Por el alzamiento en Cotiza Luis Bandres vivió de cerca la tortura
En el alzamiento de Cotiza, los 27 militares sublevados tenían la intención de tomar el palacio de Miraflores, pero en vez de apoyo encontraron resistencia por parte de otros agentes y fueron aprehendidos por las autoridades
El llamado de Juan Guaidó a los miembros de las Fuerzas Armadas a desconocer el gobierno de Nicolás Maduro, tras juramentarse como presidente interino aquel 10 de enero de 2019, lo acató el sargento mayor de tercera de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), Luis Bandres Figueroa.
Luego de las cuestionadas elecciones presidenciales de 2018 calificadas por varios países como “ilegítimas” y el establecimiento de un gobierno interino en Venezuela se avivaron nuevamente las protestas antigubernamentales, y con ellas, un motín militar en un comando de la GNB ubicado en Cotiza, en el noroeste de Caracas.
“Señores, pueblo de Venezuela, aquí les habla el sargento mayor de tercera Bandres Figueroa, Luis Alexander, de la Guardia Nacional. Aquí está la tropa profesional de la Guardia Nacional en contra de este régimen, el cual desconocemos completamente. Necesito el apoyo de ustedes, pueblo de Venezuela. Salgan a las calles, aquí estamos nosotros, lo que ustedes querían. ¿Ustedes pedían que saliéramos a las calles, que defendiéramos la Constitución? Aquí estamos, aquí tenemos a la tropa. ¡Es hoy! ¡Es hoy, señores, es hoy! Pueblo, salgan, apóyennos. ¿Ustedes querían que las Fuerzas Armadas saliéramos a las calles? ¿que prendiéramos la mecha? Aquí la estamos prendiendo, necesitamos el apoyo de ustedes”, fueron las palabras del sargento de tercera que se hicieron virales en redes sociales la madrugada del 21 de enero de 2019.
En otro video, el sargento de tercera hacía un llamado a los “guerreros de la calle” a que salieran a protestar y a exigir sus derechos. Según información oficial, los 27 militares sublevados habían asaltado un puesto de coordinación policial en Macarao, al suroeste de la ciudad, para llevarse vehículos militares. Posteriormente, robaron armas de guerra de un destacamento de Petare, al extremo noreste de Caracas y de allí, se fueron a Cotiza.
El llamado de Bandres Figueroa también lo acataron los habitantes de Cotiza, quienes cerraron las calles en apoyo del grupo insurgente, atravesaron obstáculos, quemaron cauchos y basura en rechazo al gobierno de Nicolás Maduro y la crisis política, económica y social. Sin embargo, fueron reprimidos a punta de gases lacrimógenos y perdigones por parte de militares, funcionarios de la Fuerzas de Acciones Especiales (Faes) y colectivos, en unos hechos que dejaron como resultado decenas de heridos y una mujer asesinada en la puerta de su casa.
En el alzamiento de Cotiza, los 27 militares sublevados tenían la intención de tomar el palacio de Miraflores, pero en vez de apoyo encontraron resistencia por parte de otros agentes y resultaron aprehendidos por las autoridades en horas de la mañana.
“Quien ultraje sus armas con infames vicios, será castigado con todo el peso de la ley”, fue parte del comunicado que posteó el ministro Vladimir Padrino López en Twitter, luego del alzamiento militar.
Quien ultraje sus armas con infames vicios será castigado con todo el peso de la ley. https://t.co/DC6hJZv0qs
— Vladimir Padrino L. (@vladimirpadrino) January 21, 2019
Torturas prolongadas
A Luis Alexander Bandres Figueroa lo acusaron por los delitos de motín, instigación a la rebelión, sustracción de efectos pertenecientes a la Fuerza Armada, desobediencia, ultraje a la Fuerza Armada, todos los delitos a título de autor.
Sandra Hernández, esposa de Luis Bandres, detalló que el día que detuvieron al sargento se lo llevaron a Fuerte Tiuna, donde lo recibieron Jesús Suárez Chourio y Remigio Ceballos -militares muy activos y simpatizantes de Maduro-, quienes lo golpearon y ordenaron su traslado a los sótanos de la Dgcim en Boleíta, en Caracas.
