La marcha del oficialismo no duró ni una hora
La marcha del oficialismo no duró ni una hora

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 @ronnarisquez

 

A las 12:13 del mediodía, entre cantos y consignas -todos referidos a su legendario y único comandante- arrancó la marcha del oficialismo. “Militantes del PSUV con Chávez vamos a vencer”… repetía uno de los grupos, mientras que por un altavoz el animador, nadie conocido entre el chavismo, iba nombrado a las organizaciones presentes.

Trabajadores de Conatel, Pdvsa, Seniat, Comersso, Milco, Banco del Tesoro e Industria Cementera, entre otros, fueron desfilando frente a la fuente de Plaza Venezuela en la celebración del Día de la Juventud. Todos con su propia coreografía, sus propias consignas, su propio sonido y sus propias camisas con insignias que identifican a la institución a la cual representan.

Entre temas de Dame Pa´Matala y Omar Enrique -todos compuestos también para el comandante eterno de la revolución- los asistentes se iban animando en la caminata. “Venezuela es roja, roja, rojita… con mi comandante derrotamos los fascistas”, repetían los presentes, como si hubieran olvidado que el presidente Hugo Chávez murió hace casi dos años.

En medio de la plaza, detrás de la fuente, colocado ahí como al descuido, un punto de inscripción y actualización del Registro Electoral Permanente prestaba asistencia a los transeúntes que deseaban aprovechar para registrarse y votar en los próximos comicios parlamentarios.

A la altura de la Torre Polar, en dirección al Paseo Colón, desfilaban «escuálidos» grupos de no más de 20 personas. Gorras, pancartas, camisas rojas tipo Columbia, largas cabelleras aplacadas por la keratina, uñas acrílicas con diseños y mucho, mucha silicona en los pechos predominaban por encima de los tradicionales look revolucionarios; como las barbas al estilo Che Guevara, los dreadlocks en el cabello, las sandalias de cuero y las franelas con los ojos de Chávez.

Mientras observaba la concentración, parado a un lado de la fuente de Plaza Venezuela, el periodista de El Nacional Hernán Lugo, encargado de la cobertura del oficialismo desde hace 17 años, identificó algunas diferencias entre las recientes movilizaciones del gobierno y las que presenció cuando vivía Hugo Chávez. “No se ven líderes. No he visto a ninguno. Tampoco hay el entusiasmo de antes. Lo que sí veo ahora son muchas mujeres bellas”, describió.

 

A paso de vencedores, pero sin bota militar

 

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Los ministros Héctor Rodríguez (Educación), Antonio Rodríguez (Deportes) y Víctor Clark (Juventud) fueron los únicos dirigentes del Gobierno que asistieron a la movilización. Lideraron la marcha que salió desde una tarima ubicada en el Paseo Colón justo frente al monumento que dio el nombre a esa avenida, y que fue destruido por militantes del oficialismo hace unos años. Detrás de ellos comenzó a caminar la multitud.

En medio del grupo apareció un hombre vestido con una sotana y un escudo con la bandera de Venezuela en uno de sus brazos. “Soy el monseñor Gabriel Henríquez, capellán del Concejo Municipal y Pdval”, dijo. Ante la petición de bendecir a Pdval para que llegue la comida al pueblo de Venezuela, el sacerdote respondió: “ya está más que bendita”.

Un solo canal del Paseo Colón, a la altura del Parque Los Caobos, fue suficiente para albergar a la masa de gente animada por la banda marcial de la Unefa, núcleo Guatire. Avanzaban todos “a paso de vencedores”, como solía decir el comandante Chávez. Usaban calzados deportivos, ninguna bota militar acompañaba el paso.

 

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Nubes, truenos y comenzó la lluvia. Era las 12:40 pm. La gente seguía caminando con alegría. Cantaban, bailaban y coreaban nuevas consignas: “Si Chávez se mojó, también me mojo yo… Si Chávez se mojó, también me mojo yo…”.

Algunos eligieron no seguir el ejemplo del comandante fallecido y aprovecharon para guarecerse debajo del puente de la avenida Bolívar y más adelante en la entrada del estacionamiento del Teatro Teresa Carreño.

“Chávez, te lo juro, el pueblo está maduro”, se escuchó entre la multitud. Fue la única mención que pudiera ser considerada una alusión al presidente Nicolás Maduro. Hasta la decoración de los camiones de sonido era con afiches de Hugo Chávez.

El aguacero arreció. Unos corrieron hacia el hotel Alba Caracas, otros hacia la estación del Metro de Bellas, pero la mayoría continuó la caminata por la avenida México hasta Parque Carabobo, punto final de la marcha. Cuando llegaron, el acto de cierre había sido suspendido por la lluvia.

El reloj aún no marcaba la 1:00 pm y ya había terminado la movilización que ocupaba cinco cuadras aproximadamente. El recorrido entre Plaza Venezuela y Parque Carabobo se hizo en menos de una hora. Fue una marcha breve.