Odell López Escote, autor en Runrun

Odell López Escote

10 claves l Lo malo y lo feo del evento electoral de este #6D
Nadie le tuvo miedo al COVID, menos respetaron la prohibición de hacer proselitismo político. La prensa fue objetivo de censura y los gobernadores se sintieron insatisfechos

Si estas elecciones parlamentarias hubiesen sido fiesta, como se repite en el cliché de la jerga política, hubiese sido una sin pasapalos, sin música y sin gente. El centenar de incidencias en el desarrollo del proceso de este 6D van desde irregularidades al abrir los centros, control social con la comida por parte de grupos políticos del Psuv, hasta la incertidumbre sobre la hora real del cierre de las mesas.

La Ley Orgánica de Procesos Electorales (LOPRE) y la Constitución son claras: no se debe hacer proselitismo político el día de la elección, no se deben usar recursos públicos para aventajar a una opción partidista, no se debe coaccionar el voto. Nada de eso se respetó este domingo. Por eso, desde el #GuachimánElectoral hemos preparado las 10 irregularidades más destacadas durante el evento electoral.

1.- Quita y Pon: el Registro Electoral cerró el pasado 29 de julio, pero a Nicolás Maduro le cambiaron su centro de votación el mismo día a de la elección. Temprano en la mañana la página web del el Poder Electoral mostraba que, como de costumbre, Maduro votaba en el Liceo Miguel Antonio Caro de Catia, en Caracas. Sin embargo, minutos antes de su sufragio, la página cambió el centro de votación del dirigente a la Escuela Ecológica Bolivariana Simón Rodríguez en Fuerte Tiuna.

El rector del Poder Electoral, Leonardo Morales, no tenían ni idea de dónde votaba Maduro ni que había sido migrado de centro de forma express. “Confieso que en lo personal yo no sabía ni dónde votaba el presidente, mucho menos que hubiesen votado en un sitio distinto al que aparece en el registro electoral, pero déjame verificarlo”, soltó.

La mañana de este lunes, 7 de diciembre, Jorge Rodríguez, jefe del comando de campaña del PSUV dijo que el gobernante se había cambiado como “lo puede hacer cualquier ciudadano”.

2.- Retardados y ausencias: a vuelo de pájaro, Timoteo Zambrano precisó que entre 20 % y 30 % de los centros de votación no abrieron a tiempo, debido a fallas técnicas o a la ausencia de miembros de mesa. A este señalamiento se le suma otro que aseguraba que los miembros de mesa no estaban capacitados para el inicio de las operaciones en los centros electorales. En la plataforma del Guachimán Ciudadano recibieron reportes de incorporación de electores como miembros de mesa, sin ninguna preparación.

3.- Sin soluciones: Leocenis García, dirigente del partido Soluciones denunció que el Plan República no permitió el acceso de sus testigos a varios centros de votación al comienzo de la jornada. Al finalizar la jornada, también denunció que el Ceofanb le impidió a los representantes de su partido entrar a la sala de totalización de votos.

Para este lunes, 7 de diciembre, el partido Movimiento Al Socialismo (MAS) ya denunciaba que pudieron constatar que en los datos que aparecen en la página web del CNE, estado por estado y centros de votación, “o no aparece la tarjeta del MAS con los votos, o no aparecen las tarjetas de otros partidos”, según afirmó Felipe Mujica, secretario de esa organización política.

4.- Gobernadores insatisfechos: el llamado de Jorge Luis García Carneiro, gobernador de Vargas fue claro: “Estamos teniendo unos resultados precarios”, con ese reclamo activó las alarmas de los dirigentes partidistas en su estado para remolcar, a como diera lugar, a los ciudadanos que decidieron no salir a votar este 6D. El candidato a diputado por el mismo estado e hijo de Maduro, Nicolas Maduro Guerra hizo lo mismo, “no estamos conformes con los resultados, hasta ahora. Podemos dar más. Debemos dar más”, ordenó en una nota de voz difundida por WhatsApp. Este ejemplo también lo siguió Julio León Heredia en Yaracuy y también la alcaldesa del municipio Libertador de Caracas, Erika Farías.

