Isabella Cuevas, autor en Runrun

Isabella Cuevas

#CorreCaminosDeLaVida | El duelo es tu decisión

@iscubla

El duelo es la etapa inmediata que prosigue a una pérdida. Es tanto un proceso como un esfuerzo personal y voluntario. No todos nos permitimos o estamos dispuestos a sentir el dolor, pues su presencia en el alma no implica que lo asumamos.

Para sentir y sufrir se requiere coraje. Unos piensan que si lo dejan aflorar entonces se sumergirán en aguas de las cuales nunca saldrán o simplemente se ahogarán. Pero, lo cierto es que casi siempre lo hacemos por nuestro espíritu de supervivencia. Siempre intentamos seguirle el ritmo a la manada de la humanidad.

Otros piensan que si lo ignoran no lo sentirán, pero mientras más reprimes un sentimiento más te oprime y afecta de forma negativa tu vida sin que te percates.

Comparto tres afirmaciones de Joanne Cacciatore, experta en el manejo de duelo traumático y profesora de la Universidad Estatal de Arizona (ASU, por sus siglas en inglés), que podrían ayudarnos a conocer el duelo de cerca y sobrellevarlo:

1. La convivencia plena con los sentimientos que nos afligen nos permite adaptarlos. Mientras más nos familiarizamos con ellos, aunque no desaparezcan, hacemos que pierdan un poco la fuerza que ejercen sobre nosotros.

2. La negación y la evasión son los primeros mecanismos de defensa que se activan ante las pérdidas. Muy válidos, profundamente humanos, pero con una función temporal.

3. Aunque estos mecanismos nos permiten dosificar y manejar solo la cuota que nos sentimos capaces de afrontar, no son los mejores aliados para enfrentar las dificultades y los cambios permanentes de la vida.

Y, el dolor como la muerte es un compañero obligado y sigiloso que siempre espera paciente por nosotros.

Cuando enviudé, después de pasar la respectiva etapa del shock, tuve mucho miedo de sentirlo y afrontarlo, ya que suponía admitir que él ya no estaba. Aceptar la presencia del dolor significaba abrazar mi nueva realidad desconocida, y era algo que a lo que simplemente me resistía. Con el paso de las semanas y la evidente ausencia, no tuve otro remedio que hacerlo para poder sobrevivir por mis hijas y por mí misma. Con muy poca energía, una depresión bárbara, mucho miedo, el trauma grabado en cada célula de mi cuerpo y desollada, decidí darle la bienvenida a mi personaje, Eduardo Manostijeras. Acogerlo fue el primer y muy doloroso paso en mi proceso de hacer las paces con mi vida anterior y la futura.

Así lo decidí.

Nota del editor: @Correcaminosdelavida es una cuenta que la autora creó en Instagram a raíz de su abrupta viudez, para conectar con quienes pasan por un duelo sin perder el encanto de vivir. Foto original de @mboultonphoto

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

#CorreCaminosDeLaVida | Mi cruzada por la viudez

Isabella Cuevas se topó con la viudez a sus 31 años, por el secuestro y homicidio de su esposo. Foto original de @mboultonphoto

@iscubla

Todos tenemos una historia, y si en ella nos topamos con la tragedia, como es mi caso, debemos contarla para advertir y acompañar a los que nos rodean. Tal como señala Elie Wiesel, los sobrevivientes tenemos el compromiso moral de hacerlo.

Hace tres años perdí a mi esposo de forma repentina, traumática y antinatural. Enviudé a los treinta y un años y mis hijas quedaron huérfanas antes de los cinco.

Esta es mi travesía sobre la cruzada obligada que la viudez me impuso en base a mi experiencia profundamente humana e imperfecta.

No son gotas de sabiduría ni lecciones de vida ni mucho menos olas sobrenaturales de resiliencia. A mí el aliento de otros, muchos de forma anónima a través de artículos de periódicos, gestos, frases, etc., me ha levantado y abrazado en momentos de profundo dolor. Espero que @correcaminosdelavida sea un espacio franco, cálido, confrontador; pero reconciliador con aquello que nos aflige y nos alegra la vida.

Gracias a mis amigas queridas @aletroconiss, @margaraboulton, @silvitamarie y @anaceciliatravieso que me motivaron a hacer esto realidad. Gracias a @agobiosdemadre por llevarme de la mano y la oreja para materializarla. Sin su validación y empuje, hoy no estarían leyendo estas palabras.

Dolor compañero

Así -como en la foto- estaba cuando el dolor y yo nos vimos por primera vez después de recibir la noticia de la muerte de mi esposo de boca de una de mis figuras maternas más importantes. Siempre que recuerdo esto, la expresión de su rostro aparece en mi mente y escucho la oración exacta que utilizó para decirme lo que mi alma ya de algún modo presentía. Ella rompió a llorar y yo estallé en gritos. Como dice Viktor Frankl, reaccionamos de forma anormal ante situaciones anormales.

Días después, mi dolor -personificado en el mítico Eduardo Manostijeras– y yo nos conocimos en terapia. Cuando se acercó para abrazarme, las hojillas de sus manos me laceraron la piel sin querer. Sangré y mucho, lo cual hizo que de mis ojos brotaran las lágrimas más densas y desesperadas.

Durante los últimos tres años y cinco meses (los de mi viudez), nuestra relación ha cambiado de forma significativa. Conforme nos hemos conocido, he apreciado lo vulnerable y humana que esta emoción es. Pasó de ser un ente ajeno con mirada aterradora y evidente frialdad que me hacía pasar horas con ataques de ansiedad, una fatiga aplastante y un deseo enorme de no vivir, a un compañero noble e incluso cálido que me familiarizó con el miedo, la incertidumbre y la exposición emocional.

Ahora él y yo sabemos que somos del mismo equipo, y por ello no debo poner resistencia. Decidimos convivir:

Debemos respetar nuestro espacio individual.

Ya no me lastima tanto como antes, pues ya aprendí a abrazarlo sin cortarme.

Soy más humana gracias a su llegada abrupta y repentina a mi vida.

Su eterna compañía no es un obstáculo para seguir mi recorrido y encontrar nuevas formas de bienestar y alegría. #movingforward

La vida es agridulce, dura y vale la pena el esfuerzo.

¡Dignifiquemos el dolor!

Nota el editor: Este artículo integra dos entradas de la cuenta de Instagram @Correcaminosdelavida, que la autora creó, a raíz de su abrupta viudez, para conectar con quienes pasan por un duelo sin perder el encanto de vivir.

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad. Y no comprometen la línea editorial de RunRun.es