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Yeannaly Fermín Nov 27, 2021 | Actualizado hace 2 años
La gente dejó a la política en visto
Oswaldo Ramírez señala que el desinterés o la apatía para participar en las elecciones estuvo estrechamente relacionado con un proceso de despolitización del ciudadano
La desconexión con una oferta política no creíble y que ha fracasado rotundamente en el tiempo, ha hecho que los venezolanos se desliguen del tema político y se centren en resolver problemas de carácter económico 

 

@YeannalyFermin

 

“Yo no voté porque el resultado siempre es el mismo. El gobierno arrasa, y con cada elección pone el mapa rojo rojito, pero el día después de las votaciones, los problemas de todos los venezolanos siguen siendo los mismos. No hay agua, no hay luz, no hay transporte público, el sueldo no alcanza y ni hablar de la inseguridad”, argumenta Jordan Cáceres, un joven de 21 años que trabaja por su cuenta vendiendo artículos electrónicos a través de las redes sociales.

Sus prioridades no tienen nada que ver con lo que pueda pasar con las elecciones regionales ni con ningún otro evento que involucre la política.

Cáceres afirma que si no trabaja no come. Aunque reconoce que la situación económica del país es bastante grave para muchos, enfatiza que los políticos del chavismo ni los de oposición van a solventar los problemas económicos que vive Venezuela.

Son muchos los que piensan como Jordan. La apatía y el desgano político se vieron reflejados en la cifra de participación ciudadana (42.27%) que se registró en los comicios regionales de este 2021, siendo esta la más baja en unas elecciones a gobernaciones y alcaldías desde el año 2004. 

La Encuesta Nacional Sobre Juventud (Enjuve), presentada por la Universidad Católica Andrés Bello el pasado mes de octubre, señaló que los jóvenes han perdido el interés de involucrarse en grupos políticos. «Solo al 30,3% de los jóvenes le interesa participar en grupos políticos. Es el grupo en el que menos quieren participar», asegura el estudio. 

“La gente está cansada”

 A juicio del economista y presidente de Datanálisis, Luis Vicente León, en Venezuela actualmente existe una apatía y un desgano con todo lo que tiene que ver con el tema político. 

León afirma que esta conducta se debe principalmente a que la gente está convencida que los conflictos del país no se van a resolver por la vía electoral. 

Ese desgano por la política es marcado no solamente en esta elección, esto es solo es un resultado adicional, el desgano lo vemos en el interés del ciudadano por el discurso de los líderes políticos, se ve cuando las encuestas reflejan que el principal problema de los venezolanos es económico. La gente abandonó la espera de hitos políticos y están tratando de sobrevivir, no están esperando cambios”, aseguró Luis Vicente León.  

El politólogo Pablo Andrés Quintero afirma que la cifra de abstención de las elecciones regionales del pasado domingo 21 de noviembre, dejaron un claro mensaje tanto al chavismo como a la oposición: “Hay un descontento, hay un cansancio emocional, físico y psicológico de la situación política que vive el país”.

El politólogo explica que esta desmotivación está precedida por el desastre de los servicios públicos, las promesas incumplidas, la guerra por el poder, la falta de instituciones, la desconfianza en los líderes de ambos bandos, y la atención a la gente más vulnerable por la crisis económica. 

Quintero aclara que este desinterés y apatía es un proceso psicológico y una condición temporal. “No es definitivo porque las emociones son cambiantes, pero el ciudadano siente esas sensaciones porque no puede escalar, le cuesta desarrollarse de forma individual y plena, el poco acceso a los recursos y a los bienes y servicios hacen sentir que su vida está estancada, y eso es lo que genera el desinterés en la política, que aunque los políticos prometen cambios la gente no los percibe”, dijo. 

Los jóvenes son los menos interesados

La Enjuve en su más reciente estudió reflejó que en 2013, 54% de los jóvenes entre 15 y 29 años consideraba importante votar en las elecciones municipales. Ocho años después, solo 26,4% de los jóvenes opositores indicó que participaría en las regionales, mientras que 48,9% indicó que no votaría. «Es claro que los políticos venezolanos no le están hablando a la generación joven», dice Quintero.

“Youtube y TikTok le están hablando más a los jóvenes que los mismos políticos y sobre esto hay mucho que reflexionar, no hay una comunicación cara a cara y cercana con  la juventud que  está dentro de ese sector que está cansada que quisiera participar más en política pero que no se atreven porque no se sienten identificado con las propuestas de los políticos”, explicó Quintero.

Por su parte, el politólogo Guillermo Tell Aveledo durante su presentación en el foro online “Entre el activismo y la cohabitación, el tablero político se está moviendo”, presentado por Runrun.es el pasado jueves, 25 de noviembre, explicó que esa resistencia de los jóvenes a los temas políticos es una tendencia preocupante y hay que trabajar casi que de manera evangélica predicar que la democracia es posible.

“Se percibe que hay una desconexión real en los jóvenes urbanos que no quieren votar, eso es alarmante para el ciclo que viene, porque si no se cuenta con los electores jóvenes no se puede hacer el trabajo y la democracia se ve en riesgo”, dijo Tell Aveledo.

Despolitización del ciudadano 

Para el director de ORC Consultores, Oswaldo Ramírez, ese desinterés o apatía de los jóvenes para participar en asuntos políticos y electorales están estrechamente relacionados con un proceso de despolitización del ciudadano.

“Hay una transformación importante en la cultura política del venezolano. A quien antes le encantaba un tema electoral, lentamente ha ido abandonando esa opción. Algunos porque pueden sentirse deprimidos y olvidados porque no hay oferta electoral firme para ellos, para otros porque votar no es una condición suficiente que les permita cambiar el poder, mientras que otro grupo un poco más pequeño ya no se siente complacido con los incentivos clientelares que ofrecía el gobierno”, explicó Ramírez.

Luis Vicente León y el director de ORC Consultores coinciden en que la desconexión con una oferta política no creíble y que ha fracasado rotundamente en el tiempo, ha hecho que los venezolanos se desliguen de la política y se centren en resolver problemas de carácter económico. 

