La vida de la presa política Emirlendris Benítez corre grave riesgo, según informó la ONG Encuentro, Justicia y Perdón a través de sus redes sociales. La organización alertó sobre el deterioro de su salud desde que fue privada de libertad, a pesar de haber recibido visitas del personal médico del Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses (Senamecf).
Sin embargo, Benítez aún no ha obtenido los permisos necesarios para realizarse los exámenes médicos que permitan evaluar su estado de salud y bienestar.
Ante la gravedad de su situación, la ONG exige de manera urgente e inmediata que se le garanticen los exámenes médicos pertinentes, así como terapias especializadas, dado que su condición lo requiere.
“La justicia debe ser un factor esencial para garantizar el respeto a los derechos humanos, y la salud de los presos políticos no debe ser una excepción”, subrayó la organización en su comunicado.
Benítez fue detenida el 5 de agosto de 2018 en un control de seguridad ubicado en la autopista José Antonio Páez, en Barinas, y actualmente cumple una condena de 30 años de prisión, la pena máxima establecida por el Código Orgánico Procesal Penal (COPP). Se encuentra recluida en el Instituto Nacional de Orientación Femenina (INOF), en Los Teques, estado Miranda.
#ATENCIÓN Hacemos un llamado urgente a las autoridades para que se brinde la atención médica que Emirlendris Benítez, presa política venezolana, requiere de manera inmediata.
Emirlendris lleva una lucha incansable por su salud desde que fue privada de libertad, aunque recibió la… pic.twitter.com/jpxjESYc49
— Justicia, Encuentro y Perdón (@JEPvzla) February 27, 2025
Torturas y deterioro de salud
Durante una conferencia en la Universidad Central de Venezuela (UCV) en noviembre de 2024, su hermana, Melanie Leal, denunció públicamente las torturas y maltratos que Emirlendris ha sufrido.
Antes de ser trasladada al INOF, Benítez estuvo detenida en el Servicio de Inteligencia en Boleíta, Zona 7, en Caracas, donde, según su hermana, fue sometida a torturas “de muchas formas”, incluyendo la extracción de las uñas de los pies. Además, el encierro prolongado le ha provocado el desarrollo de enfermedades que no padecía antes, y ahora requiere atención médica urgente.
“Mi hermana estaba temerosa y no la pudimos ni tocar porque estaba rodeada de funcionarios”, relató Leal sobre la primera vez que la vieron tras su detención. También afirmó: “A ella le dieron 30 años de prisión siendo inocente. Desde que está detenida, ha manifestado diversos problemas de salud. Ahora tiene una hernia que no le permite caminar como lo hacía antes. Es inocente”.
Emirlendris Benítez forma parte de las 121 mujeres detenidas por razones políticas en Venezuela, según el último balance de Foro Penal, actualizado el 21 de febrero de 2025. Su caso ha generado preocupación tanto a nivel nacional como internacional, debido a las denuncias de tortura, la falta de acceso a atención médica adecuada y las condiciones de su encarcelamiento.
*El periodismo en Venezuela se ejerce en un entorno hostil para la prensa, con decenas de instrumentos jurídicos dispuestos para el castigo de la palabra, especialmente las leyes “contra el odio”, “contra el fascismo” y “contra el bloqueo”. Este contenido está siendo publicado teniendo en consideración las amenazas y límites que, en consecuencia, se han impuesto a la divulgación de informaciones desde dentro del país.
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