El duelo es la etapa inmediata que prosigue a una pérdida. Es tanto un proceso como un esfuerzo personal y voluntario. No todos nos permitimos o estamos dispuestos a sentir el dolor, pues su presencia en el alma no implica que lo asumamos.
Para sentir y sufrir se requiere coraje. Unos piensan que si lo dejan aflorar entonces se sumergirán en aguas de las cuales nunca saldrán o simplemente se ahogarán. Pero, lo cierto es que casi siempre lo hacemos por nuestro espíritu de supervivencia. Siempre intentamos seguirle el ritmo a la manada de la humanidad.
Comparto tres afirmaciones de Joanne Cacciatore, experta en el manejo de duelo traumático y profesora de la Universidad Estatal de Arizona (ASU, por sus siglas en inglés), que podrían ayudarnos a conocer el duelo de cerca y sobrellevarlo:
1. La convivencia plena con los sentimientos que nos afligen nos permite adaptarlos. Mientras más nos familiarizamos con ellos, aunque no desaparezcan, hacemos que pierdan un poco la fuerza que ejercen sobre nosotros.
2. La negación y la evasión son los primeros mecanismos de defensa que se activan ante las pérdidas. Muy válidos, profundamente humanos, pero con una función temporal.
3. Aunque estos mecanismos nos permiten dosificar y manejar solo la cuota que nos sentimos capaces de afrontar, no son los mejores aliados para enfrentar las dificultades y los cambios permanentes de la vida.
Cuando enviudé, después de pasar la respectiva etapa del shock, tuve mucho miedo de sentirlo y afrontarlo, ya que suponía admitir que él ya no estaba. Aceptar la presencia del dolor significaba abrazar mi nueva realidad desconocida, y era algo que a lo que simplemente me resistía. Con el paso de las semanas y la evidente ausencia, no tuve otro remedio que hacerlo para poder sobrevivir por mis hijas y por mí misma. Con muy poca energía, una depresión bárbara, mucho miedo, el trauma grabado en cada célula de mi cuerpo y desollada, decidí darle la bienvenida a mi personaje, Eduardo Manostijeras. Acogerlo fue el primer y muy doloroso paso en mi proceso de hacer las paces con mi vida anterior y la futura.
Así lo decidí.
Nota del editor: @Correcaminosdelavida es una cuenta que la autora creó en Instagram a raíz de su abrupta viudez, para conectar con quienes pasan por un duelo sin perder el encanto de vivir. Foto original de @mboultonphoto
Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad y no comprometen la línea editorial de RunRun.es