Para Pablo Quintero, el tema económico es determinante porque golpea la percepción de la política y genera emociones negativas. “ El daño al aparato productivo económico hace que la gente se canse porque vive en una constante trabajo de supervivencia sobre todo en el interior del país porque Caracas y Miranda no son la realidad de todo el país”, dijo.

Fragmentación de la oposición

Los resultados electorales del 21 de noviembre demostraron que la división de los partidos de oposición y el no contar con una clara representación, fue uno de los principales motivos para que el chavismo lograra pintar nuevamente el mapa de color rojo. 

A juicio del politólogo Pablo Andrés Quintero, la fragmentación de la oposición fue una de las grandes causas de la abstención, además de la falta de coordinación. 

“La fragmentación y la falta de honestidad ante la gente, sobre todo cuando le dices que el voto no sirve y que no se puede votar en dictadura, y después esos mismos candidatos son los que salen a votar” cuestionó.

El presidente de Datanálisis indicó que la esperanza de cambio político en Venezuela cayó de 50% en 2019 a 25% en el 2021. “Tres cuartas partes de la población no tiene la esperanza de que la oposición pueda provocar un cambio político, y al no tener esa esperanza se desinteresa y se desmoviliza, lo que afecta considerablemente la disposición a votar y esto, incluso, se ve más marcado en los jóvenes”, afirmó.

Luis Vicente León explicó que la tendencia es a que la esperanza de cambio se incremente y no que se reduzca en el corto plazo. Para revertir esa situación, el también economista asegura que tiene que presentarse una renovación muy fuerte de la oposición y sobre esto coincide con Quintero, quien también afirma que en esa rehabilitación profunda que debe hacerse, es necesario que se hagan cambios puntuales en la dirección política.

Se necesita coherencia, honestidad, empatía, humanidad, ciudadanía y civilidad para que la gente vuelva a tener una esperanza de cambio y que la oposición se convierta en una alternativa, pero no solo para la foto, con propuestas reales que le den esperanza a la gente. Que no se le engañe. Hay que reconectar con las emociones de la gente, con el discurso, rescatar el valor del lenguaje político, pero sobre todo hay que respetar y no subestimar a la ciudadanía”, agregó el politólogo Pablo Quintero. 

Esquema autoritario afecta la conducta política

La falta de escrúpulos por parte del gobierno de Nicolás Maduro es un hecho que no se puede dejar a un lado cuando se analiza la desmotivación y el desinterés político de los venezolanos. 

Sobre esto, Guillermo Aveledo Tell señaló que en Venezuela hay un esquema autoritario que afecta la conducta política y que no puede desvincularse ni mucho menos hacer cuentas sin ese hecho. 

Paola Bautista de Alemán, quien también participó en la tertulia, señaló que en Venezuela hay un asunto duro de reconocer y es que la autocracia que está consolidada ha afectado la cultura democrática del país. 

“Hay una juventud que nació en un proceso de profunda erosión democrática que se han hecho hombres y mujeres en la consolidación de ese sistema, por lo que la percepción y valoración que tienen de la democracia son las historias que escuchan de sus mayores”, afirmó. 

Bautista de Alemán aseguró que ya existe una generación de venezolanos para los cuales la democracia es un recuerdo y no una realidad.

“Esas pieles son pieles curtidas, es otra realidad, y por supuesto el miedo muchas veces anima a la introspección a la huida, no nos extraña que hayan personas jóvenes que le quieren huir a la política no solo porque no le ven resultado sino porque el costo de hacer política en este país personal y humanamente es muy grande y muy fuerte”, aseguró de Alemán. 

El ámbito militar no le quita el sueño a Maduro
El pasado 4 de agosto faltó por cuarta ocasión seguida este año a la presidencia de un acto castrense 
Rocío San Miguel, directora de la ONG Control Ciudadano, advierte que Maduro tiene tanta confianza en esa área que ni siquiera se ocupa de asistir a ceremonias 
Popularidad de Maduro subió de 12,5% en abril a 15% en julio de acuerdo a Datanálisis 

@franzambranor

Por cuarta ocasión consecutiva, Nicolás Maduro no presidió una cita conmemorativa con los militares venezolanos el pasado 4 de agosto, día de la Guardia Nacional Bolivariana.

El 24 de julio, día del natalicio del Libertador Simón Bolívar y de la Armada Nacional estuvo ausente, en la conmemoración del día de la Batalla de Carabobo el 24 de junio se mantuvo en el Palacio de Miraflores y el pasado 5 de julio, día de la Independencia de Venezuela, apenas se mostró unos minutos en el Paseo Los Próceres. 

Lo que comenzó como un “gobierno de calle” con concentraciones en zonas populares de Venezuela desde donde Maduro transmitía cadenas en vivo y a veces llegaba y salía conduciendo un autobús, ha deparado en un confinamiento, incluso en actos con militares, círculo que se supone es de su entera confianza.  

Cero preocupado

Rocío San Miguel, directora de la ONG Control Ciudadano y experta en temas militares, escribió en su cuenta de Twitter el 24 de julio: “De nuevo Maduro faltó a una cita con especial significado para los militares. Van 3 citas seguidas. ¿Miedo a concentraciones con militares? No lo creo. Mas sabe que cuenta con la obediencia ciega de la FANB. ¿Dejará plantada a la GNB el 4 de agosto como dejó al Ejército y a la Armada?”. 

Recientemente, de igual manera puso un tuit donde escribió: «Maduro falta por cuarta vez seguida a un acto militar de significativa importancia para la FANB, en esta ocasión dejó embarcada a la GNB en su día y solo emitió un mensaje grabado de salutación. Se profundiza el confinamiento de Maduro». 

Fue precisamente el 4 de agosto, pero de 2018, cuando según el gobierno se llevó a cabo un intento de magnicidio contra Maduro, mientras este se encontraba pronunciando un discurso en la avenida Bolívar de Caracas. De acuerdo a la versión oficial, al menos dos drones estallaron en el cielo, provocando la evacuación del mandatario y el cierre abrupto de la transmisión televisiva. 

