El “Nikeazo” pone a la gente a hacer largas colas
De los mismos creadores del “Dakazo”, llegó el fenómeno que puso a la gente a hacer largas colas por unos zapatos y ropa de marca. Cincuenta pasos separan la tienda Nike en Las Mercedes de una carpa de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB). Es el puesto de control militar de la zona, que se convirtió en el punto de vigilancia y registro de las personas que quieren adquirir zapatos y ropa a precios Sicad I
Ricardo Sánchez Silva
El teniente al mando lleva las 47 listas de personas que hay registradas hasta la fecha, pero a las 8:30 am del miércoles 7 de agosto apenas van por la número 7. Uno de los agentes está sentado en un escritorio al lado de una mujer que ya está anotada y aguarda su turno.
— Hoy no se está anotando a nadie —, dice el militar, quien asegura que las listas están suspendidas. La razón que esgrime: mala conducta de los compradores.
— Aquí la gente amanece tomando caña y haciendo escándalo. Nosotros somos garantes del orden público —, afirma el funcionario, quien también se queja de que los clientes llegan, se anotan y se pierden. Luego, cuando ya los han llamado regresan molestos porque no los dejan entrar. Más temprano despacharon a las personas que no estaban anotadas.
Pero eso no fue obstáculo para que llegara gente de distintos lugares de la ciudad. A las 9.30 am hay 15 compradores frente a la tienda, las quejas por la falta de organización no se hacen esperar. “Hay personas que tienen hasta tres semanas en una lista y no pasan. La número 7 está desde el sábado”, asevera una mujer molesta porque no ha podido comprar. Diez minutos antes una señora de unos 50 años limpiaba la entrada del lugar, el día anterior llovió y el agua estaba empozada. Los que aguardaban por comprar se llevaron el chaparrón.
Un joven moreno y de baja estatura viene de Propatria y estuvo el día anterior en el lugar. Esperó mañana y tarde, pero se fue en su moto cuando empezó a llover porque no lo dejaron entrar. Sin embargo fue testigo de algo que llamó su atención en la compra de la mercancía adquirida a precio Sicad 1.
— Ayer estuve hasta las 6.30 pm. Me cayó el palo de agua y todo. Yo vi a guardias que sacaban hasta 3 pares de zapatos cada uno —, cuenta el motorizado molesto. El límite mensual de prendas textiles es de tres, más un par de zapatos. Al menos eso dicen los letreros que están pegados en las puertas que aún permanecen cerradas. La gente espera con ansiedad.
Un hombre de unos 38 años de edad, tez clara y baja estatura está vestido de blanco. Una franelilla y un pescador son parte de su atuendo. También carga una gorra y zapatos rojos. Todo lo que lleva puesto es marca Nike, a excepción de sus medias. Porta un carnet con cinta roja que lo identifica como funcionario público. “República Bolivariana de Venezuela”, se deja leer junto al respectivo tricolor junto con su foto. El hombre atiende a un mototaxista que llega pidiéndole unos zapatos para su chamo.
— Yo le quiero comprar un par de zapatos al carajito.
— Pero pa´ niños no hay.
— Él calza 38.
— Entonces, sí.
— Yo te llamo.
—Sí va, vieja.
El potencial comprador se monta en su moto y arranca, el hombre de gorra roja se mueve como pez en el agua, habla con los guardias y con personas que aguardan, revisa su celular y escribe. Él espera como todos, sin embargo, más tarde, cuando abran las puertas de la tienda asumirá el rol de organizador y le indicará a la gente cuándo entrar. Una llamada telefónica lo sorprende.
— No me comprometo a llevártelos hasta Macaracuay porque la otra vez me quedaron mal y tuve que pagar el traslado. ¿Quién está ofertando? ¿Cuál es tu nombre? —, fin de la llamada.
Mientras tanto, una mujer de unos 35 años, con monos atigrados blanco y negro, proveniente de Los Chaguaramos quiere aprovechar para comprar los zapatos regulados, que asegura no pasan de 1.800 bolívares. Anda con una señora que agita sus manos y dice arrepentirse de no haberse anotado antes. Le dijeron que la mercancía había llegado desde el 24 de julio, aunque usuarios de Twitter reportaron cola desde tempranas horas de la mañana del 22 de julio.
Para los sin oficio, cola para entrar a la tienda Nike las mercedes pic.twitter.com/8qH5pLws3q
— Daniel (@dhidal) julio 22, 2014
Colas desde muy temprano en la mañana en tienda Nike Las Mercedes.. Ya como que se tornó normal comprar así en Vzla.. pic.twitter.com/7mzMxzEqE1 — Daniel (@danlogo) julio 22, 2014
La concentración de personas frente a la Nike de Las Mercedes comenzó el 18 de noviembre de 2013. Sin embargo, no fue sino hasta el 09 de marzo de 2014 cuando la Superintendencia de Precios Justos (Sundde) se reunió con varias empresas, incluyendo la Nike, para “estabilizar la economía nacional”, según reza una nota de prensa publicada en el portal web de la institución. “El pueblo debe acceder a los bienes y servicios a precios justos”, afirmó Andreina Tarazona. Así comenzó el “Nikeazo”.
