Chulos de la revolución: desde Podemos hasta Telesur por Víctor Suárez
Chulos de la revolución: desde Podemos hasta Telesur por Víctor Suárez

ScioliyChávez

 

Este gen no es único. Es una variante, pero con mucho morro. Su cinturón explosivo no detonará en el momento de la pérdida de su ciudadela sino que está programado para hacerlo a plazos. Hoy no, mañana sí. No es tonto. No como el kamikaze japonés, que se estrella contra su objetivo y se destruyen ambos, en honor a Hiroíto; ni como él yijadista fanático que se autoflagela en nombre de Alá, ni como los nazis acorralados en sus búnkeres en 1945, ni como Atanasio Girardot, que prefirió hacer estallar la Santa Bárbara patriota para evitar su caída a manos realistas.
Alfredo Serrano Mancilla, el economista andaluz que ama los manantiales ajenos, el agente del Podemos español en América Latina, asesor indistinto de Correa, Evo, Maduro y del Kirchnerismo, anoche no decidió a colgarse de la primera alcayata. El director general del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celag, con sede en Quito), prefirió dejar para otro día su sacrificio. No apareció en ningún momento, como analista en nómina de Telesur, entre los llamados a llorar en vivo la derrota del candidato K, réquiem televisivo cuyo oficio había sido encomendado a Víctor Hugo Morales, un ancla argentino parecido al clown chileno Don Francisco pero de aspecto tenebroso, cuya mejor perla de la noche fatal fue: Ese 48 y pico por ciento es muy valioso para negociar la gobernabilidad.

«No hay que tirar la toalla», ha estado aconsejando Serrano desde hace un mes a sus clientes en América Latina, incluyendo a Vilma Roussef, en Brasil. Observa las dificultades del populismo en América y España, pero las atribuye a la «reconversión de la derecha del siglo XXI», jamás al fracaso del modelo que aúpa.

Anoche no estaba muy vigilante de su ganado que digamos. No se encontraba en su habitual Buenos Aires, sino en España. Y tuiteó, oteando desde lejos que el barco del Kirchnerismo se bamboleaba ante el embate del huracán: «El futuro está en juego. Ojalá no cambiemos a lo Macri; ojalá gane la Victoria…» Y cuando ya no era posible un milagro, cuando el antiguo poderoso acorazado había encallado, @alfredoserramaci dijo: «La derrota comienza a doler. Habrá que analizar razones. No hay excusas, sí explicaciones. Nunca tirar la toalla».

La toalla no la tira, ni la lava, pero sí la perfuma.

¿Cuáles son tales razones, cuáles sus explicaciones?

Empecemos por la financiación: el Celag se asegura de renovar convenios con el gobierno venezolano. El pasado 11, en Caracas, la vicepresidencia de Planificación (Ricardo Meléndez) y el Celag iniciaron negociaciones  para la firma de un acuerdo de cooperación ($) para el establecimiento de un plan de trabajo entre ambas instituciones para los años 2016 y 2017. La entidad mediadora será la Escuela Venezolana de Planificación (EVP). ¿Para qué? Pedro Calzadilla, presidente de la EVP, señala que la virtud del proyecto “es la visión continental, ya que, desarrolla visiones, análisis y perspectivas comparadas de lo que está pasando en los países y el comportamiento de los procesos políticos de transformación y las reacciones que tienen las derechas en el continente”.

Ok, la visión del proyecto es desarrollar visiones. Por proyectos fantasmas e inútiles del mismo tenor, el Banco del Alba (es decir, el BCV) pagó € 460 mil al cofundador de Podemos, JC Monedero, por un trabajo presuntamente inexistente (no ha sido publicado, ni aparece en memoria, sólo la factura) sobre una nueva unidad monetaria para el continente. Cuando se descubrió el guiso, el producto de la matraca fue a parar, en orden de volumen, a La Tuerka TV (proyecto televisivo de Podemos), al fisco español y a Ernesto Velasco, el fontanero venezolano que le hizo «la segunda».

Serrano Mancilla escribe libros sobre las facultades para-economicistas del fausto Chávez, asesora al BCV, aparece como director de línea de la empresa de Jesse Chacón GISXXI, hace tertulias a distancia en Telesur, mantiene un staff del Celag en Venezuela. Practica, así, contrabando de extracción. Un chupóptero, pues.

Pero en su memorial de explicaciones sobre lo sucedido ayer en Argentina, Serrano Mancilla prefiere expresarlo así:
«En este siglo XXI, es la primera vez que un proceso de cambio en América latina pierde en las urnas». Una simple constatación.

A Cristina Kirchner aconseja: «Toca afrontar este delicado momento, por ejemplo, tal como lo encaró Chávez cuando perdiera el referéndum constitucional del año 2007». Es decir, que se alce, que burle la ley.

De Scioli dice que no se escribe con K, no es puro, no los representa, no era el candidato ideal, quizá como Maduro respecto de su mentor, aunque, como todo fariseo, siempre ha mantenido que para Chávez fue la mejor elección. «Está más cerca de un peronista de los noventas que de un kirchnerista del siglo XXI. Hay una distancia sideral entre él y la Presidenta».  Advierte al próximo en el radar (Correa, en Ecuador): «No sirve cualquiera para continuar con un proyecto de cambio por muy bien engrasado que esté».

Sobre el vencedor, Macri: «Es clave aprender a no subestimar a esta nueva derecha emergente que se complementa -a la perfección- con los medios hegemónicos y con los poderes económicos, pero que se presenta como otra cosa, con otro tono, con otras formas». La izquierda, su izquierda, no hizo lo que sí le funcionó, a su manera de ver, a la derecha, lo que cree que es la derecha, que en este caso se reinventó.

 

¿Dónde vas mujer de fuego / oh, mujer de cabaret?

No lo sabe. Piojo sin perro pierde el sentido. Sangui sin juela, también. Ahora adjura de su teta, que ayer noche se le fue.

El chupóptero se desorienta por un segundo. Recobra luego su brújula insaciable, con su anzuelo cazabobos emprende camino: ¿Hacia dónde? Hacia Venezuela, próxima escala.

Se dice a sí mismo, y no le importa lanzar la intención al vuelo: «Toca pensar en cómo no perder en la próxima cita electoral en cualquier otro lugar de la región; o cómo levantarse de ésta para volver a ganar. El capitalismo nunca tira la toalla, y por lo tanto, nosotros tampoco».

«Cómo no perder», no es lo mismo que «cómo ganar».

Corrijo: Es un gen único, es capaz de atisbar lo que pasará en Venezuela el 6D.

 

@VSuarezRunrunes