5.- Remolcando hasta con motos: la jornada no podía terminar con centros vacíos, por eso los dirigentes del partido de gobierno usaron cualquier recurso que tenían para obligar a los venezolanos a votar. En Mérida y Trujillo los directores del Saren, Ministerio de Educación e Inces llamaron por teléfono a sus empleados para amenazarles con ser despedidos si no iban a votar. En Nueva Esparta usaron carros y motos particulares para trasladar a los votantes hasta los centros, al final de la tarde. En otra parte de la Isla las unidades de Bus Margarita estuvieron a la orden para empujar a quienes se quedaron en sus casas este domingo. Directores de Protección Civil en Mérida pidieron un archivo de excel con las cédulas de sus empleados, el cual debía ser monitoreado cada cuatro horas.

6.- El partido y el Estado: los 200 metros necesarios para respetar el perímetro de los centros electorales no fue tomado en cuenta durante esta jornada. Cientos de denuncias fueron recibidas por ONG en las que señalaban la existencia de puntos de control del Psuv, con personal pasando lista o escaneando el carnet de la patria.

7.- Un par de zapatos por un voto: funcionarios de la alcaldía del municipio Ospino, en el estado Portuguesa, regalaron zapatos a quienes votaban en el centro electoral “La Batalla” de la urbanización Gonzalo Barrios. Eso podría ser poca cosa comparado con la denuncia de que la directora del hospital Raúl H Pascuali obligó a los pacientes operados en ese centro de salud a ir a votar y a tomarse una foto en el centro electoral.

8.- Censura es dictadura: el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP) y la ONG Espacio Público denunciaron que funcionarios de la Guardia Nacional impidieron el trabajo de periodistas en varios estados. A Miller Alvino Medina, reportero de la web Núcleo Noticias le hicieron un flaco favor, pues los funcionarios le pidieron que se retirara del centro de votación Escuela Básica José María Vargas en Barcelona, “por su bien”. En Trujillo, periodistas del Diario de Los Andes, Teleboconó, Radio Burate y Radio Jardín, denunciaron que funcionarios del Plan República les impidieron tomar fotos o testimonios en el centro de votación Ateneo. Por otro lado, seis representantes de medios de comunicación de Anzoátegui: El Pitazo, Crónica Uno, Todos Ahora, El Universal, Cima 360 y Noticias de Aquí denunciaron que fueron excluidos del plan semanal de abastecimiento de combustible

9.- Incertidumbre al cierre: no hubo el acostumbrado, y necesario, anuncio del cierre de mesas y comienzo de totalización de resultados. Aunque la jornada, oficialmente, se extendió hasta las 7:00 de la noche, posterior a eso se intuyó que todo había cerrado y que el CNE había comenzado con el proceso final. Quizás la llegada de los observadores internacionales dio cuenta de la fase electoral en al que se estaba, pero desde el CNE no hubo ningún pronunciamiento, sino a la 1:30 de la madrugada del lunes, 7 de diciembre, cuando Indira Alfonzo leyó los índices de participación.

10.- “El candidato COVID“: las medidas de bioseguridad para prevenir contagios por COVID-19 no fueron la prioridad en esta jornada. Pese a que Venezuela solo estaba cumpliendo con tres de las 50 medidas que exige la OMS para hacer elecciones en pandemia, las denuncias de funcionarios del Plan República y del propio CNE sin el uso de máscaras ni la distancia requerida, fueron la constante.

#GuachimánElectoral | ¿Por qué la oposición que se unió en 2015 no es la misma que se separó en 2020?
Pese a que los indicadores sociales, políticos, económicos y humanitarios son más críticos que hace cinco años, los factores que adversan a Nicolás Maduro están atomizados en varias vías que buscan una solución

 

@OdeLopez

 

Un centenar de acontecimientos políticos, económicos y sociales separa a Venezuela de la que fue en 2015. Ese año, la crítica situación del país generó una alianza entre los diferentes factores opositores frente a las elecciones parlamentarias, entonces, ¿por qué es tan cuesta arriba hacer política en coalición en 2020, un año que, según estudios estadísticos, está peor que hace cinco años?

