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OPINIÓN

Los despreciables títeres del régimen
En un régimen totalitario, donde el miedo y la represión son hechos harto conocidos, la figura de los supuestos opositores se vuelve cada vez más común y más abominable

 

@cjaimesb

Un tuit de Elías Pino Iturrieta del 11 de marzo, que tres días después, cuando escribo este artículo, lleva casi 92 000 vistas, dice así: “Quiero destacar una curiosa reacción de muchos miembros de la cúpula política: en lugar de presionar a Maduro para que retire la arbitraria inhabilitación de María Corina Machado, la presionan a ella para que se retire del proceso electoral. Eso sí que es notable”.

En un régimen totalitario, donde el miedo y la represión son hechos harto conocidos, la figura de los supuestos opositores –que en realidad hacen lo que le conviene al gobierno– se vuelve cada vez más común y más abominable. Estos individuos, que pretenden representar las voces disidentes dentro del sistema, en realidad son meros títeres en manos del régimen, que actúan en su propio beneficio, a expensas del sufrimiento del pueblo y de la verdadera lucha por la libertad y la democracia.

Estos falsos opositores, otrora expertos en el arte de la simulación y la hipocresía, ya ni siquiera se preocupan por aparentar. Cuando fingen ser críticos del régimen, se les ven las costuras por todas partes. Para nadie es un secreto que están negociando para obtener privilegios, o impunidad o beneficios económicos… o las tres cosas a la vez.

Son los perfectos camaleones políticos, que, como decía una canción que bailaban mis abuelos, “cambian de colores según la ocasión”, traicionando a quienes confiaron en ellos y vendiendo su alma al diablo por un puñado de monedas. Pareciera que este es un común denominador en la historia de la humanidad…

Por supuesto, su actitud oportunista solo contribuye a perpetuar el régimen totalitario, porque con sus actos legitiman, apoyan y le dan respiración boca a boca a un sistema corrupto y represivo. Y también son unos cobardes: en lugar de enfrentarse valientemente al poder establecido y defender los derechos y libertades de sus conciudadanos, que es lo que deberían hacer porque escogieron ser políticos, es decir, servidores públicos, estos traidores prefieren nadar en aguas tranquilas, evitando cualquier confrontación que ponga en riesgo su posición privilegiada y sus intereses personales. Parece que no supieran que, en cuanto no le sirvan al régimen, pasarán por su trilla…

Es indignante, por decir lo menos, ver día a día cómo estos supuestos opositores, algunos apoderados de las banderas y símbolos de los partidos políticos a los que un día pertenecieron, otros enseñoreados en nuevas organizaciones políticas (por las que no votarán ni los cuatro gatos que los siguen), son cómplices del sistema que dicen combatir y tan culpables como los que pertenecen a la nomenklatura. Optaron por abrazar la comodidad y la seguridad que les brinda la sumisión, traicionando la confianza de aquellos que esperaban que representaran una verdadera alternativa al autoritarismo y la opresión.

En definitiva, los falsos opositores no son más que marionetas manipuladas por y desde el poder. No tienen principios ni valores, porque a diario venden públicamente su dignidad y su moral con el mayor desparpajo. Su traición a la causa los convierte en seres despreciables y dignos de la más profunda repulsa por parte de aquellos que creemos en la democracia, la justicia y la libertad.

Las opiniones emitidas por los articulistas son de su entera responsabilidad y no comprometen la línea editorial de RunRun.es

 
Humano Derecho #14 | Temporada 2 con Carlos Briceño, director de Defiende Venezuela
Carlos Briceño, director de Defiende Venezuela, nos ampliará la información sobre la Corte Penal Internacional y las investigaciones que se están llevando a cabo en Venezuela

 

@_humanoderecho

¿La Corte Penal revisó los expedientes emitidos por el Estado venezolano? ¿En qué etapas está la investigación actualmente? ¿Quién puede acceder a los casos de las víctimas? Conversamos de estos y otros temas con Carlos Briceño, director de Defiende Venezuela

Briceño nos ampliará la información sobre la Corte Penal Internacional y las investigaciones que se están llevando a cabo en Venezuela.

La Corte Penal Internacional ha revisado los expedientes presentados por el Estado venezolano en relación con las investigaciones en curso; la Fiscalía sostiene que las investigaciones propuestas por ella no están siendo completamente cubiertas por las del Estado, argumentando falta de simetría entre ambas.