“Fue torturado durante cuatro días consecutivos con bates, palos, manoplas de metal, cadenas, lo electrocutaron, lo asfixiaron con bolsas plásticas, lo colgaron, lo amenazaron con asesinar a sus hijos y a su esposa, lo obligaron a comer sus heces fecales, fue tan fuerte la tortura que hubo un momento dónde buscó suicidarse, fue presentado ante el tribunal, sucio, con la ropa llena de orines y heces fecales”, narró Hernández.
Posteriormente, al sargento Bandres lo trasladaron al Centro Nacional de Procesados Militares de Ramo Verde donde la situación no era tan distinta debido a que también sufría torturas y tratos crueles e inhumanos.
El 5 de marzo de 2020, a Luis Bandres se lo llevaron al Centro de Procesados Militares Oriente, mejor conocida como la cárcel de La Pica, donde también lo sometieron a torturas y además lo alejaron de sus familiares, quienes se tuvieron que mudar al estado Monagas para estar cerca de él.
Sandra Hernández detalló que a su esposo lo mantuvieron dos meses en un cuarto de torturas que llaman “El Tigrito” y también en “El Pozo”, un espacio muy pequeño que no tenía poceta en donde tuvo que convivir con sus heces y orina durante 15 días y sin recibir alimentos, solo dos litros de agua al día en una ciudad tan calurosa como Maturín.
Durante los tres días que se mantuvo en huelga, Bandres no recibió atención médica pese a presentar fuertes dolores de cabeza y de estómago, Sandra denunció que el servicio de enfermería de la cárcel de La Pica se negó a prestarle primeros auxilios o proveerle hidratación.
#URGENTE Necesito toda la ayuda posible mi esposo se ha declarado en huelga de hambre, solicita la visita de los entes internacionales presentes en el país.#LiberenABandres
Temo por su vida y su integridad física.— Sandra Hernández (@Sandra_H_VB) January 17, 2022
Sentenciado por traición a la patria
El 23 de junio de 2022, al sargento Bandres Figueroa lo condenaron a 15 años y seis meses de prisión. Por el hecho también fueron condenados Geomar Martínez Natera, Rico Urrieta, Andrés Paredes, Asdrúbal Chirinos, Hebert Glok Vásquez, Yeiser Montero Yeiser, Kervin Manuel Charles, Neomar Salcedo y Edgar Díaz Vivene, entre otros.
Según detalló Sandra Hernández, la sentencia de Bandres la publicaron el 26 de septiembre de 2022 y ante una apelación interpuesta por la defensa contra la decisión del Tribunal Primero de Juicio de la corte Marcial Militar, quedó “sin lugar” en junio de 2023, por lo que interpusieron un recurso en la Sala de Casación Penal que también desestimaron porque “no había claridad en lo planteado”.
Por el caso de Bandres Figueroa distintos organismos internacionales como la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, la Misión Independiente de las Naciones Unidas, sobre la Determinación de los hechos en Venezuela del año 2020 y la Corte Interamericana de Derechos Humanos han otorgado medidas cautelares a favor del sargento y los demás militares que han pasado desapercibidas por el gobierno de Nicolás Maduro.
“Ellos saben lo que pasa con su padre”
Ya han pasado cinco años desde la detención de Bandres, y desde entonces, su salud se ha deteriorado constantemente. Sandra Hernández afirmó que padece de insomnio, mareos, dolores constantes de cabeza, rinitis aguda, asma y ansiedad.
Asegura que tanto para ella como para sus dos hijos “la vida ha sido muy difícil”.
“Hemos pasado muchas situaciones difíciles, económica y emocionalmente, pero gracias al apoyo de nuestra familia hemos podido sobrellevar la situación”, afirmó
A pesar de que es docente, Hernández no pudo ejercer su profesión, ahora se dedica a vender productos de limpieza, o lo que sea necesario para mantener a sus hijos adolescentes.
“Desde el primer momento ellos saben que su papá está privado de libertad por no apoyar el régimen que hoy nos gobierna, son niños nobles que saben que el sacrificio de su padre en algún momento va a ser reconocido”, finalizó.
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