En el velorio de Robert Serra, seguidores culpan a la oposición
Los que salían de ver al diputado en su urna aseguraron que tenía el rostro lleno de heridas maquilladas
Unidad de Investigación Runrun.es
Cientos de personas simpatizantes del chavismo se acercaron el viernes 3 de octubre a la Asamblea Nacional, donde por segundo día consecutivo el diputado asesinado Robert Serra era velado en capilla ardiente. El cuerpo de su asistente María Herrera, quien también murió el miércoles 1 de octubre, estaba junto a Serra.
Las casi 20 horas de sepelio no fueron suficientes para que sus seguidores le dieran el último adiós. Cerca de 200 personas se quedaron esperando a las puertas del Capitolio pero no pudieron ingresar para ver la urna abierta del diputado.
La joven Argelis Acosta hizo un llamado a Nicolás Maduro para que agilizara la cola. “Está larguísima, estamos preocupados porque todos queremos ver a nuestro diputado”, dijo cerca del mediodía.
Pasada la 1:00 de la tarde, el gobernador de Anzoátegui, Aristóbulo Istúriz, salió a la puerta a dar excusas a los que permanecían en la cola y a decirle que no podrían ver el cuerpo porque el cortejo fúnebre ya debía partir.
La gente se molestó y gritaron: “El pueblo quiere ver a su líder”. Tras unos minutos, decidieron calmarse y organizarse para ver el féretro salir al Cementerio General del Sur, donde sería sepultado.
Los que sí pudieron verlo coincidían en que el parlamentario tenía una raja en uno de sus ojos, y muchas heridas en el rostro producto del arma blanca con el que fue asesinado. Además contaron que ambos cadáveres estaban muy hinchados. La describieron como una imagen “muy fuerte” y algunas personas salieron descompensados de la capilla ardiente.
El único tema que se hablaba a las afueras de la Asamblea Nacional era sobre los posibles responsables del crimen. “Esta muerte fue algo planificado. Fue la derecha, en unión con Estados Unidos; querían matar a un líder importante para la revolución”, dijo un seguidor de Serra.
Otro confesó que tenía deseos de venganza. “Lo que provoca es matar a esa gente de la derecha”, dijo sin identificarse.
Un joven que prefirió no dar su nombre, dijo que el asesinato de Serra es para atemorizar al chavismo. “Sigamos en la lucha, estas actitudes son para asustarnos. Tenemos que seguir rodilla en tierra con la revolución”, declaró a las afueras del parlamento.
Por su parte, María Escalona, pidió al Presidente “mano dura” con los que cometieron el crimen y se refirió directamente a la oposición. “Querían sacar a ese hombre de la Asamblea, porque quieren acabar con el país. Pido justicia, justicia popular”.
La caravana fúnebre partió alrededor de las 3:00 de la tarde hacia el Cementerio General del Sur.