La economía venezolana se mueve en números. Si cae el precio del barril del petróleo, la oferta de divisas para la importación de bienes baja y la demanda de los sectores productivos aumenta. Las familias sienten el efecto: escasez de alimentos, medicamentos, equipos e insumos varios. Las expectativas del país cambian de positivas a negativas.

La cotización del petróleo venezolano en los tres meses de 2015 tiene un promedio de 42 dólares, por debajo del presupuesto nacional, calculado en 60. Para Édison Morales, economista, la colocación de divisas en los mecanismos creados por el Ejecutivo, Cencoex, Sicad y Simadi, está paralizada. Hay una reserva oficial cautelosa para la importación a 6,30 bolívares por dólar de alimentos y medicamentos.

Con la convulsión del precio del dólar paralelo en ascenso queda en evidencia que “el Sistema Marginal de Divisas, que llegó para pulverizar, como planteó el Gobierno, murió al nacer. No hay dólares para el Simadi”, lamenta Morales. Y es que mientras la balanza petrolera se inclina, el impacto apunta a la economía venezolana y el mercado de divisas explota. “La gente desvía la demanda al paralelo, y es apetecible para las mafias cambiarias”.

La brecha de la tasa a Bs. 176,74 del Simadi y la del mercado no oficial, a Bs. 281, 05, asoma un efecto: quienes logren comprar en el sistema salen a vender al paralelo. La repercusión no está precisada. Morales señala que lo entendido del tercer sistema es el cuestionamiento, “porque este mercado no tiene transparencia”.

Saltan preguntas necesarias para aclarar la sombra de las expectativas. “Se están asignando divisas poco o nada. ¿Cuántos oferentes participan? ¿Qué parte de los sectores aporta? Si es PDVSA, Banco Central de Venezuela o sector privado”. El resultado es el silencio. Lo que significa que el Gobierno «no va a poder, está atrapado, sin salida».

Morales alerta de que la crisis todavía no comienza, “la verdadera comienza en abril, luego que el Gobierno cobre la factura de petróleo a 42 dólares, porque todavía está percibiendo los ingresos del precio del año pasado”.

El BCV convocó el 4 de marzo a la segunda subasta de divisas para las casas de cambio y bancos para el menudeo. Notificó que este 6 de febrero será la liquidación del monto adjudicado. La puja inicia con un monto de oferta mínimo de 10 mil dólares y máximo de tres millones de moneda de los Estados Unidos de América. En la primera operación de febrero adjudicó 4,2 millones de dólares.

Suspensión

El sector financiero informó que el BCV suspendió la subasta de divisas. Envió comunicación a las casas de cambio y bancos participantes en las operaciones para saber “cuáles son las necesidades de divisas”, reveló El Mundo.

La política apunta a una adjudicación directa de divisas tras la convocatoria de la segunda subasta anunciada por el ente emisor nacional.