“Lo militar se encuentra controlado por Maduro, al punto que ya no ve necesario asistir a los eventos más emblemáticos para la Fuerza Armada Nacional como lo son las fechas en las que los componentes conmemoran sus días”, dijo San Miguel.

“Lo militar ha pasado a un segundo plano en la atención de Maduro y eso es muy interesante, especialmente cuando la FANB es la que sostiene el poder. Ha logrado crear un mecanismo de anclaje muy sólido que le permite servirse de ella y por los momentos tiene en sus manos las cuerdas de eso que le permite anclar donde y cuando quiera”, agregó la directora de Control Ciudadano.

Para San Miguel no se trata de que a Maduro no le interese el ámbito militar, sino que simplemente siente que es algo que tiene bajo absoluto control y delega funciones en otros personeros, como el Ministro de Defensa, Vladimir Padrino López. 

“No es indiferencia, tampoco es que no le importe, es que ha pasado a un segundo plano, pues sabe que tiene el dominio”. 

Asimismo la experta en temas militares sostuvo que los supuestos intentos de magnicidio y su seguridad representan un pretexto perfecto para estar ausente.

“La amenaza a su seguridad siempre va a estar allí, de manera real, pero también convenientemente utilizada como excusa para muchas cosas”, aseveró. 

Actos de masa son cosa del pasado

De acuerdo a Luis Vicente León, presidente de la firma Datanálisis, la ausencia de Maduro en concentraciones podría tratarse de una medida de protección radical.

“No tengo elementos concretos para asegurarlo, pero  puede tratarse de una estrategia de seguridad a su persona, en un entorno donde hay muchos enemigos internacionales y locales, enemigos que no son menospreciados por él, una vez que la estrategia convencional seguida para provocar cambios ha fracasado y aumentan los peligros de radicalización”, dijo. 

A juicio de León, Maduro no desprecia al sector militar, todo lo contrario. “Esa es un área clave para su sostenimiento en el poder y el cual se ha hecho completamente copartícipe de su gobierno”. 

Según León, Maduro tiene problemas de conexión con las masas, aunque su popularidad ascendió de 12,5% en abril a 15% en julio de 2021. Su rival político, Juan Guaidó lo aventaja por 5 puntos con 20%.

“Es probable que estén reservando la carta de usar la figura de Maduro en posibles concentraciones en el futuro, cuando sea indispensable, el chavismo aún tiene capacidad de movilización, pese a que la gente está agotada y desconectada de los líderes políticos. La oposición, por cierto, tiene un doble problema, pues además de no tener capacidad de movilización espontánea, tampoco tiene la fuerza institucional, los recursos y la capacidad de presión para hacerlo de manera inducida”, sostuvo León.

Para Rocío San Miguel, el confinamiento de Maduro puede profundizarse. 

“La naturaleza del alejamiento del contacto con el pueblo es el pleno conocimiento de que no solo ya no es popular, sino que nunca lo fue, el pueblo lo rechaza y ahora tiene como excusa perfecta la pandemia”.

Datanálisis: 62% de venezolanos no respaldan ni a Maduro ni a la oposición
Según una encuesta aplicada en septiembre por la firma Datanálisis, 62,2 % de los venezolanos no respaldan ni a la gestión de Nicolás Maduro ni a la dirigencia opositora

 

El presidente interino, Juan Guaidó, recibió 27% de apreciación positiva. Le siguen la ex diputada María Corina Machado con 21%, Leopoldo López con 16,2%, Maduro con 14,4 % y el ex candidato presidencial Henrique Capriles con 14%.

«Aquí no hay héroes en política. No hay un polo de atracción», dijo el socio director de la firma responsable del estudio, José Antonio Gil Yepes, quien apunta que la falta de unidad y estrategia en la oposición, además de las «desacertadas» decisiones económicas del oficialismo han provocado esta desconexión «abismal» del ciudadano.

«Ni el gobierno ni la oposición están atrayendo ni convenciendo. Lo que explica el fracaso del estamento político -partidista y gubernamental- en general, es que ellos están trabajando en función de su interés propio, de llegar o de mantenerse en el poder, pero no están acompañando a la gente en la solución de sus problemas cotidianos», indicó Gil Yepes.

Lea la entrevista completa en la Voz de América

3x3 | Economía venezolana sin margen de maniobra por la covid-19
La economía venezolana puede llegar a contraerse 15 % durante 2020 debido a la covid-19

 

Tras declaración de la pandemia covid-19 el pasado 31 de diciembre de 2019 según la Organización Mundial de La Salud (OMS), gran parte de la población mundial se ha visto afectada, registrando 190 836 casos y 7526 muertes en todo el mundo, hasta el 17 de marzo. Debido a esto, uno de los sectores que se ha visto más afectado es la economía. Venezuela no escapa de esa situación.

El presidente de Datanálisis, Luis Vicente León, aseguró que cualquier pandemia siempre tiene un impacto importante sobre la economía porque genera dificultades en los sistemas de producción y distribución. Además, reduce el empleo y limita el intercambio lo que impacta negativamente el producto interno bruto (PIB) en todo el mundo.

Pero el impacto de la covid-19 sobre la economía mundial ha sido dramático. Por primera vez se llevó a cabo un tipo de aislamiento a nivel internacional a pesar de que la economía ahora es más globalizada.

Por otra parte, Henkel García, director de Econométrica, explicó que las medidas restrictivas de distanciamiento social, y en los casos más extremos la cuarentena social, tiene un tremendo impacto sobre la economía global. “Uno pudiera adelantar que esta crisis va a meter al mundo entero en un ciclo de recesión; no sé si algún país se salve, pero a nivel mundial el PIB caerá”. 

Asdrúbal Oliveros, director de Ecoanalítica, señaló que es una crisis inédita porque representa un choque simultáneo entre oferta y demanda. “El lado de la demanda se ve afectado por la caída del consumo y el lado de la oferta por las afectaciones de la productividad y la paralización de las industrias, causando un ciclo recesivo como la consecuencia más fuerte de la crisis.

Oliveros indicó que el porcentaje de contracción de la economía venezolana durante 2020 puede llegar a ser 15 %, debido a la covid-19. 

