La Venezuela que podría verse en un espejo argentino - Runrun
La Venezuela que podría verse en un espejo argentino

@franzambranor

 

Luego de cuatro años de mandato y de tratar de enderezar la hecatombe económica que dejaron Cristina Fernández y su difunto esposo Néstor Kirchner tras tres períodos de gobierno, el presidente de Argentina, Mauricio Macri está a las puertas de despedirse de la máxima silla en la Casa Rosada de Buenos Aires.

El líder del movimiento de derecha “Juntos por el Cambio” trató, pero no pudo. No complació a los sectores sociales más populares y estos le pasaron factura en la primera vuelta electoral del pasado 11 de agosto, donde perdió por una diferencia de algo más de 15 puntos ante el candidato del peronismo, Alberto Fernández, quien hace tándem con la ex presidenta Cristina Fernández.

Analistas venezolanos ven en el caso argentino una especie de espejo de lo que podría suceder en Venezuela si hay un cambio político y el chavismo sale del poder. Quien suceda a Nicolás Maduro en Miraflores probablemente deberá aplicar una serie de medidas impopulares, reducir el gasto fiscal, levantar paulatinamente el control de cambio, renegociar la deuda interna y externa, pedir auxilio a mercados internacionales y sincerar el cobro de los servicios públicos.

“Macri encontró una complicada situación económica. Resultado de la orientación redistributiva que sobre lo acumulado en la gestión de Néstor Kirchner impuso su sucesora, de quien Macri recibió un país empobrecido, golpeado internamente por la inflación, la pobreza, la pérdida de producción y empleos productivos, a la vez que externamente endeudado, en mora y recurrente default con los acreedores y con el tesoro en ruinas”, dijo la internacionalista Elsa Cardozo.

A juicio de Cardozo, el presidente Macri no tomó las medidas adecuadas en el lapso correspondiente. “Optó por no acometer de inmediato las medidas que serían necesarias y apostó por estrategias para alentar la producción y las inversiones, pero sin las reformas de fondo, coherentes y amplias que dieran piso sostenible al crecimiento”, dijo la experta en materia internacional.

“El presidente Macri tomó una serie de medidas graduales para no generar malestar en la población y la estrategia no le resultó”, comentó el economista Jesús Casique. “No tomó en cuenta el Merval (índice de mercado de valores argentino) y dejó a un lado el factor social”.

Según Casique, los países en América Latina se han acostumbrado a las políticas sociales y cuando un mandatario deja de lado ese factor puede convertirse en un cuchillo para su garganta.

“No puedes tomar medidas económicas sin tomar en cuenta el factor social, Macri subió el precio de los servicios y se olvidó de algunos subsidios a los más vulnerables”, dijo Casique. 

“Desde que Macri llegó al poder ha incrementado todos los servicios que antes eran subsidiados por el kirchnerismo: luz, agua y electricidad. Además hay una inflación galopante”, dijo el comerciante venezolano Carlos Núñez, quien emigró hace poco más de un año a Argentina.

Comparen, pero no ofendan 

Para la internacionalista Elsa Cardozo el inminente regreso del peronismo al poder en Argentina en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales que tendrán lugar el 27 de octubre de 2019 no deja de sorprender.

“Entre los factores que explican el crecimiento de la ventaja de la oposición sobre la fórmula de Macri pesan especialmente el esfuerzo reunificador del peronismo y la compleja y empobrecida situación económica presente en Argentina. Tanto lo primero como lo segundo merecen más atención de la que han recibido”, dijo Cardozo.

El peronismo ha gobernado desde 1945, más que cualquier otro partido, es una fuerza política importante en el país”, dijo el comerciante venezolano Núñez. “El asunto es que cualquier gobierno que no satisfaga las expectativas es reemplazable como paso cuando ganó Macri en 2015”, añadió

Para la internacionalista Elsa Cardozo el retorno del peronismo a la presidencia de Argentina no significa la continuidad de la políticas de Cristina Fernández, semejante a la ruta empobrecedora, personalista y socialmente insensible del régimen venezolano. 

“No parece que sean solo las razones electorales las que han llevado a Alberto Fernández a expresar su rechazo al modelo político y económico venezolano. De modo que de un triunfo de la fórmula AF-CF cabe esperar una posición de menos o ningún compromiso con el Grupo de Lima, pero bastante pragmática y como tal no alineada con el régimen venezolano”, sentenció Cardozo.

Los peronistas no creen que aqui pase algo similar a lo que sucede en Venezuela”, dijo el microempresario Núñez. “Las condiciones geopolíticas son distintas. Aquí los militares no están involucrados en la toma de decisiones, en teoría hay alternabilidad de poderes”, agregó. Alternabilidad sustentada en la frase del general Juan Domingo Perón: “En Argentina hay un 30% de radicales, lo que ustedes entienden por liberales, un 30% de conservadores y otro tanto de socialistas, pero peronistas somos todos”. Tan vigente es la frase que el propio Macri incluye en su fórmula para vicepresidente al peronista, Miguel Ángel Pichetto.

En apariencia, la propuesta peronista no quiere que la relacionen con el gobierno de Venezuela. “Alberto Fernández ha tratado de desvincularse del gobierno de Maduro, creo que por eso la mayoría de los venezolanos que vivimos acá pensamos esperar a ver qué pasa y ahora más que se han limitado las posibilidades de emigrar a Chile y Perú por la exigencia de visas. A nivel personal voy a paralizar ciertas inversiones que tenía planeadas para llevar a cabo, puesto que debo esperar de qué forma reaccionará la economía”, dijo Núñez.

Pese a que las economías de Argentina y Venezuela están en declive, para Jesús Casique hay una brecha considerable entre una y otra. “Los niveles de endeudamiento son distintos. Al gobierno de Venezuela nadie lo va a financiar, en cambio el de Argentina ha recibido el apoyo del Fondo Monetario Internacional”.

Es fundamental reconocer las diferencias y matices entre Venezuela y Argentina. Entre los que parecen más relevantes están que el gobierno de Cristina Fernández nunca acumuló un nivel de destrucción y rechazo nacional o de presión internacional comparable al del régimen venezolano hoy en día. Tampoco terminó con el nivel de rechazo que este sigue acumulando; la oposición argentina nunca tuvo el apoyo internacional ni las ofertas de asistencia y cooperación internacional para su reconstrucción que Venezuela tiene ahora”.

Para Cardozo el error de Macri fue no atreverse a explicar con franqueza la situación del país. “Así como su tardanza y falta de coherencia en generar apoyos y echar a andar las medidas y políticas indispensables para la reconstrucción económica”.

La moraleja es que si en Venezuela se produce un viraje político, el nuevo presidente tendrá que echar una mirada al sur y evitar el “efecto Macri”.