El pabellón ya no es criollo
El Carabobeño Oct 27, 2015 | Actualizado hace 8 años
El pabellón ya no es criollo

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La mesa está servida. La gastronomía internacional parece imponerse. Sobre el plato hay caraotas nicaragüenses, arroz uruguayo y carne argentina. Lo acompañan un par de tajadas de plátano proveniente de Yaracuy como ingrediente nacional exclusivo del pabellón que dejó de ser criollo. El 75% de los alimentos que integran la comida típica del país es importado.

 

Las cifras de la producción local son negativas. Con el tiempo lo han sido más. El consumo anual de caraotas negras se calcula en 100 mil toneladas de las que solo se logra cosechar en tierras venezolanas el 10%. Nicaragua es el país que históricamente ha vendido mayor cantidad del grano al Gobierno. Pero este año las cosas han cambiado. De acuerdo con las estadísticas del Banco Central de ese país solo se envió a Puerto Cabello cargamento en abril y  mayo por un monto total de 360 mil 100 dólares.

Esta es una incidencia directa en la escasez del producto y en el incremento de su precio que salió de la lista de rubros regulados el 22 de junio de 2009. Para esa fecha, el costo en la calle ya doblaba al precio marcado en la Gaceta Oficial. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE) el kilo de caraotas negras estaba en noviembre de 2014 en 36,06 bolívares. No se consigue en el mercado en menos de mil bolívares. El reporte del Cendas de la FVM de agosto indica que durante el último mes la variación del precio fue de 58,5%.

La dependencia de carne también ha crecido. Menos del 40% del consumo es cubierto con la producción de ganaderos nacionales. Desde Nicaragua, Argentina y Brasil llegan a los muelles animales en pie o en contenedores. Hace 17 años se abastecía 96% del mercado nacional. Los controles de precios han desestimulado el campo. Desde Fedenaga se advirtió que en 2013 la producción fue de 260 mil toneladas de carne, mientras que para 2014 bajó a 209 mil toneladas. “En este momento tenemos un pico histórico de menor oferta”.

Tras tres años de sostenimiento y recuperación, el 2015 representa para la cosecha de arroz un retroceso. Se redujo en 40% la superficie de siembra cuando años atrás se producía lo suficiente para cubrir el consumo e incluso exportar. Ahora se trae arroz a Venezuela desde Uruguay, Guyana, Brasil.

 

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