¿Qué ocurrirá a nivel de producción, exportación e importación por la cuarentena?

El analista Henkel García aseguró que se presenciará la caída tanto de importaciones como exportaciones. Junto con esto, García indicó que las actividades turísticas también se verán afectadas. “Realmente el impacto será en muchas áreas. En unas zonas más que otras. Europa estará muy golpeada por la dependencia que tiene de China de muchos productos y por el mismo desarrollo de la enfermedad en esos países”, explicó.

El director de Econométrica aseguró que ocurrirá una disminución importante de la actividad económica, sobre todo en el segundo trimestre de 2020. 

Por otra parte, el economista Asdrúbal Oliveros señaló que cada país está estableciendo restricciones importantes para la exportación de sus mercancías, especialmente productos alimenticios y médicos. Oliveros señaló que esto afecta al comercio a nivel mundial, debido a que hay países que dependen altamente del producto importado, como es el caso de Venezuela. 

“Aquellos países exportadores de materias primas están sufriendo las consecuencias de la crisis porque esa demanda de materia prima está cayendo por la política de cuarentena, y así afectando sus economías. Esta repercusión importante se puede ver reflejada en la caída de las monedas, como es el caso de Chile, Colombia y México”, afirmó el director de Ecoanalítica. 

A pesar de ello, el economista Luis Vicente León reiteró que sería irresponsable dar una proyección de caída antes de otra cosa porque en el mundo se han tomado medidas restrictivas completamente distintas.

¿Qué acciones se deberían tomar para detener la inflación y la caída de producción en Venezuela?

El presidente de Datanálisis Luis Vicente León señaló que no hay forma de tomar medidas. “No puedes tomar una medida de promoción de la producción si lo que estás tomando es una decisión de cierre de las empresas y aislamiento”. 

Sin embargo, León asegura que algunas medidas que sí pueden tomarse son aquellas que  garantizan que no haya desabastecimiento de alimentos, de medicamentos y que permita desplazamiento libre de materias primas, insumos y productos determinados en los segmentos claves de la población.

García indicó que deben haber políticas de estímulo fiscal, algunos países ya lo iniciaron, como EE. UU. y Perú. El analista explicó que en Venezuela es muy complejo porque no cuenta con recursos para llevar una política fiscal expansiva y además, los ciudadanos básicamente no tienen ahorros. “No tenemos margen de maniobra. Así lo calificaría”, dijo.

Oliveros recordó que la capacidad del Estado venezolano para detener inflación y caída de producción es muy limitada a diferencia de otros países que tienen espacios en su política económica, fiscal, monetaria e industrial.

A pesar de ello, el director de Ecoanalítica, indicó que el gobierno de Nicolás Maduro puede tomar dos medidas:

Reducir el encaje legal para liberar un poco liquidez y permitir el acceso a crédito al sector privado. “Con ese acceso a crédito el sector privado puede enfrentar el problema de flujo de caja que puede estar teniendo en estos momentos”, reiteró. 

Detener la entrada en vigencia del nuevo impuesto a las transacciones con divisas que no ayuda para nada en esta coyuntura, según el director de Ecoanalítica. 

 ¿Qué ocurre con los microempresarios si la cuarentena se prolonga?

“El que solo recibe dinero por lo que trabaja, que no es un empleado, si no lo dejan trabajar cómo vive”, expresó el presidente de Datanálisis. Luis Vicente León explicó que estos individuos se encuentran en una situación bastante compleja en Venezuela debido a que se incita a cumplir la cuarentena desde sus hogares, sin trabajar. Pero no hay manera de compensar el tiempo perdido. 

“Lo que probablemente va a ocurrir es que no se cumpla el sistema de restricción porque no puedes no trabajar para evitar el contagio de un virus que, en el 98 % de los casos, no te vas a matar, para morirte de hambre. Hay una inconsistencia que hace imposible la prolongación de ese tipo de medidas radicales”, afirmó León.

Asdrúbal Oliveros reiteró que los microempresarios son el sector más vulnerable. El economista indicó que esto se debe a que en la medida en la que se paraliza el consumo y la gente se quede en sus hogares, los trabajadores por cuenta propia no pueden generar ingresos. 

“Su capacidad de ahorro y de resistencia está muy mermada. Es una parte de la población que venía dolarizándose de forma importante y con esta política lo que causa es que se deteriore su capacidad productiva, de consumo y profundiza aún más la depresión en la que se encuentra la economía venezolana”, afirmó Oliveros.

Por último, Henkel García asegura que si el microempresario cuenta con ahorros puede utilizarlos, pero la gran mayoría tendrá que cambiar drásticamente su estilo de vida. García indicó que es probable que muchos se animarán a tratar de trabajar pero bueno el ritmo y la cantidad de trabajo va a ser disminuida. 

“Hay que ver si habrá alguna política de estímulo que no se inflacionaria en los próximos días. El acceso al crédito, me parece que el crédito podría darle algo de respiro a mucha gente (…) No pinta nada sencillo el panorama. En todo el mundo es sombrío en el caso venezolano aún más”, expresó el director de Econométrica.

Nota de la redacción:  artículo actualizado el 14 de enero de 2021

Lecciones de ajedrez para una partida impredecible

@franzambranor / Ilustración Mayerlin Perdomo 

 

“En el ajedrez como en la realidad, es necesario analizar, descartar, organizar el pensamiento, comprender las acciones que pueden ocurrir, tener soluciones preparadas, saber concluir y estudiar todas las variantes posibles, ser capaz de hacer de la necesidad una virtud y entender las facultades del adversario para darles la vuelta en beneficio propio”.

Así reza un extracto del libro del ex campeón mundial de ajedrez, el ruso Garri Kásparov, quien luego de retirarse de la competición deportiva se dedicó a la política y actualmente es un férreo opositor al gobierno del presidente, Vladimir Putin.

Con la situación política actual venezolana se puede hacer una analogía con una partida de ajedrez, especialmente después del 23 de enero, fecha en la que Juan Guaidó se proclamó presidente interino de la República.