Además, se ha cuestionado la relevancia y cantidad del material probatorio suministrado por Venezuela, sugiriendo que podría constituir una táctica dilatoria. Parte del material, incluyendo contenido de redes sociales y resúmenes estatales, fue considerado no pertinente por la Fiscalía y la Sala de Cuestiones Preliminares, que enfatizaron la importancia de la relevancia probatoria en el proceso judicial.

“Por un lado, la Fiscalía alega que las investigaciones que ella pretende realizar —no las que está realizando, sino las que se pretende realizar— no están siendo plenamente abarcadas por las que está realizando el Estado. Es decir, no existe una simetría, una coincidencia entre ambas investigaciones, en palabras de la Fiscalía y en palabras de la decisión original que había tomado la sala de primera instancia” comenta Briceño.

La investigación de la Corte Penal Internacional se encuentra en una etapa avanzada, pero aún es un proceso largo con múltiples fases. El objetivo es determinar la responsabilidad penal de los individuos involucrados. Este proceso es más riguroso que otros procedimientos internacionales debido a su enfoque en la culpabilidad y la inocencia, y requiere un alto estándar probatorio.

Presentado por Génesis Zambrano (@medicenmouzo) y Luis Serrano (@akaLuisSerrano). Somos el radio web show semanal que mezcla la buena música con gente que ayuda a gente. Transmitido por diferentes plataformas del país, es producido por RedesAyuda y Provea.

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Un cine en auge y en peligro de extinción
El cine argentino está viviendo una época oscura, pues la constante amenaza sobre la industria por parte del nuevo signo político que gobierna a la Argentina está dejando de ser un rumor

 

@SoyJuanette

Cahier du Cinéma, una de las revistas de cine más prestigiosas del mundo, dedicó su número de marzo al cine argentino. Bajo el título: “¿Hacia dónde va argentina? Radiografía de un cine próspero y amenazado”, la publicación ofrece un balance de una de las industrias audiovisuales más prometedoras de América Latina. Además, engalana su portada con un fotograma de Trenque Lauquen, el filme argentino de la realizadora Laura Citarella, protagonizado por Laura Paredes y que fuera elegida por la misma publicación como la mejor película de 2023.

Así introduce el tema Marcos Uzal, redactor en jefe de Cahier du Cinéma: “¿Hacia dónde se dirige Argentina? Aunque su futuro político es incierto, la prolífica producción cinematográfica del país es asombrosa, e implica la invención de métodos de trabajo alternativos”

¿Qué pasa con nuestro cine?

El cine argentino está viviendo una época oscura, pues la constante amenaza sobre la industria por parte del nuevo signo político que gobierna a la Argentina está dejando de ser un rumor. A principios de marzo se conoció de boca del presidente del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales INCAA, Carlos Pirovano, que la institución: “Gasta en sueldos y funcionamiento más del 60 % de su presupuesto, incumpliendo con la Ley de Cine”. Por lo que deslizó el funcionario, se achicará el número de trabajadores y se venderá el histórico Cine Goumont.

Del otro lado de la vereda, Nicolás Vetromile, representante del Sindicato de trabajadores de ATE INCAA, y quien se reuniera con Pirovano, aseguró que el presidente de la institución “planea desfinanciar todos los programas, revisar toda la planta transitoria –que es lo único que le queda ahora– junto a la permanente, para proponer retiros voluntarios y jubilaciones anticipadas».

Vetromile apuntó además que estos recortes podrían afectar también la realización de festivales como el BAFICI y el Festival Internacional de Cine de Mar Del Planeta, uno de los pocos certámenes clase A del continente.

¿Qué quiere la nueva dirigencia del INCAA?

Según la declaración de principios de las nuevas autoridades del INCAA, el instituto “Fue creado con el objetivo de fortalecer a la industria audiovisual. No para generar empleo y mucho menos para subsidiar actividades de propaganda militante”.

De acuerdo a una nota del periodista Marcelo Stiletano publicada en el diario La Nación, el gobierno no está en contra del cine argentino, sino que “Quieren menos películas. Y más grandes”

Acerca de los festivales de cine, Stiletano indicó que la fuente entrevistada relató que “es falso que se haya hecho algún comentario en la reunión con ATE sobre la finalización del apoyo a los festivales”. Desde la nueva gestión se habría dicho que el INCAA no hará más aportes y que para mantener el funcionamiento del Festival Internacional de Mar del Plata, entre otros, se deberá conseguir algún tipo de sponsors o financiamiento privado.