IRRACIONALIDAD DESBORDADA… Cantidad de gente se agolpa esperando que abra la tienda Nike en Las Mercedes pic.twitter.com/keugvieLoP
— Alberto Aranguibel B (@SoyAranguibel) noviembre 19, 2013
Ayer, mientras la gente hacia cola para entrar a la tienda Nike de Las Mercedes, la camioneta de la GNB estaba full de bolsas de la tienda. — Verónica Gómez Pino (@LaVeroGomez) noviembre 19, 2013
Cuando el reloj marca las 10:07 am, la cantidad de personas que esperan llega a 60. Un hombre de unos 30 años, moreno y alto, talla 44 de zapatos, tenía un bolso Adidas marrón cruzado en su regazo y estaba desde las 7 de la mañana en la tienda de Chacaíto, que había abierto sus puertas sorpresivamente.
— Allá en Chacaíto la gente se está matando —, dice el joven que prefirió asomarse a la sucursal de Las Mercedes para ver si corre con más suerte. No está en lista, pero tiene esperanza de pasar. Pregunta quién está anotando, porque antes ya ha pagado para que le guarden su puesto en otras tiendas, por lo que presume que el procedimiento debe ser similar.
— Yo pagué 200 bolívares en la cola de Zara en el Sambil. Me anotaron por mi número de cédula y pasé.
El teniente al mando se coloca frente a la puerta principal del establecimiento y empieza a llamar a la gente que está en la lista número 7. Solo un hombre responde y le pasa su cédula a otro militar. Al llamar a los que estaban anotados en la lista 8, se suman 19 personas más, pero al final solo quedarán 18 en total. Dos fueron rechazados porque ya habían comprado el límite establecido. El funcionario de más alto rango en el lugar sale nuevamente para leer la lista de los que ya compraron y no pueden pasar.
A las 10:15 am hay nueve motos estacionadas frente a la tienda. Cinco minutos más tarde, cuatro efectivos de la Policía de Baruta las mandan a mover con amenazas de multas para los que no lo haga. Los funcionarios municipales se unen a la labor de organización que lleva la GNB. Diez minutos más tarde dos mujeres de no más de 40 años y una señora sextagenaria se bajan de una camioneta 4Runner gris que las deja en el lugar. Ellas son la excepción a la regla. La mayoría de la gente llega a pie o en moto. Tal es el caso de un señor de unos 60 años, proveniente de El Silencio, que no aguantó y se fue caminando. Más temprano aseguraba que cuando pasa en la camionetica a primera hora de la mañana ha visto, en ocasiones, gente tomando alcohol y peleando.
— Yo me voy pal carajo.
Unos 40 minutos más tarde la cantidad de personas se mantiene. Una mujer de tez oscura, lleva un piercing en su nariz y usa una franela marca Nike con el gran logo en su pecho, carga unos leggins fucsia y zapatillas blancas con verde. Les cuenta a sus acompañantes cómo ha logrado comprar varias veces para su familia.
— Hay unos “shores” en 300, son cortos, no tienen vida, pero hay otros más largos que sí compré.
A las 11:30 am la gente espera más ansiosa aún. Todavía no abren las puertas de la tienda. Luego de 15 minutos se levanta una santamaría y los militares regresan las cédulas que habían recogido hace rato, pero con un número correspondiente al orden de entrada. Solo hay 18 anotados, el resto está a la expectativa. Se mantienen a la espera mientras buscan la escasa sombra que les brinda un árbol escueto que está frente al lugar.
Cuando se cumplen las 12:02 pm, los funcionarios informan que los que no tienen lista serán atendidos por orden de llegada. Los compradores corren desesperadamente para formar una cola y se atropellan. Gritos van y vienen. Una mujer, Policía de Baruta intenta organizar, pero la gente se muestra renuente. El funcionario de gorra roja empieza a poner orden y autoridad en el lugar.
— Se acabaron las listas, ahora es por orden de llegada. A llegar en la madrugada.
A partir de las 10 pm empezarían a llegar otras personas que harían la cola para el próximo día. Una de las compradoras asegura que antes de que llegara la mercancía regulada, la tienda abría, pero exhibía zapatos entre 8 y 10 mil bolívares.
@sundde_ve @DanteRivasQ @NicolasMaduro Casi 13 mil bs un par d zapatos en tienda Nike metrópolis valencia! pic.twitter.com/eAYKcAvluh
— Javier Barrios (@javiereduardo83) junio 9, 2014
