Nepal se enfrenta al monzón y al olvido un mes después del terremoto
Nepal se enfrenta al monzón y al olvido un mes después del terremoto

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Cuando se cumple un mes del terremoto que sacudió a Nepal el pasado 25 de abril, este pequeño y paupérrimo país del Himalaya no solo se enfrenta a las inminentes lluvias del monzón, sino también al olvido por parte de la comunidad internacional. A pesar de que el seísmo, de magnitud 7,8, fue uno de los más potentes de los últimos años y generó grandes titulares en los medios de comunicación de todo el mundo, la ONU solo ha recibido 89 de los 423 millones de dólares (81 de los 385 millones de euros) que necesita hasta julio para atender a ocho millones de damnificados.

Además de cobrarse 8.600 vidas y destruir medio millón de casas, elterremoto hirió de muerte a la industria turística nepalí – uno de sus escasos motores económicos – y dejó daños por valor de 10.000 millones de dólares (9.116 millones de euros), la mitad de su Producto Interior Bruto (PIB). Nepal, donde la vida ya era dura de por sí antes de la catástrofe, tardará un buen tiempo en recuperarse porque su economía se resentirá y crecerá este año menos de lo previsto.

Por su parte, UNICEF estima que 70.000 niños menores de cinco años necesitan urgentemente apoyo nutricional para prevenir el deterioro del estado nutricional de los niños y alrededor de 15.000 niños en 14 de los distritos más afectados necesitarán alimento terapéutico para el tratamiento de la desnutrición severa aguda.

En casi dos decenas de distritos afectados por el terremoto 1,7 millones de niños continúan necesitando ayuda humanitaria de manera urgente – con el riesgo de que aumenten los problemas físicos y emocionales a largo plazo. “Ya estamos viendo un aumento de las enfermedades crónicas –como niños con infecciones respiratorias causadas por el polvo de los escombros en las ciudades y pueblos”, dice Tomoo Hozumi.

“Antes del terremoto, un niño de cada diez en Nepal ya sufría desnutrición aguda, mientras que casi cuatro de cada diez sufrían retraso en su crecimiento debido a la desnutrición crónica”, dice Tomoo Hozumi, representante de UNICEF en Nepal. “Ahora nos preocupa seriamente que la situación se deteriore debido al desastre, y que se pierdan los avances en nutrición que este país ha logrado en los últimos años”.

«La emergencia ha sido financiada, pero no sus fuentes, lo que significa que estamos a punto de fracasar en nuestro compromiso de asegurar que las familias rurales tengan los medios que necesitan para sobrevivir al monzón, que empieza en dos semanas, y luego a la llegada del invierno», advirtió en un comunicado el jefe en Nepal de la Oficina Internacional para las Migraciones (OIM), Maurizio Busatti.

Tras perder sus hogares en el terremoto, cientos de miles de personas tendrán que aguantar las lluvias del monzón cobijadas en tiendas de campaña o bajo lonas de plástico, lo que agravará su ya penosa situación. Por falta de semillas y riesgo de corrimientos de tierra, muchos campesinos tampoco podrán plantar sus cultivos este año, lo que puede disparar la próxima temporada el precio de artículos básicos como el arroz. Además de vaticinar una notable disminución del crecimiento del PIB, del 5,2 inicialmente previsto al 3,8 por ciento, el Banco para el Desarrollo de Asia alerta de que la inflación podría aumentar el próximo año por encima de los dígitos por la falta de alimentos.

Para que Nepal no caiga en el olvido, la comprometida actriz Susan Sarandon rogó a los turistas que regresen a este hermoso país durante su visita del fin de semana, en el que inauguró una campaña para construir 201 refugios para damnificados de los dos terremotos del último mes. Junto al seísmo del 25 de abril, otro de magnitud 7,3 costó 158 vidas el pasado 12 de mayo y provocó cuantiosos destrozos, metiendo aún más miedo en el cuerpo a los sufridos nepalíes.

Empezando por la vuelta de los montañeros y senderistas, la recuperación de la industria turística es crucial para la reconstrucción de Nepal porque su economía depende en gran parte de este sector, tercer pilar junto a la ayuda internacional y las remesas de divisas que envían los emigrantes que trabajan en el extranjero.

* Con información de ABC y UNICEF