La frase “luo guan” significa “funcionario desnudo”. Y tiene una fecha cierta de origen: el 2008. Fue acuñada por Zhou Peng’an, un bloguero de la provincia de Anhui. Según la revista británica The Economist, los “luo guan” son burócratas que han mudado a sus familias al exterior, tras robar dinero de las arcas públicas.
Una vez fuera de China, los familiares del malandro están libres de la persecución de Beijing. Y si hay una denuncia de corrupción, el funcionario se sacrifica como un bonzo y queda “desnudo” en su patria, a merced de las autoridades.
El bloguero Zhou dijo que el caso de los “funcionarios desnudos” ha creado una crisis de confianza en el Partido Comunista.
Por un lado, los dirigentes polÃticos se la pasan propinando sermones sobre la necesidad de ser patriotas y enemigos de la corrupción. Por el otro lado, despachan a sus familias al exterior, y si tienen suerte, una vez se jubilan Âla edad obligatoria es a los 60 años pasan a darse la gran vida en diferentes Shangri las. Pero ahora, el Partido Comunista ha decidido adoptar represalias, pues el drenaje de dinero es bestial.
The New York Times dijo que los funcionarios desnudos forman parte del paisaje chino (casi como los cortes de luz o el incendio de refinerÃas en Venezuela). Ya en el 2011, el Banco del Pueblo de China, la principal institución financiera del paÃs, denunció que entre 1995 y el 2008, unos 18.000 funcionarios huyeron a otras tierras, cargando en sus alforjas un total de 800.000 millones de renminbi, unos 130.000 millones de dólares.
Algunos académicos, dijo el periódico, estiman que en los últimos cinco años más de un millón de funcionarios chinos transfirieron a otros paÃses tanto su dinero malhabido como sus familias.
El método preferido es exportar primero a los hijos para que estudien. El caso más famoso es el de Bo Xilai, destituido como jefe del Partido Comunista en Chongqing. Bo Guagua, hijo del señor Bo, estudió en la Universidad de Harvard.
La esposa de Bo, la señora Gu Kailai, ha vivido varios años fuera de China. The New York Times estima la fortuna de la familia en más de 100 millones de dólares. Desgraciadamente, parte de ese dinero deberá ser invertido en abogados. La señora Gu está presa tras ser acusada de haber ordenado el asesinato de un empresario británico en Chongqing.
¡OJO PELAO!
En febrero pasado un documento interno del Partido Comunista de China dio un ultimátum a los funcionarios que hacen toda clase de malabares con sus dedos: “Traigan a su familia de regreso al paÃs. De lo contrario, deberán jubilarse antes de tiempo”.
Uno de los que acató el ultimátum es Fang Xuan, subjefe del Partido Comunista en la ciudad sureña de Guangzhou. El señor Fang optó por una jubilación anticipada, y fue reemplazado por Li Yiwei, según informó la revista Caixin.
Nadie cree que el señor Fang haya metido la mano en la lata, aunque algunos sospechan que el exfuncionario prefirió la jubilación adelantada antes que traer de regreso al paÃs a sus familiares. Tal vez el dinero colocado en el exterior reditúa más beneficios.
Cao Jianming, presidente de la FiscalÃa Suprema del Pueblo de China, declaró en marzo en una entrevista con el periódico en inglés China Daily que su oficina está dispuesta a combatir la corrupción generada por los “funcionarios desnudos”.
Entre las medidas figuran un mayor control de los burócratas que están en el paÃs, y lazos más estrechos con autoridades de otras naciones a fin de capturar a quienes huyeron tras cometer actos ilÃcitos.
Uno de los primeros paÃses en responder a la solicitud fue Suiza. Representantes de la banca prometieron la divulgación de cuentas secretas.
El Diario del Pueblo de PekÃn, un órgano oficial, dio la bienvenida a la decisión de Suiza, pues, según indicó,los “funcionarios desnudos” consideran ese paÃs la “Tierra Santa” para encubrir sus desfalcos.
La decisión del señor Fang de retirarse antes que traer de vuelta a sus familiares fue como curarse en salud. En los últimos meses, las autoridades de la provincia costera de Guangdong donde trabajaba el funcionario denunciaron una corrupción rampante. Hu Chunhua, jefe del Partido Comunista en la zona, prometió en marzo pasado lidiar con el problema.
La revista Caixin dijo que posiblemente la lucha contra la corrupción en la provincia contribuyó a que el señor Fang decidiera adelantar su jubilación.
Aunque, por otra parte, esa premura parece injustificada, pues en octubre Fang cumple 60 años, cuando su retiro hubiera sido obligatorio. A menos que alguien le haya dado el pitazo de una investigación antes de octubre para truncarle sus planes de retiro.
Además de funcionarios que llegaron a sus cargos más pobres que ratones de iglesia y terminaron lanzando manteca al techo, numerosos empresarios chinos también han preparado estrategias de fuga. Para ellos, los paraÃsos siguen siendo Estados Unidos, Hong Kong o Canadá, siempre que se muestren dispuestos a invertir al menos un millón de dólares.
Y también está, como último recurso, huir a paÃses que no tienen tratados de extradición con China. Li Chengyan, director del Centro de Estudios contra la Corrupción, de la Universidad de Beijing, mencionó el caso de un exgobernador de la provincia de Yunnan, quien en el momento de ser arrestado por saqueo de dineros públicos portaba consigo cinco pasaportes. “Asà no tenÃa que esperar por una visa en caso de necesidad”, dijo el señor Li.