El juego va por la mitad

Para Fidel González, presidente de la Federación Venezolana de Ajedrez, el juego está en la mitad. “El 23 de enero, la oposición o Guaidó dio un golpe táctico fuerte”, dijo.

Con golpe táctico, González se refiere a un movimiento especial cuyo objetivo es quitar piezas al adversario, mejorar la posición o facilitar el jaque mate.

A juicio de González, el pasado 23 de enero la oposición inició una combinación de movimientos con la intención de neutralizar a su rival y obtener una victoria. Regularmente las combinaciones constan de 12 o 13 movimientos.

“Tanto en el ajedrez como en la política hay un objetivo que es ganar y para ello se deben hacer varios movimientos, algunos se piensan con antelación. También hay que estudiar los movimientos del rival”¨, argumentó González.

Gobierno jugó duro las piezas el 23F

“Por supuesto que la política siempre se podrá comparar con una partida de ajedrez porque es un conflicto de poderes”, señaló Luis Vicente León, director de la empresa Datanálisis. “El objetivo definitivo es ver cómo terminas de sacar del tablero al rey que en este caso es Nicolás Maduro”, agregó.

Para Félix Seijas, director de la empresa encuestadora Delphos, el gobierno optó por jugar duro el pasado sábado cuando impidió el ingreso de la ayuda humanitaria. “Lo que hizo fue retar a la comunidad internacional diciéndole que estaba dispuesto a enfrentar sus amenazas o que simplemente no las creía. El objetivo mayor de la oposición el 23 de enero no se alcanzó, que era producir la fractura definitiva en el estamento militar”, dijo.

El que se demora, pierde

Según el presidente de la Federación Venezolana de Ajedrez, Fidel González, el comienzo de la partida entre gobierno y oposición ha sido vertiginoso, pero podría caer en una ralentización, dependiendo de la estrategia de los jugadores.

“En el ajedrez el tiempo también es importante, no te puedes tardar una eternidad haciendo una jugada, hay un tiempo estipulado y si te demoras en reaccionar…pierdes”, dijo González.  

Quien juega primero tiene ventaja

Para González, la oposición tiene la iniciativa en el juego de ajedrez por el poder. Es el oponente que plantea una estrategia más definida. El gobierno de Nicolás Maduro solo se dedica a responder las jugadas.

“En el ajedrez también hay uno que juega primero y plantea una estrategia y otro que copia. Regularmente ese que juega de último pierde, porque el que juega primero tiene un movimiento de ventaja siempre”, dijo González.

Peones versus torres y alfiles

“Las piezas que tiene Maduro son perfectamente identificables y allí destacan los militares que podrían ser los caballos, los alfiles e incluso las torres. El objetivo fundamental del adversario es quebrar esa fuerza de contención que protege al rey para poder hacer jaque mate”, dijo Luis Vicente León. “Maduro tiene esas fichas de su lado y las está moviendo. Tiene muy pocos peones que en esta caso representan al pueblo. Los peones por definición son más, pero su capacidad de movimiento y acción son menores. Guaidó tiene más peones, pero no tiene las fichas del juego militar”, agregó León.

Para González la oposición está en desequilibrio material porque tiene menos piezas fuertes como consecuencia de inhabilitaciones y gente en el exilio, pero posee a un jugador con una estrategia.

“Guaidó podría usar caballos, alfiles y torres de otro tablero, de un tablero internacional. Son piezas obviamente más fuertes que pueden aniquilar con rapidez al adversario”, sentenció León.

No necesariamente se gana con jaque mate

Advierte Luis Vicente León que en el caso venezolano, el juego no necesariamente podría terminar con un jaque mate. “Puedes sacar al rey por la fuerza con los caballos y alfiles y dejar un conflicto interno donde reine la anarquía. La partida puede seguir sobre un tablero distinto, el de la guerra asimétrica. Se puede plantear un conflicto incluso más largo”.

Para Fidel González la comunidad internacional igualmente juega en la contienda. “Las sanciones a funcionarios del gobierno Maduro son claro ejemplo”, manifestó.

Las piezas internacionales pesan

“El peso de las acciones se traslada casi en su totalidad al ámbito internacional, con lo que los aliados estén dispuestos a hacer. Estos deben comenzar a concretar las amenazas que venían poniendo sobre la mesa. Si la comunidad internacional no responde, el juego se vuelve cuesta arriba para la oposición. También Guaidó deberá extender puentes más atractivos de salida al sector militar”, dijo Félix Seijas.

Aunque en el ajedrez moderno las reglas indican que cada jugador tiene 90 minutos para toda la partida, más 30 segundos por cada jugada, una contienda sin normas podría decantar en una similar a la de Kasparov contra un grupo de aficionados, en 1990: cuatro meses y concluyó con la victoria agónica del ruso tras 62 movimientos.

Cecodap: 79% de los padres dejan a sus hijos con familiares por emigrar

LA MIGRACIÓN FORZADA ha obligado a 79% de los padres a dejar a sus hijos a cargo de los abuelos, quienes se han convertido en sus principales cuidadores, reveló un estudio presentado este lunes 10 de diciembre por Cecodap, organización de derechos humanos que previene la violencia y promueve el buen trato a la niñez y adolescencia.

Durante la presentación de los resultados del informe, el psicólogo Abel Saraiba señaló que 31% de la población ha considerado irse del país. Indicó que la migración ha aumentado sostenidamente: de 1,4% en 2014 a 47,6% en 2018, de acuerdo con los datos recabados con apoyo de la encuestadora Datanálisis.

La investigación calcula que entre 2013 y 2018 han emigrado 4.225.517 venezolanos, lo que significa que 13,5% de la población se ha ido en los últimos cinco años. “La condición del país ha sido expulsora de los ciudadanos”, dijo Saraiba.

Al respecto, Carlos Trapani, abogado de Cecodap, señaló que los niños y adolescentes que migran con sus familias son víctimas de la discriminación y no tienen acceso a la protección social. Señaló limitaciones en el acceso a los alimentos, vivienda y servicios de salud. “Los niños tampoco cuentan con documentos de identidad ni pueden solicitar documentos. Les cuesta, incluso, ubicar a sus familias en el país de destino”, dijo.

