Brasil y China firman acuerdos por más de 50.000 millones de dólares
Brasil y China firman acuerdos por más de 50.000 millones de dólares

LiKeqiang

 

El primer ministro chino Li Keqiang firmó el martes con su par brasileña Dilma Rousseff acuerdos comerciales por más de 50.000 millones de dólares, entre los que se destaca el proyecto de un ferrocarril que atravesará la selva amazónica y la cordillera de los Andes para unir las costas atlántica y pacífica.

«Un nuevo camino a Asia se abrirá para Brasil», dijo la presidenta Rousseff. «Cruzará nuestro país del este al oeste, cortando el camino en el continente sudamericano».

Los mandatarios firmaron un acuerdo en el que también participará Perú para realizar los estudios de viabilidad del proyecto ferroviario que unirá la costa atlántica con un puerto peruano. Aunque Rousseff no reveló muchos detalles de la obra, invitó a las empresas chinas a participar y mencionó los estados de Tocantins, en el norte, y Mato Grosso y Acre, en la Amazonia, como estaciones en el camino.

La construcción de la vía férrea está valuada en 30.000 millones de dólares.

 

 

China es el principal socio comercial de Brasil, con un intercambio cercano a los 80.000 millones de dólares en 2014. Las inversiones y proyectos de infraestructura anunciados el martes y que se desarrollarán durante los próximos seis años suman unos 53.000 millones de dólares, dijo Rousseff.

Entre los acuerdos se contempla un financiamiento de 7.000 millones de dólares para proyectos de la estatal Petrobras, envuelta en un escándalo de corrupción que le ha cerrado el mercado de crédito.

El gobierno de China también acordó comprar 40 aviones de la empresa brasileña Embraer y crear un parque industrial automotriz en el estado de Sao Paulo. Muchas de las inversiones anunciadas se llevarán a cabo por medio del Banco Industrial y Comercial de China.

La visita del primer ministro trajo el compromiso de liberar un embargo impuesto en 2012 que impedía a algunos frigoríficos de carne bovina y aves exportar a China tras ser detectado un caso de la enfermedad de la vaca loca.»Ya alcanzamos muchos frutos y vamos a tener más éxitos», expresó Li.

La llegada de capitales chinos no podía ser más oportuna para los brasileños, cuya economía se reducirá en al menos un 1% este año, según los pronósticos. Rousseff anticipó que viajará a China en 2016 invitada por el presidente Xi Jinping.

Brasilia es la primera escala de un viaje que llevará al primer ministro chino a Chile, Perú y Colombia y que llega en momentos en que todo el continente está sintiendo el impacto de una menor demanda china de sus materias primas.

Keqiang, un abogado y economista de la Universidad de Pekín, puede describirse como el gerente de operaciones del presidente Xi Jinping, quien visitó algunos países de América Latina el año pasado. En aquella ocasión, Xi estuvo en Argentina, Brasil, Venezuela y Cuba, en una gira que fue descrita por algunos observadores como un espaldarazo a los gobiernos críticos de Estados Unidos.

Brasil generalmente prefiere costear los gastos de grandes proyectos, según Renato Baumann, experto en asuntos internacionales del instituto de Investigaciones Económicas Aplicadas, un organismo estatal brasileño.

«Pero el Estado se está quedando sin aliento. Hay un desequilibrio fiscal y un déficit en los ahorros del gobierno», manifestó. «El Estado no puede hacer muchas inversiones importantes», lo que hace que el dinero chino resulte vital.

Según Matt Ferchen, director del programa China y el Mundo en Desarrollo para el Centro Carnegie-Tsinghua, “existe una contradicción en la relación de China con la región. Hay cercanía diplomática con países de tendencias izquierdistas, con serios problemas económicos, pero los países más liberales e incluso neoliberales de la Alianza del Pacífico pueden ser potencialmente mejores socios comerciales y de inversión para China”.

 

* Con información de The Associated Press y El Tiempo