Otro de los puntos que hace ruido en esta nueva gestión del INCAA, es el de la ENERC (Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica), cuyo destino es incierto. Aunque la fuente entrevistada por Stiletano asegura que se mantendrá, pero con menos inversión. Desde ATE indican que el cierre es inminente. 

Acerca de la importancia de la ENERC se pronunció la famosa cineasta argentina Lucrecia Martel:

“La ENERC, que tiene sedes en varias provincias, es la única posibilidad de formar técnicos y profesionales audiovisuales en todo el país. Si desfinancian la escuela, una gran cantidad de técnicos dejarían de ingresar no solo al cine nacional, sino a canales regionales, o la industria publicitaria. Por eso es importante mantenerla”.

¿Es rentable el cine argentino?

Contrariamente a la poca o nula rentabilidad del cine argentino que pregonan desde el oficialismo, algunos directores, productores y actores echan por tierra esa teoría.

Uno de ellos es el productor y ganador del óscar Axel kuschevatzky, quien aseguró que el cine nacional aporta dividendos a la economía y genera empleo:

“Están apareciendo las mismas voces de siempre, que sin ningún conocimiento y desde un lugar muy demagógico, atacan al sector audiovisual sobre supuestos que son falsos. El sector audiovisual argentino tiene una diversidad ideológica enorme. Además, no está visto el impacto del sector audiovisual en la economía argentina, que es un 5,2 % de forma directa e indirecta”.

Acerca de la rentabilidad de la industria audiovisual argentina también se pronunció nuevamente Lucrecia Martel:

“Nuestra industria está compuesta básicamente por pequeñas y medianas empresas. Por lo que entre el 70 y 90 % del presupuesto de una película argentina se financia exportando derechos, es decir, compitiendo en fondos internacionales con cintas de todo el mundo y por supuesto inversores privados”.

Además, completó: “Es decir, que nuestra industria de pequeñas y medianas empresas genera un ingreso de divisas al país. Y lo que permitió el desarrollo de nuestro cine fue una ley de cine que nos costó muchísimo. Dicha ley rige el funcionamiento de un organismo fundamental para nuestra actividad que es el INCAA.

¿Por qué defender al INCAA?

Martel aseguró que, aunque los manejos del INCAA en varios periodos políticos han sido cuestionables, la solución no pasa por un cierre:

“Durante mi carrera conocí el INCAA de MENEM, de De La Rúa, el de Néstor y Cristina Kirchner, Mauricio Macri y Alberto Fernández. De todas esas gestiones puedo hacer listas de críticas y hechos indignantes que han sucedido en el instituto. Pero jamás podrían haber salido nuestras productoras nacionales a buscar fondos afuera, sin la existencia del INCAA, ente que organiza convenios bilaterales”.

Hasta el director y guionista Mariano Llinás, quien ha sido un detractor del INCAA desde hace años, está en contra del desfinanciamiento de la institución: “El INCAA funciona mal, pero cerrarlo es inadmisible”, dijo Llinas en una entrevista al medio Mercadoaudiovisual.

Métodos de trabajo alternativos

Históricamente, por su carácter contestatario, (como cualquier expresión artística) el cine ha tenido que buscar la manera de seguir subsistiendo. Quedando claro que la industria audiovisual aplica aquello de “Si te cierran la puerta, te metes por la ventana”, es por eso que algunos buscan nuevas alternativas para llevar sus películas adelante.

El Pampero Cine

Un cine en auge y en peligro de extinción, por Juan E. Fernández @Juanette. Fotograma de la película Trenque lauquen, cortesia El Pampero Cine
Gente de El Pampero Cine

Tal es el caso del colectivo artístico El Pampero Cine, productora conformada por Mariano Llinás, Alejo Moguillansky, Laura Citarella y Agustín Mendilaharzu en el año 2002.

La particularidad de El Pampero Cine es que realiza sus películas sin el apoyo estatal del INCAA ni de subsidios extranjeros. Podría decirse que producen bajo un sistema de cooperativas, y buscando financiamiento privado, para llevar adelante cada uno de sus proyectos. Trabajan de esa manera para, como ellos mismos dicen, “prescindir de la tiranía del productor que exige una estructura de trabajo rígida y vertical, acotada a un presupuesto, fechas límites y una visión comercial de hacer cine”.

