Fanatismos enfermizos por Damián Prat C.
Ayer viernes, a poco de haber iniciado nuestro Público & Confidencial radio, dedicado, como siempre, a la lucha de Guayana, a la defensa de los derechos sociales y democráticos y tras hacer algunos comentarios para rechazar la violencia, denunciar la brutal represión militar-paramilitar de los días previos y manifestar mi rotundo desacuerdo con un cubano mayamero que “ordena” hacer violencia, recibí, casi en simultáneo, dos mensajes de texto de radioescuchas. El primero era de un partidario del gobierno que con los peores epítetos me insultó, me calificó de fascista, de promover las “guarimbas”. Que estaban quemados todos los CDI, las centrales de Cantv y de Corpoelec y yo no decía nada porque apoyaba eso. El segundo era de un opositor que también me insultaba. Que yo no lucho nada ni hago nada, salvo “esperar tranquilamente a que llegue el 2019”. Que una violencia que a él le parece buena -supongo que las guarimbas- “es para salvarlo a usted también” y remataba con insultos contra Capriles, contra los periodistas –entre ellos yo- y medios donde yo trabajo y otros que según el iracundo “negociaron con el gobierno para que no los cierre”.
¿Cómo puedo ser ambas cosas al mismo tiempo? ¿Cómo puedo ser “fascista guarimbero promotor de la violencia” y al mismo tiempo ser “comeflor, entregado a esperar tranquilo sin hacer nada y entregado al gobierno”. Son cosas del fanatismo enfermizo que ha sido sembrado por largos años desde el poder y que se le ha metido en el alma a algunos oficialistas y también, por “retruque” a algunos opositores.
Por eso es que cada vez que trato estos temas en ésta columna, partiendo siempre de denunciar y rechazar los abusos de poder, el totalitarismo, la criminalización de la lucha social y de la disidencia política por parte de la supuesta “revolución”, insisto en hablar de la tolerancia, de la importancia de que el futuro no sea un “chavismo al revés”. Cito dos párrafos de dos columnas diferentes de ésta semana: “Tener un fuerte mensaje de “mano tendida”, de mente abierta, totalmente divorciada del revanchismo, hacia la parte del pueblo que ha sido chavista o lo sigue siendo pero también está descontenta o desilusionada (….) Queremos una democracia de tolerancia, de convivencia, plural, de alternabilidad, de equilibrios y derechos”.
Venezuela no es viable si a una parte de ella se la segrega, criminaliza, desoye, escupe, desprecia, insulta. Cuando eso se hace desde el poder, usando y abusando de los recursos del poder, el resultado es el de la crisis de hoy. Tienen a más de medio país alzado, en resistencia, que no acepta más el maltrato, los agravios, la descalificación y la imposición totalitaria. Pero si parte de esa otra mitad perdiera la sindéresis política, se copiara “el modelo”, se convierte en intolerante, revanchista, inclinada a “cobrar facturas” amenazando con que el futuro será otro calvario de segregación, pero para los otros. Si ello ocurriera, repito, por un lado, comete la estupidez de ponerle gruesos obstáculos al cambio que quiere lograr porque resta y solo aumenta la resistencia “allá”. Por el otro, en caso de triunfar, repetiría al “país inviable”. Y de nuevo la “vuelta de tuerca”. Afortunadamente, buena parte de -por no decir toda- la dirigencia política de la oposición democrática, que está agrupada en la MUD, incluyendo a Capriles que ha sido “machacón” con esto, pero no solo a él, tiene esto muy claro y su mensaje de inclusión y tolerancia es persistente.
Nunca faltan pequeños grupos que por ceguera fanática o por cálculo politiquero de sacar provecho sin trabajar, usan a la intolerancia como método para descalificar a otros por “entreguistas y comeflores” y así intentar ser líderes. En fin.
