la voz no se le quiebra. Ha expresado en reiteradas ocasiones que la poesía le desagrada cuando de catar se trata.

Tiene en su haber un vasto kilometraje recorrido. Se ha arrodillado ante el suelo pobre que produce los ricos vinos de Burdeos, se ha derretido con los mantequillosos vinos blancos de Borgoña; casi ha perdido la chaveta tomando burbujas en la región de Champaña; en la ciudad de Oporto descifró secretos de los vinos fortificados, delirio de los ingleses; en Italia probó, entre otras delicias, el mítico Brunello; en España se hizo fan confeso del albariño e incontables son sus periplos al Sur como Chile y Argentina por razones más que obvias. La lista es larga. La suya es una profesión bonita, envidiable y con una competencia local en pañales que se viene robusteciendo en buena hora.

Se inició en el intrincado mundo de las bebidas y destilados de manera criolla. Nació y se crió en Trujillo, por ende, los iniciáticos empines de codo fueron con aguardiente extraído del sisal, o sea, cocuy; aguardiente de miel de abeja; mistela y leche de burra. En su mocedad cargada de alebrestadas inquietudes sociales y políticas, se vino a Caracas donde estudió sociología en la UCV. Por un golpe de timón, una de sus profesoras, María Sol Pérez Schael, le sugiere trabajar con su esposo, Ben Ami Fihman, feroz crítico gastronómico y editor adicto a los escándalos como a la buena mesa. Ben sería sin querer su maestro y él sin querer  queriendo su pequeño saltamontes.

Le tocó la producción y volverse un as en materia de imponderables durante las primeras ediciones del SIG (Salón Internacional de Gastronomía). Vladimir con una prole de dos hermosas niñas y una mujer esperándolo en el nido, buscó hacerse un espacio con identidad propia, es así como surge El Vino Toma Caracas. Forma parte de su curriculum una columna en El Universal, una Guía de Vinos que edita anualmente, es miembro del Press Club y de la Academia Venezolana de Gastronomía.

Siempre tuvo en mente recrear una feria en torno a la bebida de Baco, al aire libre, despojada de acartonamiento y pose. El espíritu del EVTC es desacralizar al vino, bajarlo del pedestal de los snobs o supuestos connoiseurs. Poco a poco se ha logrado que el visitante, salte de bebedor a catador, sin que el tema pierda frescor y desparpajo. Viloria insiste que siempre quiso sacar el vino de los claustros y acercarlo cálidamente al gran público.

EVTC es la única feria dedicada exclusivamente al vino. Buena parte de la oferta de etiquetas se expone para degustarla in situ. Siempre se consiguen nuevas marcas y nuevas cosechas.  Ha servido para fortalecer la categoría y los expositores cada vez se esfuerzan en informar, cara a cara, sobre sus marcas.  Apuntar a nuevos consumidores, base del negocio en el futuro. El vino es un proceso largo de aprendizaje. Mientras más temprano te enamores del tema mejor. EVTC trabaja para acercar a los jóvenes al vino (aunque van aficionados de todas las edades), y convertirlos, civilizadamente, en bebedores habituales, no ocasionales de vino.

Fecha: 01, 02 y 03 de diciembre

Hora: 6.00 a 11 pm.

Valor de las degustaciones: Bs. 200 p/p.: incluye 05 tickets para degustaciones de vino, más copa de obsequio.

Información: 04166307105 o escriba a manchadevinoproducciones@gmail.com

Expositores:

Portugal: Porto Barros, Quinta das Amoras, Casal García, Mateus.

Chile: Casillero del Diablo, Santa Carolina, Montes, Casillero del Diablo,  Loma Larga, Santa Rita, Etchart, Finca Sofenia, Los Vascos, Castillo de Molina, Viña Montes

Españoles: Señorio de Unx, Luis Alegre, Coto de La Rioja, Don Ramón, Valduero, Cotom, Baron de Ley, Tío Pepe, Terras Gaudas

Italianos: Prosecco Carpene Malvolte, Cadis

Argentina: Alto de Las Hormigas, Finca Flichman, Nieto Senetiner, Clos de Siete, Lurton

Venezuela: Pomar, Pomar y Pomar

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