Éxitos como Historias extraordinarias (2008) La Flor (2018) y Trenque Lauqen (2022) entre otras, han llevado a El Pampero Cine a convertirse en un referente en la industria del cine internacional. 

Orsai Audiovisuales

Grupo de Orsai Audiovisuales, productora de la película La uruguaya. Foto @Juanette

En el año 2021 y mientras el mundo estaba en confinamiento, el escritor argentino Hernán Casciari y su socio/amigo Christian Basilis, Chiri, lanzaron Orsai Audiovisuales, un apéndice de la comunidad literaria Orsai, que se encargaría de contar historias en formato audiovisual.

El primer proyecto de Orsai Audiovisuales fue llevar a la gran pantalla La Uruguaya, novela de Pedro Mairal, protagonizada por Fiorella Bottaioli, Sebastián Arzeno y dirigida por Ana García Blaya. 

Pero el gran hito de Orsai Audiovisuales no fue solo llevar adelante una producción en plena pandemia y a través de Zoom, sino su método de financiación:

El mismo consistió en vender bonos públicos y las personas, al comprarlos, se convirtieron automáticamente en socios productores. ¿Esto qué quiere decir? Que tenían derecho a voto en aspectos como el guion, el casting de los actores, casting, rodaje y hasta decisiones de distribución. La uruguaya finalmente vio la luz en agosto de 2023 en salas comerciales, y actualmente puede verse a través de la plataforma Star+ en Latinoamérica.

Pero eso no es todo, actualmente los proyectos: Canelones, La muerte de un comediante (ópera prima de Diego Peretti como director), y Emi On/Off en proceso de postproducción; mientras que el documental Sola en el paraíso está compitiendo en festivales y en distribución. Cabe destacar que todas estas producciones fueron financiadas bajo el mismo sistema de La Uruguaya: a través de bonos que se comercializan a cualquier que desee ser socio productor.

Ejemplos como los de El Pampero Cine y Orsai Audiovisuales demuestran que el cine siempre busca abrirse camino. Aunque esto no justifica el cierre del INCAA o la ENERC.

Actualización: se oficializa el desfinanciamiento del INCAA

  • De acuerdo a una resolución oficial publicada el 11 de marzo de 2024, se cancela el apoyo a estrenos, a festivales de cine, pasajes al exterior, no se renuevan contratos, se suspenden pago de horas extras y desplazamiento, comidas y celulares de funcionarios, entre otras medidas.

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Alejandro Armas Mar 15, 2024 | Actualizado hace 4 días
La máquina de realidad paralela
Entre medios públicos, medios privados cooptados por el chavismo, partidos falsamente opositores y “analistas políticos” rehusados a reconocer el contexto antidemocrático, tenemos un ecosistema en perfecta armonía

 

@AAAD25

Hoy se habla mucho de una crisis epistemológica en las democracias desarrolladas que padecen una altísima polarización, como España o Estados Unidos. No es solo que la opinión pública está dividida en bloques axiológicos irreconciliables. Es decir, no es solo un tema de valores morales. Es que ni siquiera hay acuerdos sobre hechos empíricos en sí mismos, sobre aquello que ni siquiera debería estar sujeto a interpretaciones. El tribalismo ha llegado a un punto en el que grupos de personas que piensan más o menos igual habitan islas de pensamiento sin ningún contacto entre ellas, como si fueran realidades paralelas. El que no pertenece al grupo propio es visto entonces, no como un adversario con ideas equivocadas, pero en general razonable y decente, sino como un lunático peligroso. Ello hace casi imposible la formación de acuerdos mínimos para emprender proyectos conjuntos, la idea de la política de acuerdo con Hannah Arendt.

“Quiebre epocal”

“Quiebre epocal”

En Venezuela también tenemos dos realidades paralelas, metafóricamente hablando, pero que corresponden a una polarización asimétrica. Tenemos por un lado el hecho de un país devastado económica y socialmente, con muy pocas posibilidades de recuperarse a lo grande en el corto o mediano plazo, y gobernado por un autoritarismo feroz e implacable. Por el otro lado, tenemos la ilusión propagandística del gobierno, otrora difundida exclusiva o casi exclusivamente por los medios de comunicación propiedad del Estado pero que, en virtud de la apropiación del Estado por la elite gobernante, convertidos de facto en canales al servicio de los intereses privados de dicha elite. Ahí, Venezuela es en esencia un país próspero, prometedor y, sobre todo, rebosante de alegría. Ello gracias a un gobierno que goza de inmenso apoyo popular, mediante el cual triunfa en casi todas las elecciones, siempre limpias y justas.

