Santos: Las FARC tienen en su poder el balón de la paz
Santos: Las FARC tienen en su poder el balón de la paz

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* Con información de AP y EFE

 

El presidente Juan Manuel Santos aseguró el martes que el balón del proceso de paz está en este momento en poder de las FARC, luego de la crisis generada tras la matanza la semana pasada de 11 militares en el suroeste del país.

«Señores de las FARC: la pelota queda de su lado y es hora de que nos demuestren que para ustedes la paz es también ese bien soñado y que la legalidad es su próximo escenario», sostuvo el mandatario durante un acto público.

«Ibamos por un camino razonable, donde los enfrentamientos y las muertes se habían reducido, pero absurdamente insistieron la semana pasada en seguir demostrando que tienen el poder de destruir vidas, de destruir familias, de destruir esperanzas y eso no puede seguir, no lo podemos soportar más años», afirmó Santos.

Las FARC atacaron el 14 de abril una unidad militar en zona rural del municipio de Buenos Aires, en el departamento de Cauca y a unos 300 kilómetros al suroeste de Bogotá.

El jefe de Estado enfatizó en que no atenderá las peticiones de quienes consideran que se debe poner fin al proceso de paz que desde fines de 2012 su gobierno adelanta en Cuba con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para tratar de poner fin a más de medio siglo de confrontaciones entre las partes.

Por su parte, Humberto de la Calle, el jefe de los negociadores de paz del presidente Santos, aseguró que “el camino construido de confianza y esperanza ha sido lastimado”, al cierre del 35 ciclo de las conversaciones de paz y en medio de la tensión que ha generado en Colombia el ataque perpetrado por los insurgentes el pasado miércoles en el suroeste del país.

En una dura declaración, De la Calle atribuyó a las FARC la “responsabilidad exclusiva” de esa acción, acusó a la guerrilla de haber incumplido con su palabra y con su tregua unilateral indefinida y señaló que la credibilidad del grupo rebelde ha quedado en entredicho.

“No hay justificación para los sucesos que conmueven a todos los colombianos. Por el contrario, es una frustrante paradoja que, después de meses de trabajar en medidas para desescalar el conflicto y aliviar la situación de las comunidades que aún viven la guerra, suceda un hecho tan negativo”, lamentó.

No obstante, De la Calle abogó por la continuidad de las conversaciones con la guerrilla porque “poner fin a la guerra es más imperativo ahora que nunca” y porque el diálogo es el instrumento que puede lograr ese objetivo “de la manera menos dolorosa, menos prolongada y, sobre todo, más firme y duradera”.

“La paciencia de los colombianos se agota (…) Mientras más dure el proceso, mayores son las posibilidades de que ocurran hechos que lo saquen de su curso o incluso le pongan fin”, dijo De la Calle.

También quiso dejar claro que el diálogo no es un fin sino un medio y que el gobierno colombiano no está dispuesto a permanecer “indefinidamente” en la mesa de negociación “ni a pactar a cualquier costo”.

“Nuestro deber es buscar soluciones, pero sin sacrificio de las libertades, sin dejar de lado el Estado social de derecho”, agregó.

Momentos antes de las palabras de Humberto de la Calle, los negociadores de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) aprovecharon el cierre de ciclo para anunciar que mantendrán el cese al fuego unilateral e indefinido que declararon en diciembre mientras la guerrilla no sea objeto “del asedio permanente de las tropas”.

“Hay que entender que hay acciones ofensivas que se despliegan en el marco de la legítima defensa”, señaló el jefe de los negociadores guerrilleros, “Iván Márquez”, en una declaración donde insistió en que la “tragedia” del pasado miércoles se debe a la “irresponsabilidad” del Estado colombiano.

“Iván Márquez” (alias de Luciano Marín Arango) dijo que la guerrilla está “muy en serio caminando el sendero de la paz” y que no van a “ponerla en peligro por darle gusto a quienes miden sus éxitos” regresando a la situación anterior a la fecha en que declararon la tregua unilateral.