En septiembre de 2020 la oposición se divide en tres grandes grupos: la Presidencia interina encargada a Juan Guaidó con la Asamblea Nacional y la comunidad internacional a su costado; Henrique Capriles Radonski con su propuesta de exigir de no abandonar el terreno electoral, pero exigiendo que se postergue los comicios por la pandemia, y María Corina Machado, quien insiste en la necesidad de la ayuda extranjera para salir de Nicolás Maduro.

El 23 de enero de 2015 todos estos actores estaban en otro escenario: la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), donde se selló un pacto de lucha política, inspirados en la crisis que atravesaba el país.

“Hoy también nos une el descontento: en el barrio y en la urbanización, en los sectores populares y en la clase media (…) A pesar de haber manejado más dinero y poder que ningún otro gobierno en nuestra historia, hoy Venezuela es un país sin alimentos en sus abastos, sin medicinas en sus farmacias, sin seguridad en sus calles y sin vergüenza en sus gobernantes (…) ¡Esto no puede continuar!”, rezaba el acuerdo firmado por los grandes partidos: Acción Democrática, Primero Justicia, Voluntad Popular y Un Nuevo Tiempo, los partidos minoritarios y algunos independientes como Vente Venezuela, todos bajo la conducción de Jesús “Chúo” Torrealba, secretario ejecutivo de la MUD.

Torrealba cree que la institucionalidad que se logró en ese entonces fue extinguida durante los últimos cinco años debido a una política de ensayo y error que ha dejado a una oposición cuyos pedazos son difíciles de ensamblar.

“Lo que pasa hoy es que quienes tienen el control y la iniciativa política imponen su voluntad al resto de los factores”, sentenció.  Pero como dato más revelador, el exsecretario de la extinta MUD también cree que la diversidad de puntos en la comunidad internacional, que respalda a la oposición desde hace dos años, ejerce una presión importante dentro de las corrientes opositoras.

La crisis se quedó

Si a las bases del pacto opositor de 2015 le cambian la fecha y le actualizan los números de la situación país podría seguir tan vigente como hace cinco años: en agosto de 2020, el Foro Penal Venezolano contabilizó cerca de 386 presos de conciencia, 389% más que en 2015.

En 2015, 90% de los venezolanos admitía que debía hacer colas interminables para abastecerse de productos básicos y de limpieza, la escasez en cifras del Banco Central de Venezuela se ubicaba sobre 30%, aunque firmas privadas la situaban muy por encima de ese rango, y la inflación debutó con tres cifras: 141%.

En 2020 las colas se acabaron, hay abastecimiento, pero la mayoría de los venezolanos no puede acceder a los productos de la canasta básica con el sueldo mínimo de unos 2 dólares mensuales, aproximadamente; la dolarización se instaló extraoficialmente y los CLAP se han utilizado como elemento de control social.

Los estudios de la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi) reflejaron en 2015 que 48.8% de los hogares venezolanos era pobre en extremo. La cifra en 2020 se montó en 79.3%, unos 30,5 puntos por encima.

En términos sanitarios, Médicos Unidos por la Salud hablaba hace cinco años de que 44% de los quirófanos no funcionaba y 94% de los laboratorios no tenía suficientes insumos para trabajar.

La encuesta nacional del sector salud de este año reveló que este 2020, 57,14% del área no tiene guantes, 61,9% no tiene tapabocas y 76,19% no tiene ni siquiera jabón para hacerle frente a la pandemia del COVID-19.

Pese a estos indicadores de la crisis y el objetivo común de los actores de la oposición de lograr cambios en lo político, económico, social y hasta humanitario en el país, Torrealba cree que falta alguien que se ponga al frente con una estrategia eficaz previamente consultada con los sectores, no solo políticos, y que dé paso a un plan de gobierno ampliamente consensuado.

El dirigente reprocha la falta de continuidad y sustitución del proyecto político de 2015, que planteaba el punto de partida para la solución de los problemas de aquel momento y que en este persisten. Sin eso es aún más difícil armar un rompecabezas de fuerzas políticas que reme en un mismo sentido, consideró.