TIP 1: Maduro. Uno a ratos no sabe que pensar. Insiste en que “está en marcha un golpe de estado”. No identifica a militares responsables de eso (porque los golpes de estado los dan militares y no civiles), criminaliza a periodistas, medios, otros gobiernos, estudiantes, políticos de la oposición democrática. Y de pronto desliza algo: que “investiga” a gente “de nuestro lado”. ¿O sea que…?. ¿La conspiración y el “golpe de estado” son una procesión que va por dentro? ¿Acusar a la oposición es nada más que una excusa?
TIP 2: Acusa a EEUU y al gobierno de Obama de “haber decidido ya apoyar la conspiración contra mi gobierno”. Pero al rato pasa de esa acusación tan grave a una pose ultra conciliadora diciendo que está listo “para nombrar un nuevo embajador en EEUU”. ¡¿Cuál de las dos?! ¿O es que asociar a un “golpe” con EEUU es para estigmatizar a algunos “de su lado”?.
TIP 3: El resto fueron los habituales insultos, agravios y descalificaciones contra todo el mundo: medios y periodistas; la oposición y sus dirigentes; los gobernadores y alcaldes, los pueblos y estudiantes que resisten. La descalificación hasta contra Rubén Blades porque según Maduro, opina “porque dice lo que le informa César Miguel Rondón”. Como si el panameño fuera un imbécil sin criterio propio. Agravia a CNN y a sus periodistas. Los hostiga como sus funcionarios hicieron con Patricia Janiot o los expulsa como a la corresponsal permanente en el país. Manda tropas militares y aviones de guerra a hostigar a una parte del propio país: Táchira. Niega las documentadas torturas a estudiantes como si los testimonios, videos, grabaciones, denuncias de las madres de las víctimas pudieran ser desaparecidas. Criminaliza a las ONG de DDHH. Niega los asesinatos y/o no dice nada de ellos. ¡Ataca a todo el mundo!. Todos, según Maduro, deben reflexionar y rectificar… ¡menos él!.
TIP 4: El descomunal “black out” informativo decretado por el gobierno y aumentado con los ataques a NTN24 y a CNNE solo logran que en el exterior comprendan la gravedad y magnitud de lo que ocurre en Venezuela. No hay forma de evitar que se vea el horror de la brutal represión y los asesinatos. Nunca se había visto tantas reacciones de solidaridad y tantos reclamos al gobierno.
TIP 5: Una barbarie la “guerra” decretada por gobierno y militares contra las comunidades de zonas residenciales como los edificios de La Churuata, Los Mangos, Las Garzas, Ventuari, Los Olivos y varias zonas más de Puerto Ordaz. Jamás nadie imaginó a un gobierno desatando la guerra contra su propio país. Tiene razón Liliana Ortega, la legendaria defensora de los DDHH desde 1989: esto es ya como la represión militar en “el Caracazo”. Porque es la misma historia en Mérida, San Cristóbal, Barquisimeto, Valencia, Caracas.
TIP 6: Leido en twitter: 1.- @fanzinero “Estrategia de la Sala Situacional estatal: Circular 1 foto falsa y después argumentar que “todas” son falsas. Corrobora tu información”. 2.- @MiguelArrieta “Una amiga resumió hoy: A quien proteste Rafael Ramírez le suspende la gasolina, Rodríguez Torres el pasaporte y Maduro la vida …”. 3.- @CcsPressClub “Isabel Allende: Con represión y violencia, el gobierno de Venezuela pierde legitimidad (Se trata de la gran escritora chilena, que vivió exiliada en Caracas varios años, hija de Tomas Allende, primo hermano de Salvador Allende”. 4.- @lmesculpi “El utilizar aviones para amedrentar población civil es un verdadero despropósito y un uso irracional de ese sistema de armas” 5.- @Leonardo_Padron “”Es inadmisible que las protestas de la sociedad civil se contesten con balas”. Óscar Arias, Premio Nobel de La Paz.” 6.- @ChiguireBipolar “CONATEL triste porque ya casi no tiene medios para censurar “.
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