Digo “otrora” porque eso ha cambiado. Ya no son solo los medios públicos los que transmiten la ilusión propagandística. Se ha sumado un conjunto de medios privados que fueron cooptados por la elite gobernante, mediante su compra por empresarios vinculados con el chavismo. Los tres casos más notables son los periódicos Últimas Noticias y El Universal, así como el canal televisivo Globovisión. Si bien el diario de la ex Cadena Capriles fue el primero de los tres en sufrir la metamorfosis decadente, los otros dos recientemente se han esforzado por competir por cuál es el más panfletario, como muestran sus titulares en redes sociales exaltando los eventos proselitistas de Nicolás Maduro. Titulares que algunos observadores con acierto compararon con los de una agencia de noticias norcoreana, por el nivel de adulación al presidente. Creo que ni Venezolana de Televisión llegó a tanto.

Ahora bien, si todos estos medios son las tablas para la representación teatral de país feliz, ¿quiénes son los actores? Alguien no muy avispado restringiría el elenco de la farsa a un montón de militantes del PSUV y sus socios minoritarios como el PPT. Pero, de nuevo, ahora la escena es mucho más variopinta. Ya no es un gran retablo carmesí, como alguna de las pinturas de Rothko. Porque resulta que la cooptación es mucho más que mediática. Se extiende también a partidos políticos. ¿Qué otra cosa son aquellas organizaciones intervenidas por el Tribunal Supremo de Justicia y que dicen ser “oposición”, aunque aplauden prácticamente todo lo que hace el gobierno? Y que no se nos olviden los partidos de origen, digamos, y que valga la cacofonía, original pero que están coaligados con los derivados de las intervenciones judiciales en la llamada “Alianza Democrática”.

Hay más. Existe también una fauna de sujetos a menudo identificados con esa rara etiqueta que es la de “analista político” y que también son personajes recurrentes en la tramoya. No necesariamente tienen formación alguna en ciencia política, pero vaya que hablan como autoridades en la materia. Siempre apuntando a la misma conclusión: que en Venezuela las elecciones son como en cualquier democracia (quizá con una que otra injusticia nimia) y que la oposición solo puede y debe enfocarse en desarrollar una estrategia de captación del voto mayoritario para triunfar. Cualquier otro planteamiento no solo es innecesario, sino además “radical e inmoral”. Los presos políticos para ellos no existen. ¿El chavismo desconociendo de facto que la oposición ganó la mayoría calificada en las parlamentarias de 2015? Nunca ocurrió. Y si ocurrió, pues fue la misma oposición la culpable, por “extremista”. Agreguen a eso el llamativo fenómeno de empresas de consultoría política que en redes sociales tratan de usurpar la función de los medios de comunicación, divulgando contenido con fines dizque informativos, pero con una tendencia a propagar bulos alineados con la propaganda chavista.

Veamos el conjunto definitivo: entre medios públicos, medios privados pero cooptados por el chavismo, partidos falsamente opositores y “analistas políticos” independientes rehusados a reconocer el contexto antidemocrático, tenemos a todo un ecosistema en perfecta armonía. Cada uno de esos elementos es como una pieza mecánica en una máquina generadora de la realidad paralela. Con tanta censura y autocensura en los medios tradicionales, es poco lo que pueden hacer las voces alternativas, que sí describen el entorno sin edulcorantes. Lo que lingüistas y semiólogos vinculados con la teoría crítica izquierdista, desde Roland Barthes hasta Noam Chomsky, describieron como redes comunicacionales con el propósito de fomentar el conformismo de las masas con la democracia liberal y el capitalismo (con cierta exageración sobre lo que ello implica en términos de control social), es hecho en Venezuela. El objetivo es que las masas desarrollen un pensée unique afín a los intereses de la elite chavista.