El pasado haciendo peso

Esa política de ensayo y error de la que habla Torrealba, que a su juicio destruyó la institucionalidad de la MUD, complica el restablecimiento de la unidad monolítica que existía en 2015.

En ese momento la fractura interna que generó la represión contra La Salida, promovida por Leopoldo López, María Corina Machado y Antonio Ledezma, conllevó a un proceso de recomposición que terminó en el triunfo amalgamado de 2015.

Lo que hoy día hay, en palabras de Torrealba, es una seguidilla de eventos que exterminó el trabajo en conjunto que se venía haciendo para dar paso a propuestas que priorizaban el personalismo político, como fueron las protestas de 2017, en la que Voluntad Popular arrastró a Capriles al ala más radical para promover “La Salida II”, lo que dejó a los partidos Acción Democrática y/o Un Nuevo Tiempo mirando los toros desde la barrera al no estar convencidos de la efectividad de las protestas para salir de Nicolás Maduro.

Otro elemento a tomar en cuenta fue el descontento interno que, según Torrealba, se generó tras la decisión del G4 de abstenerse en los comicios de 2018, cuando Nicolás Maduro fue reelecto en condiciones cuestionables, según organismos internacionales, y desconocido por al menos 50 países.

El exsecretario añade que la proclamación de Guaidó como Presidente interino ocurrió de manera inconsulta y también generó diferencias, así como la rebelión promovida el 30 de abril de 2019, cuando se vio a Leopoldo López fuera de la casa por cárcel junto a Guaidó, en los alrededores de La Carlota.

La participación política que pudiera tener el Departamento de Estado de Estados Unidos en algunas estrategias internas, por medio de los representantes del gobierno interino en Washington, también impide que haya maniobras unificadas y eficaces. “En 2015 la oposición tenía mejor táctica y estrategia. Las decisiones se tomaban en el país, en consulta con múltiples actores. Eso no pasa ahorita”, aseguró.

Todas estas rencillas ocurridas en medio del devenir político venezolano dificultan el terreno del consenso que permitió a la oposición tener una abrumadora mayoría en la AN desde hace cinco años porque, además, debido a las estrategias fallidas, cada uno de los factores quiere imponer su verdad, explica Torrealba.

Unidos, pero separados

El politólogo y director de ORC Consultores, Oswaldo Ramírez, cree que, aunque hay al menos dos rutas políticas sobre la mesa, no se debe afirmar que no hay unidad en el seno de la coalición opositora.

Según su análisis, la oposición “ha seguido creciendo alrededor del liderazgo de Guaidó, quien ha propuesto una ruta unitaria en la que 37 organizaciones políticas y 105 entre sociedad civil y gremios lo respaldan como una figura legítima”.

Ramírez coincide con Torrealba: que haya dos propuestas, casi antagónicas, obedece a la búsqueda de liderazgo por determinados sectores que no se limitan a Capriles, sino que van más allá con actores como los de la Mesa de Diálogo Nacional e inclusive Henri Falcón.

“No es la primera vez. Se vio en 2014, 2015, 2017 y parcialmente en 2019, lo que pasa es que no hubo forma de gritar a los cuatro vientos que no estaban de acuerdo con alguna ruta propuesta”, recuerda.

En contraste, Carmen Beatriz Fernández, analista política y profesora de la Universidad de Navarra, en España, en conversación con el #GuachimánElectoral, señaló que la postura del Departamento de Estado de Estados Unidos, la Unión Europea y El Vaticano ha sido clave para determinar los divorcios públicos de la oposición.

En la perspectiva de algunos factores conservadores como Capriles es impensable prorrogar el interinato de Guaidó después del 5 de enero de 2021, porque se estaría violando la Constitución. Esta transgresión de forma y de fondo, además, podría restarle apoyo de algunos de los 60 gobiernos del mundo que respaldan al presidente de la Asamblea Nacional.

Previendo este escenario, entra al ruedo Capriles y su propuesta de presionar al madurismo para que se produzcan mejores condiciones y que se postergue, al menos seis meses, la elección por la pandemia. En criterio de Fernández, podría haber sido previamente fraguada con dos piezas fundamentales de la comunidad internacional: Josep Borrell, alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, y El Vaticano.