 

*Vea la nota completa en El Pitazo

¿Pescado por medicinas? El trueque es la moneda de cambio en una Venezuela en crisis

Bajo el sol del mediodía, decenas de delgados pescadores esperan descalzos a las orillas de una laguna en Río Chico, en la costa venezolana, para ser los primeros en cambiar su pesca del día por otros alimentos, en un trueque informal que crece en la aquejada nación petrolera.

El trueque se ha convertido en una de las vías que tienen los venezolanos para recibir pagos por la falta de billetes y escasez de productos, además algunos prefieren recibir comida, ya que el dinero no les alcanza para adquirirla y los precios varían dependiendo si el pago es en efectivo o con tarjeta de crédito o debito.

“Aquí no hay dinero en efectivo, solo trueque”, dijo Mileidy Lovera, de 30 años, caminando por la orilla de la laguna con una hielera llena de pescado que su esposo había atrapado temprano, esperando cambiarla por comida para alimentar a sus cuatro hijos o medicamentos para su hijo epiléptico.

En un país con una hiperinflación, donde los billetes son tan difíciles de encontrar como alimentos y medicinas, los venezolanos recurren cada vez más al trueque para realizar transacciones básicas.

“Es un sistema de pago bastante primitivo pero también es primitiva la falta de efectivo en el país “, dijo el economista Luis Vicente León de la consultora Datanálisis.

Según la encuesta Datanálisis de mayo pasado, 3,2 por ciento de la población reporta usar el trueque, cuando en el 2016 ese intercambio ni siquiera se mencionaba como forma de pago.

A diferencia de otros países en la región, el trueque en Venezuela no tiene ubicación ni reglas precisas y está mayormente dominado por el intercambio de comida en una nación en la que la pobreza alcanza a 87 por ciento y donde la población perdió un promedio de 11,4 kilos el año pasado, según un estudio realizado por tres grandes universidades del país.

El presidente Nicolás Maduro culpa de los crecientes precios y la escasez de alimentos y medicinas a la “guerra económica” liderada por la oposición y el gobierno de Estados Unidos.

Los economistas dicen que el banco central no imprime billetes lo suficientemente rápido para mantenerse al ritmo de la inflación que según la Asamblea Nacional, controlada por la oposición, alcanzó casi el 25.000 por ciento anualizada a mayo.

“Prefiero que me paguen con comida”, dijo Julio Blanco, un mototaxista de 34 años mientras espera a los clientes en Catia, al oeste de Caracas. “Acepto transferencias, porque efectivo no se consigue. Hago servicios por comida para poder sobrevivir”.

En La Vega, otra barriada popular del oeste de Caracas, en un local azul claro con puertas de vidrio y un letrero que dice “Barbería Jayko”, trabaja Alfredo Silva, afeitando hombres por unos 30 centavos de dólar al cambio del mercado paralelo.

Silva, de 40 años, acepta transferencias, comida y de fallarle esas opciones, usa otra que revela las complejidades de una simple compra en esta nación petrolera.

El barbero va con su cliente a una carnicería cercana y el carnicero le despacha a Silva el equivalente del costo del corte de cabello en productos, que pueden ir desde carne hasta huevos y embutidos.

En Río Chico, Marvin Guaramato, de 32 años llega a la laguna con el asiento trasero de su auto lleno de productos para intercambiar. En su mano sostiene dos harinas utilizadas para hacer la típica arepa venezolana.

Los pescadores luchan por cambiar sus peces. Al final del día algunos deberán volver a casa con sus pescados y sin productos.

“Hay días que paso hasta 5 horas y no vendo nada, entonces regreso a la casa con el pescado”, dijo Reinaldo Armas, uno de los pescadores que apilaba paquetes de pasta, arroz y harina encima de su cava.

“El menú es pescado al mediodía, pescado en la mañana y pescado en la tarde”, dijo Armas al asegurar que tiene más de un año sin comer pollo por el alto costo de las proteínas.

Deseos no preñan, el refrán que se apega a las encuestas en Venezuela
La elevada abstención en la pasada elección presidencial echó por tierra los pronósticos de empresas de sondeo
Datanálisis reconoce que erró en el margen entre Henri Falcón y el ganador Nicolás Maduro
Directivos de encuestadoras alegan que era cuesta arriba predecir un resultado debido a que la elección no fue competitiva

 

@franzambranor

SI BIEN LA ABSTENCIÓN era un fenómeno esperado por las empresas encuestadoras, la desolación que se vio en la mayoría de los centros de votación durante la jornada electoral del pasado 20 de mayo hizo que los pronósticos se estrellaran contra la cruda realidad.

Félix Seijas, director de la encuestadora Delphos dijo el pasado 12 de abril, en un foro organizado por Ecoanalítica que si los venezolanos votaban ese día en unas elecciones presidenciales, 25% lo haría por Henri Falcón, 22% por Nicolás Maduro, 8% por Javier Bertucci, 22% se abstendría y 23% no sabía.

Para el 26 de marzo, la empresa Consultores 21 reveló un sondeo en el que Falcón (28%) superaba por más de ocho puntos a Maduro (19,6%) en la intención de voto, los indecisos se ubicaban en 22,9% y los abstencionistas en 14,1%.

Otras firmas como Consulting Services (ICS) daban a Maduro como rotundo ganador con 55,9%, seguido por Falcón con 24,4% y Bertucci con 16,2%. Mientras Consultores 30.11 colocaba a Maduro arriba en las preferencias con 48,4%, a Falcón le concedía 36,3%  y a Bertucci 11,7% en un estudio llevado a cabo llevado a cabo entre el 26 de abril y 6 de mayo.

Dos semanas después y según cifras emitidas por el Consejo Nacional Electoral, Maduro fue reelecto presidente de la República con 6.190.612 votos, es decir con 67% de la participación de 9.132.655. Falcón obtuvo 1.917.036 votos (20.93%) y Bertucci 988.761 (10,82%).

