Esta semana se sostuvo una reunión de trabajo entre el gobierno venezolano y el gobierno colombiano en la sede de la Casa Amarilla Antonio José de Sucre. Según palabras del Canciller Nicolás Maduro la reunión fue fructífera ya que se lograron discutir temas fundamentales relacionados a lo económico, lo comercial y a la seguridad. Pareciera, que el gobierno rojo en efecto sí quisiera impulsar la economía de nuestros país. Enfatizo en pareciera, por que del dicho al hecho hay un largo trecho.
Me explico mejor. Maduro informó que a los empresarios colombianos se les canceló 365 millones de dólares por concepto de deudas pendientes, monto que representa la mitad de la deuda sostenida con los colombianos. En esa misma línea argumentó que se busca concretar un mapa de empresas para consolidar las inversiones e impulsar el desarrollo de ambas economías. En lo personal aplaudo el hecho de trabajar en conjunto con la empresa privada, pero lo que me parece un tanto contradictorio es como el gobierno rojo quiere fortalecer e impulsar la economía venezolana trabajando con una fuerza laboral extranjera pero a la vez despotrica y asfixia al fuerza productiva nacional. Como es la cosa entonces Canciller, ¿Cree, trabaja y le paga a la empresa privada colombiana pero a la empresa venezolana lo que busca es atarle las manos hasta llegar a la expropiación?
La canciller de Colombia María Ángela Holguín hace hincapié en que la clave para tener una buena relación con Venezuela es la transparencia. Lamento desilusionar a la Canciller, pero en Venezuela no se tiene transparencia ni siquiera en las cifras que dejan bien parado al gobierno a nivel nacional. De hecho, lo que mejor practican es un doble discurso. El Ministro El Aissami menciona a cada rato iniciativas de Venezuela para disminuir el narcotráfico de nuestro país, pero mientras esto sucede las acusaciones a nuestro país por el tema de las drogas crecen a diario. Una prueba de ello es la ultima declaración del Ex Presidente Fox quien acusa a Venezuela de facilitar el transito de drogas hacia Norte América y Europa.
En fin, es importante el avance de las relaciones diplomáticas que se ha tenido con nuestro país vecino, pero fueran aún más importantes si en lugar de preocuparse por quedar “bien” se ocuparan de cumplir sus decenas de promesas. Pero como esto no ha sido ni será así, pues entonces aguántense bien esa careta para ver si pueden seguir haciendo negocios, ya que poco a poco los demás países se están dando cuenta de la política bla bla bla de Venezuela.
Tomas Horacio Hernandez
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