Para Marino Alvarado, coordinador de Provea, Iván Simonovis debe reconsiderar su decisión porque “el Gobierno ha demostrado insensibilidad, lo vivimos con Franklin Brito y los estudiantes en huelga de hambre. No les importa sacrificar vidas sin atender reclamos”.
“La huelga de hambre es un recurso extremo que generalmente se usa cuando se considera que se han agotado todos los mecanismos posibles para exigir algún derecho. Es una decisión individual pero refleja un nivel de desespero”, indicó Alvarado, al tiempo que sostuvo que en el caso de Simonovis, “la defensa y la familia han hecho esfuerzos por obtener respuestas, positiva o negativa”.
Con respecto a la actuación de las instituciones, el activista de DDHH dijo que con Brito el Estado y la Defensoría, “lo forzaron a un tratamiento médico”.
“Sobre eso, hay opiniones internacionales muy contradictorias porque algunos dicen que hay que actuar para impedir que una muerte ocurra pero otros opinan que lo que hay que atender es la reivindicación. Entonces, lo que debe haber aquí es respuesta a la petición que hace Simonovis y no hacer como ocurrió con Brito, a quien se le dio una respuesta positiva cuando ya estaba agonizando”, precisó.