Algunas empresas como Datanálisis, que anunció una concurrencia cercana a 40%, estuvo cerca a los niveles de participación emitidos por el CNE de 46,02%. Sin embargo el ausentismo en los centros de votación superó cualquier pronóstico, pese a que se esperaba una abstención por buena parte de la población.

Las encuestadoras justifican que los resultados del 20M discrepen de los números previos porque no había forma de vaticinar la cifra de participación que podía producirse. Ademas había que tomar en cuenta la escasa credibilidad en el CNE y las múltiples irregularidades que se denunciaron el día de la elección.

A juicio de Félix Seijas, el resultado del evento llevado a cabo el pasado 20 de mayo no significa que las encuestas hayan fracasado, por el contrario es la prueba de que Maduro posee un techo inferior a 30% y que quienes se abstuvieron de acudir a las urnas incidieron en el destino del candidato opositor Falcón.

Para el director de Delphos, la volatilidad es un elemento que incidió directamente en el más reciente episodio electoral en Venezuela. “La encuesta es un mecanismo de investigación muy sensible. En los sondeos hay un aspecto cuantitativo y otro cualitativo, uno no va sin el otro, sin la emotividad se está viendo la película a medias. Una persona pudo decir que tenía intenciones de votar, pero el día de la elección se levantó de la cama, no vio a nadie en los centros y eso le desestimuló”.

Seijas sostuvo que el voto en Venezuela es como una especie de virus que se propaga y en esta ocasión esa epidemia fue detenida por la convocatoria a no votar emitida por la Mesa de la Unidad Democrática y el Frente Amplio Venezuela Libre.

El presidente de Datanálisis, Luis Vicente León, manifestó que hubo una mala interpretación de las encuestas porque la gente optó por la alternativa simple de hacer una sumatoria entre quienes estaban seguros de ir a votar, estimados en 31%, con el 30% de los que manifestaron la intención de concurrir a sufragar.

“Nunca dijimos que para estimar participación se sumaban los muy dispuestos con los dispuestos a votar, eso es como mezclar peras con manzanas”, enfatizó León.

El responsable de Datanálisis aseguró que no había forma de predecir con seguridad la participación en las pasadas elecciones y de eso iba a depender el resultado.

“Una encuesta arroja resultados muy distintos si consideramos la población general, sólo potenciales votantes o seguros a votar. En el pasado la correlación de resultados era con los muy dispuestos, pero esta elección fue atípica”, agregó.

Seijas indicó que en las tres últimas elecciones presidenciales (2006, 2012 y 2013) había votado 79% de los ciudadanos, un descenso drástico en comparación con las  de 2018.

“Mi impresión es que fue menos gente a votar de lo que incluso se dijo. Mientras menos fuera la participación más fácil era que Maduro ganara”, indicó Saúl Cabrera, directivo de Consultores 21, quien sentenció que basados en una encuesta hecha en marzo estimaban una participación cercana a 30% del registro electoral, pero luego de que se anunciase  una candidatura opositora esa cifra subiría dependiendo de la empatía del elector con esa figura y de la confianza en el proceso.

“La gente espera que haya al menos condiciones normales para votar, pero el gobierno irrespetó incluso todos los acuerdos que suscribió con los candidatos opositores y sus aliados internacionales. Hubo puntos rojos, publicidad excesiva, cadenas presidenciales, presión a empleados públicos, promesas de pago con el escaneo del carnet de la patria y pare usted de contar”.

Para Seijas, el fenómeno de la abstención es diverso y en el hemisferio se da en algunas ocasiones porque los ciudadanos consideran que la institucionalidad es elevada en sus países y se sienten confiados. “En Venezuela es totalmente contrario, el árbitro no transmite imparcialidad”.

Seijas también recalcó que la desconexión con la oposición pasó factura en estos comicios. Según Delphos, de 35% de apoyo duro que poseía el bando opositor en el primer semestre de 2017, hoy en día se ubica en 10%.

“La desconfianza en el liderazgo opositor, especialmente después de la elección de la asamblea nacional constituyente hizo que la disposición a votar se hiciera aún más volátil. El 20 de mayo pudo haberse presentado cualquier escenario, incluso un ambiente pro voto de última hora, pero sucedió el más previsible y perjudicial para la oposición”, confesó.

“Con una abstención elevada el mayor perjudicado iba a ser la oposición porque la misma MUD estaba llamando a no votar. La probabilidad de triunfo opositor, al menos en número de votos ejercidos, es directamente proporcional a la participación”, completó Luis Vicente León.

Cómo predecir lo impredecible

Luis Vicente León de Datanálisis alertó que una encuesta puede evaluar la intención de voto de un elector, pero no  medir las denuncias de fraude y ventajismo.

“Si la misma gente dice  que la del 20M no fue una elección competitiva ni democrática, entonces cómo una encuesta puede dar un resultado aproximado a la realidad. Entre las encuestas y el hecho de votar ese día habían tres elementos distorsionadores: la presión oficial, la dependencia económica y el miedo por saber por quién votó la gente”.

“Una cosa es lo que dicen los sondeos de opinión y otra es lo que arroja el CNE, lo cual es una dificultad muy grande para los encuestadores”, añadió Cabrera.

El director de Consultores 21 asegura que en condiciones normales, una encuesta debería ser capaz de arrojar un resultado cercano a la realidad. “Pero aquí tenemos que enfrentarnos a que el día de las elecciones hay denuncias de voto asistido o  que existe una maquinaria buscando gente para votar a última hora, nada de esas cosas se pueden tomar en cuenta con antelación”.

A juicio de Seijas, una estadística si quedó clara en la pasada elección presidencial y es que Maduro tiene un techo difícil de rebasar.

“Posee un tope de 27% y de ahí no va a subir y eso resulta de  75% que lo detesta y que jamás votaría por él. Por eso se empeña en no perder ese porcentaje y de ahí viene la iniciativa de ‘dando y dando’, cuyo mensaje es que si no votas por mi vas a sufrir más de lo que ya estás sufriendo para poder alimentarte”.

Por otro lado, León dijo que el apoyo a Falcón estuvo por debajo de lo que estimaba Datanálisis.