Creo que es un esfuerzo condenado al fracaso. Cuando tienes un país que sigue azotado por la pobreza extrema, por la inseguridad alimentaria y por los apagones constantes, no veo manera de que la población en general abrace una ilusión de vida nacional sabrosa. Sin embargo, sí es posible cautivar a algunas personas. Sobre todo, a aquellas con una calidad de vida por encima del promedio y que quieren pretender que siguen “en la lucha” contra el gobierno, aunque no estén dispuestos a correr los riesgos inherentes a la oposición a regímenes como este. Para ellas, está mandado a hacer el mensaje, quizá no de los propagandistas más evidentes, pero sí de los “analistas políticos” enajenados. Para los demás, para la inmensa mayoría de los oprimidos, el miedo a la represión seguirá siendo el gran agente disuasor del reclamo.

De todas formas, no está de más describir el fenómeno de la máquina propagandística de última generación y, sobre todo, advertir sus componentes aparentemente heterogéneos y dispersos, pero, como ya dije, en plena y deliberada sincronía. Lo bueno es que una vez que se identifica a una de las partes, es más fácil notar el todo. ¿Invitado frecuente a un medio cooptado por el chavismo? Ya sabe. Eso es precisamente lo que la máquina no quiere: que usted sepa. Sea saber la identidad de la máquina misma o cualquier otra cosa sobre la Venezuela de hoy.

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Víctor Álvarez R. Mar 15, 2024 | Actualizado hace 5 días
Los héroes de la retirada
Un líder no se obstina en imponer su candidatura inhabilitada, a riesgo de perderlo todo. Comprende a tiempo las trampas y obstáculos insalvables que le impone su adversario y traza nuevos caminos

 

@victoralvarezr

El CNE informó que MCM tiene una prohibición para ejercer cargos públicos y no podrá inscribir su candidatura presidencial. En vez de insistir en que solo con ella habrá elecciones libres, que si no es ella no es nadie, a MCM le corresponde ahora demostrar su liderazgo y convocar a votar masivamente por una candidatura de consenso que pueda ganar, cobrar y gobernar.

Pero si convierte su nombre en un punto de honor, corre el riesgo de cargar con la responsabilidad histórica de haber cerrado el paso a una candidatura única y unitaria capaz de capitalizar electoralmente el enorme rechazo al gobierno para lograr un cambio en el mando político por la vía electoral y pacífica.

Desde las elecciones presidenciales de 2013 se puede apreciar cómo ha venido mermando el caudal de votos del chavismo. Sin embargo, en cada elección, la recurrente división y abstención de la oposición ha convertido en mayoría a la minoría oficialista. Y en las presidenciales de 2024 esta historia puede volver a repetirse.

Las condiciones electorales son muy desventajosas, pero no anulan las favorables condiciones políticas derivadas de un 75 % de rechazo a la gestión de gobierno.

Para capitalizar electoralmente este enorme descontento se requiere un candidato único y unitario. Esto exige grandeza histórica, priorizar el interés nacional y ser capaz de renunciar a las nobles aspiraciones personales que –al confundir deseos con realidades– se degradan en ambiciones particulares y degeneran en una codicia personal que termina dividiendo a la oposición y llamando a la abstención, tal como ocurrió en las presidenciales de 2018, cuando el candidato oficialista estaba prácticamente derrotado debido al enorme rechazo popular, pero terminó imponiéndose por la división y abstención de la oposición.

Todos los precandidatos de la oposición que dividen al país descontento –en lugar de estarse frotando las manos por la inhabilitación de MCM–, deberían retirarse de la carrera presidencial y dejar que desde ese silencio se escuche el grito que le pondrá nombre y apellido al escogido como candidato único y unitario del malestar nacional. 

Un líder no se obstina en imponer su candidatura inhabilitada, a riesgo de perderlo todo. Comprende a tiempo las trampas y obstáculos insalvables que le impone su adversario y traza nuevos caminos. Actúa con sensatez y deja de insistir en lo que ya es imposible lograr: inscribir su candidatura en el ensueño de que “el pueblo en la primaria me habilitó” y pretender que ese régimen autoritario al que amenazan con perseguir, enjuiciar y condenar, complazca la ambición presidencial precisamente de quien lo amenaza con convertirse en su verdugo. Esa es una quimera que puede desembocar en una desmoralización, división y abstención del país descontento con el gobierno y la oposición, que es precisamente lo que el oficialismo quiere lograr para convertir en mayoría su decadente caudal electoral.

