Crisis y protestas acorralan al gobierno
Los problemas de fondo no se han resuelto; por el contrario, se han agudizado y las manifestaciones han obligado al gobierno a dialogar con la MUD
Las causas que calentaron la protesta estudiantil a partir del 4 de febrero y que las desataron a escala nacional desde el 12 del mismo mes se han profundizado desde el inicio del conflicto de calle.
La inseguridad personal cobró 4.680 víctimas mortales entre enero y abril de este año; la inflación acumulada entre enero y marzo (el BCV no ha publicado la de abril) es de 9,8%; el índice de escasez general se movió entre 28% y 29,4% en el primer trimestre; mientras el desabastecimiento de comida pasó de 26% en enero a 33,8% en febrero y 26,9% en marzo (abril no ha sido divulgado).
El saldo de la protesta tiene dos caras: por un lado, la muerte lamentable de 44 personas, casi 3.000 detenidos y más de 130 privados de libertad, de acuerdo con cifras del Foro Penal Venezolano. Por el otro lado, la instalación de las mesas de diálogo económico entre el gobierno y los empresarios; y de un espacio de diálogo político entre el gobierno y la oposición.
El politólogo y experto en negociación Gustavo Velásquez aconsejó a los participantes del diálogo político y económico ir al fondo de los problemas y atacar sus causas. “Hay problemas graves: inseguridad, baja producción, escasez, etc. Eso es producto precisamente de la falta de mecanismos de entendimiento nacional y eso es lo que no veo claro que se esté discutiendo en la mesa de negociación. Se debate la libertad de los presos políticos, de la economía. Eso es importante, pero es la consecuencia; la causa de esos problemas radica en que las fuerzas líderes del país no han logrado entenderse en beneficio de los venezolanos, y eso no se está atacando”, alertó.
Respecto al saldo negativo de muertes, heridos, detenidos y represión estatal, Velásquez llama a la reflexión: “En otros países de Latinoamérica hay protestas, pero uno no ve que eso termine con 30 muertos, ni con torturas ni que se enjuicie a la gente por protestar. Durante el gobierno de Sebastián Piñera en Chile las protestas estudiantiles fueron constantes y muy fuertes, pero el Estado no enjuició a los estudiantes por eso. Es lamentable lo que ocurre aquí”.
El gran rechazo. El director de Datanálisis, Luis Vicente León, indicó que los hechos que han movido más a la opinión pública en términos cuantitativos fueron la protesta del 12-F “cuyo saldo en muertes y represión generó gran rechazo”; el encarcelamiento de Leopoldo López, que impactó negativamente al gobierno; la instalación de la mesa de diálogo político, “que generó expectativas positivas y redujo la tensión de los independientes contra el gobierno”; y el aumento del salario mínimo, que impactó positivamente al gobierno.
“Puedo presuponer que la detención masiva de jóvenes el 7 de mayo en Caracas será altamente negativa para el gobierno. Porque ninguna detención masiva de jóvenes es popular, porque no es popular atacar a los estudiantes, que gozan de más 60% de aceptación. Es completamente contradictorio que un gobierno de izquierda, revolucionario, meta presos a estudiantes protestando”, acotó.
El analista explicó que la popularidad del gobierno y la aceptación de la oposición también han sentido el efecto de las protestas. “Es claro que la popularidad de Maduro se debilita por las protestas, pero las variables que más lo impactan negativamente son desabastecimiento, inflación, desempleo, etc. También la inseguridad personal porque, a diferencia de Chávez, él asumió la solución del problema en primera persona”, explicó.