De ser así, tal como ocurre en el patio interno, Venezuela estaría al frente de dos ofertas distintas de la comunidad internacional para salir o afrontar la administración madurista: la del viejo continente y su postura electoralista encabezada por Capriles y la de Estados Unidos que, además de respaldar la hoja de ruta de Guaidó, presiona sobre los jerarcas de Maduro con sanciones.

La profesora universitaria expresa que la postura de los europeos responde al peligro que representa Maduro para los valores democráticos de Occidente. “Si al final Maduro gana, la puñalada no solo se le estaba dando a Venezuela sino a la visión occidental de la democracia”, sentenció.

Los días seis

Tan relevante como el 6 de diciembre, el día pautado para las parlamentarias, es el 6 de enero de 2021, el día después de que se instale la nueva Asamblea Nacional. Según Torrealba representa una reconfiguración del poder e inclusive el resultado de la política y error de todos estos años.

“Toda la clase política venezolana tiene que sentarse a ver su obra, Venezuela es hoy el último país de la región, el más pobre de Latinoamérica. La culpa es de Chávez y Maduro, pero la responsabilidad de articular una alternativa es de la oposición, que cada vez que ha tenido una oportunidad en las manos se las ha ingeniado para destruirla”, resaltó.

El exsecretario asegura que la falta de unidad podría pasar factura en términos de preferencia política o electoral. Para ejemplificarlo, se refirió al estudio de la encuestadora Delphos de la primera semana de agosto: la mitad de los encuestados consideró que la oposición es débil como coalición política. El estudio también reveló que 7 de cada 10 venezolanos cree que la otrora unidad está más desunida que antes.

Sin embargo, el entrevistado hizo la salvedad, “aunque la gestión de Guaidó se ha venido a menos, es mucho más grande el país que rechaza a Maduro, que a la oposición partidista. 

#GuachimánElectoral:  El CNE impuso tres formas de escogencia: nominal, lista y “la ñapa” para el #6D
El nuevo sistema de adjudicación de escaños crea dudas sobre si realmente los partidos políticos más pequeños tendrán mayor oportunidad de ganar

 

@OdeLopez

 

A simple vista parece que quienes decidan acudir a votar el #6D en las elecciones parlamentarias tendrán la oportunidad de elegir más. Antes, la gente votaba por 167 diputados y ahora lo hará por 277. Sin embargo, elegir más no es exactamente decidir.  

Con el incremento de escaños, el novel Consejo Nacional Electoral (CNE) determinó tres tipos de elección: diputados nominales, es decir por nombre y apellido (inclusive con su foto); diputados lista (los que designen desde los partidos) y “una ñapa” de lista nacional, no prevista en ninguna de las leyes nacionales. 

En las dos últimas formas de elección los nombres de los candidatos se desconocen, pues resultan de discusiones internas de las organizaciones políticas, las que deciden quiénes se sentarán en la cámara una vez obtengan los votos necesarios. 

En el #GuachimánElectoral nos proponemos explicar en un simple ABC las formas de adjudicación de escaños: 51% entrará vía acuerdos políticos entre partidos y no por la elección nominal. 

A los que elegirán a tientas 

El origen de la lista nacional y los otros cambios provienen de la sentencia 0086 del Tribunal Supremo de Justicia derivada de la demanda que ejercieron los dirigentes de los partidos que conforman la Mesa de Diálogo Nacional.

Junto a la aceptación de esta demanda interpuesta por: Javier Bertucci, Claudio Fermín, Timoteo Zambrano, Felipe Mujica, Luis Augusto Romero, Rafael Marín, Juan Carlos Alvarado y Segundo Meléndez, el TSJ también le dio luz verde al nuevo ente comicial  para ampliar y redistribuir la cantidad de diputados, pues según el fallo la Ley Orgánica de Procesos Electorales (Lopre) no garantiza la personalización del voto y la representación proporcional. 