“La votación estimada de Falcón era mayor. Obviamente no se esperaba de ninguna manera su triunfo con alta abstención, eso es un absurdo. Pero la diferencia era mucho menor, lo que puede deberse al desgano por parte de sus seguidores o al manejo de mesas sin testigos el día de la elección”.

Le falta aceite a esa maquinaria

Cabrera de Consultores 21 expone que si bien Maduro se frotó las manos la noche del 20 de mayo celebrando «su victoria», al motor electoral de los partidos Somos Venezuela, Psuv y demás aliados le faltó potencia para remolcar a sus simpatizantes.

“Los dispositivos para amarrar el voto fallaron. , Hablamos del  propio gobierno que dice que entre 14 y 15 millones de personas poseen carnet de la patria y 7 millones tienen el del Psuv. ?Dónde está ese apoyo?”, se pregunta el encuestador.

Seijas sostiene que si bien cada vez más personas dependen de las dádivas del gobierno como las cajas y bolsas de los Comité Locales de Abastecimiento y Producción (Clap), esos mecanismos han perdido fuerza a la hora de movilizar en función de favorecer una tendencia electoral.

“La gente siente que cada vez son menos atractivos y esto tiene que ver con la frecuencia, la calidad y con que utilizan todos esos beneficios como un chantaje electoral”.

Para Seijas la expectativa es determinante en campañas electorales. “Nadie vota por lo que le diste, sino por lo que le vas a dar. Hay gente que piensa que mientras Maduro se mantenga en el poder hay una esperanza de cristalizar el sueño de Hugo Chávez. Si Chávez compitiera hoy en una elección, volvería a ganar”.

La oposición y la ruta que no consiguen

Según León, no hay que ser un erudito para saber que la mayoría desea que haya un golpe de timón y el país se enrumbe hacia una eventual prosperidad.

“75% de la población quiere cambio, el problema es que no estaba convencida de votar el pasado 20 de mayo”, alertó.

“Cuatro de cada 10 personas piensa que las elecciones regionales se perdieron por la parcialidad del CNE”, expresó Cabrera de Consultores 21.

Paradójicamente, Cabrera indicó que el voto sigue siendo considerado como la principal arma de cambio para el venezolano.

“La gente quiere alterar la realidad que está viviendo actualmente de la manera más fácil, lo más incruento posible, algo que genere el mínino de angustia y eso solo se puede a través de una elección”.

Para Seijas, el clima de volatilidad empezó a incidir en la participación desde los comicios regionales de octubre de 2017.

“En el caso del estado Miranda, Carlos Ocaríz bajó una ventaja de 20% sobre Héctor Rodríguez a 11% en las últimas dos semanas y allí imperaron tres cosas: el oficialismo hizo una buena campaña -eso no hay que negarlo-, la expectativa positiva de que a Rodríguez si le iban a dar los recursos y por supuesto los mecanismos de presión, chantaje y ventajismo”.

Cabrera indicó que los candidatos de oposición que obtuvieron la victoria en las pasadas elecciones regionales, era porque estaban ganando las encuestas con una ventaja de al menos 20 puntos. “Ya está claro que en Venezuela para que la oposición pueda ganar una elección, la diferencia tiene que ser al menos de 10 puntos caso de Andrés Velásquez es la muestra de que ni teniendo actas en la mano, no hay garantías de que  el CNE vaya a adjudicar el triunfo”.

“La íltima encuesta sobre  Falcón en Lara lo daba ganador por 6 puntos, pero allí no pudieron recoger todas las actas, hubo amedrentamiento de miembros de mesa y entonces salió airosa Carmén Meléndez”

Afuera también se equivocan

No solo en Venezuela el resultado de las encuestas no coincide con la realidad posterior a una elección. También existen casos como el de Violeta Chamorro, quien sorpresivamente ganó la presidencia de Nicaragua en 1990 con 54,7% de los votos; la salida del Reino Unido de la Unión Europa a través del Brexit en 2016; el plebiscito sobre los acuerdos de paz en Colombia y la elección de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos, ambas también en 2016.

“Las encuestas son muy sensibles a los hechos de opinión y lo vimos recientemente en la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Colombia. Uno veía al candidato de la Coalición Colombia, Sergio Fajardo acercándose a Gustavo Petro (Colombia Humana) poco a poco, tal vez si la campaña hubiese durado una semana más Fajardo hubiese llegado en segundo lugar en las votaciones y concurrido a segunda vuelta con Iván Duque (Centro Democrático) en vez de Petro”, dijo Cabrera de Consultores 21.

“Esto no es un fenómeno nuevo, las encuestas son una fotografía de un momento y a veces no coinciden con el momento de las elecciones. Han ocurrido triunfos inesperados como el de José Luis Rodríguez Zapatero en España en 2004, a quien nadie lo daba ganador. Incluso acá en Venezuela cuando Luis Herrera Campins se impuso a Luis Piñerua Ordaz en los comicios presidenciales de 1978”, sentenció León.

“En Estados Unidos es incluso más complejo porque hay colegios electorales, los estudios estuvieron bastante bien hechos, pero nadie se encargó de hacer esa medición cualitativa a la que me refiero”, indicó Seijas.

“Efectivamente Hillary Clinton sacó más votos totales que Trump, pero Trump ganó en más colegios electorales y en tres estados donde había empate técnico. No es que las encuestas se equivoquen, es que todos estos eventos han pasado uno detrás de otro”.

Encuestas de maletín

Félix Seijas, director de Delphos, no se atreve a decir si en Venezuela existen encuestadoras que tienden a favorecer una opción por conveniencia económica o incluso ideológica, lo que si aseguró es que hay empresas que aparecen solo en periodos electorales y posteriormente se esfuman.

El principal capital de este tipo de negocios es la confianza y eso se gana con el tiempo, un cliente que se percate que hay inconsistencias o que existe una tendencia que favorece cierto tipo de parcialidad, no te va a contratar más”, expuso.

“Un excelente indicador para saber si una encuestadora es fiable es el tiempo que tenga en el mercado y la cantidad de clientes”.