De acuerdo con Eglée González-Lobato, directora de la Cátedra “Libre Democracia y Elecciones” de la Universidad Central de Venezuela (UCV) y exconsultora jurídica del CNE, la lista de adjudicación nacional rompe con el criterio tradicional básico en un Estado de Derecho, en el que los diputados representan a las entidades federales y a sus ciudadanos. “¿A cuáles estados representa una circunscripción nacional? ¿Cuál es el presupuesto municipal que ellos defenderán?», cuestionó en torno a la lista de adjudicación nacional.

De acuerdo con la experta, la lista nacional busca resolver la falta de democracia en las toldas, pues se prevé que mediante esta modalidad se designen los cogollos centrales que funcionan en la capital, para no incidir en la elección de candidatos regionales, cuya falta de popularidad pueda restarles la oportunidad de un escaño en el Parlamento. 

El politólogo y editor de Parlamundi Venezuela, Xavier Rodríguez Franco, cree que los 110 nuevos curules añadidos, entre los que se encuentran los nacionales, son desproporcionados y que la sobrerrepresentación parlamentaria no garantiza una mayor efectividad en las actividades de los diputados en su circunscripción. En este punto coincide con González-Lobato y recuerda que un parlamentario representa a una circunscripción, que a fin de cuentas es un territorio específico, pero no a todo un país. 

Lo que dice la ley

El artículo 186 de la Constitución establece que todos los estados deben tener como mínimo tres diputados. Esto arroja un número fijo de 72 funcionarios al multiplicar los 24 estados por tres. 

Los otros diputados deben ser electos de forma proporcional. Es decir, la cantidad de habitantes de cada estado se divide entre el 1.1% (factor establecido en la Constitución) de la población total del país. La base poblacional este año es de 360.558,61. Al dividir la población de cada estado entre ese 1.1% se traduce en cuantas veces la base poblacional está representada en el número total de habitantes de una entidad.

La cifra que resulte se redondeará hacia arriba y será la cantidad de parlamentarios en cada entidad. La sumatoria de estos resultados más los tres diputados indígenas serán el total de curules que conformará la Asamblea Nacional. 

Una vez con la cantidad de diputados por estado se debe decidir cuántos son nominales y cuántos lista. Cuando una entidad tenga 10 o más diputados tres de ellos serán lista y el resto escogido por nombre y apellido. El siguiente establece que cuando en un estado hay nueve o menos diputados dos de ellos serán designados por lista y el resto será nominal. Esto según la lógica legal y no la lógica política que aplicó el Poder Electoral.

Rodríguez Franco, de Parlamundi Venezuela, es enfático al afirmar que las reformas de carácter supranacional son ilegales, porque el Poder Judicial no debe estar por encima de la Constitución.

Por ejemplo, de acuerdo con la ley vigente, a Delta Amacuro, que tiene 237.370 habitantes, le corresponden 0,65 diputados, que se redondea a uno, más los tres designados por la Constitución suman cuatro. Según la nueva norma aprobada por el CNE, con la venia del TSJ, Delta Amacuro elegirá seis, dos más de los que le corresponden. 

“Un sistema como este solo lleva a ganar en alianza perfecta, lo que deja por fuera a ese número de partidos regionales minoritarios, salvo uno que otro caso emblemático”, consideró González-Lobato.

La adjudicación de los diputados nacionales se hará como las listas regionales, con el método D’ Hondt, es decir, dividir el total de votos obtenidos por cada partido entre uno, dos y así sucesivamente, según la cantidad de cargos a escoger. 

El Observatorio Electoral Venezolano (OEV) consideró que esta fórmula es inconveniente, primero porque prevalecen los pactos políticos en lugar del voto nominal y segundo porque al final, quien decida votar por un partido regional perderá la posibilidad de elegir a un diputado nacional, lo que restaría oportunidades a las toldas minoritarias que, según la sentencia del TSJ, deben estar representadas en el Parlamento. 

La exconsultora jurídica electoral cree que tal como está el sistema, las dos fuerzas mayoritarias podrían terminar repartiéndose la mayor cantidad de escaños. “Fundamentándose en un ajuste de proporcionalidad, ellos generaron una deformación del sistema que amenaza y con el que es muy fácil obtener dos fuerzas nacionales con las dos terceras partes del foro”.

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