Escuche el análisis completo en el nuevo pódcast de Pedagogía económica y electoral

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Reuben Morales Mar 14, 2024 | Actualizado hace 5 días
La pizza es mejor que el sexo
A estas alturas de mi vida me he dado cuenta de que la pizza tiene una gran cantidad de ventajas que la hacen muy superior al simple acto sexual

 

@ReubenMoralesYa

Cuando llegue ese día en donde mi hijo Tobías me haga la inevitable pregunta de “Papá, ¿qué es el sexo?”, me tocará responderle de una forma totalmente franca y directa: “Hijo, es un ejercicio entre dos personas desnudas que termina en una sensación muy intensa que jamás le ganará al acto de comerte una pizza”.

Porque mi amor hacia la pizza es de tal magnitud, que si en un programa de concursos me dijeran:

–¡Amigo Reuben!… ¡En la puerta de la izquierda hay una reina de belleza totalmente desnuda esperando para complacer todas tus fantasías y en la puerta de la derecha hay una pizza recién horneada tamaño megafamiliar con pepperoni, champiñones y aceitunas negras acompañada de una gaseosa helada para que te la comas tú solito! ¿¿¿Qué dices???

–Bueno, la verdad debo confesar que llevo mucho tiempo falto de cariño, sin nada de aquello y deseoso de algo ardiente. ¡Por eso escojo la pizza!

Porque a estas alturas de mi vida me he dado cuenta de que la pizza tiene una gran cantidad de ventajas que la hacen muy superior al simple acto sexual. En primer lugar, cuando vas a comerte una, siempre puedes elegir entre una gran cantidad de sabores. En cambio, cuando se trata de sexo, a veces toca comerse lo único que tienes al frente (así sepa a empanada fría).

Pero vayamos al momento de preparar la pizza. Cuando uno es comensal, es desprendido y nada celoso porque no le importa que sea otro quien agarre la masa de tu pizza y la masajee, la golpee, la voltee como a una media y la lance al aire. En cambio, si eso ocurre con tu pareja en el sexo, no te enterarás de que a tu “pizza” le echó un mordisco otro, sino hasta ese momento cuando veas que en tu habitación hay un calzone ajeno.

Luego viene el momento de los olores. Cuando esa pizza se está horneando, los aromas que llegan a tu nariz son tan buenos que te preguntas por qué hasta ahora nadie ha elaborado un perfume con fragancia a pizza recién horneada. En cambio, cuando se trata de sexo, los olores te recuerdan que hacer el amor es parecido a comer brócoli. Huele raro, pero después te lo terminas metiendo a la boca.

Ahora llega el momento glorioso de recibir la caja donde viene tu pizza. Es perfecto porque sabes exactamente lo que vas a recibir (aunque sepa mejor si le echas un lubricante llamado “aceite de oliva”). En cambio, cuando se trata de sexo, muchas veces ambos se desvisten y luego piensas: “¡Coño!… ¿Y esas estrías?… Bueno, ni modo. Sigamos adelante, pero con la luz apagada para que tampoco vea mi tatuaje de Pikachú al lado de la pokebola”.

Finalmente arribas al momento de comerte tu pizza. Un acto en donde tu cerebro y tu estómago disfrutan de que, en cada bocado, alcanzan un multiorgasmo. Y si eres tan generoso de compartir esa pizza, los que te acompañan quedarán tan felices como tú y además pensando que eres el alfa de la partida porque cada vez son menos los que se dignan a compartir una pizza. Pero en el sexo no. Porque si el sexo lo haces en grupo, es probable que termines con un codazo en un ojo, todo muerto de hambre y a punto de la asfixia porque tienes ciento veinte kilos encima.

¿Y qué podemos decir del precio? Por cara que sea una pizza, siempre será muchísimo más barata que el sexo. Y no me refiero al sexo con personas que trabajan bajo el sistema de resort de tiempo compartido. Me refiero al matrimonial, para el cual hasta debes endeudarte con el banco y quizás jamás te enteres de que siempre estuviste en un resort de tiempo compartido.

Por eso, para cuando llegue el momento crucial en donde mi hijo Tobías me haga esa pregunta de qué es el sexo; creo que logrará entender que la respuesta correcta es una pizza recién horneada, tamaño megafamiliar con pepperoni, champiñones y aceitunas negras acompañada de una gaseosa helada. Aunque, cuando complete esta pregunta con el infaltable: “Papá, ¿y entonces de dónde vine yo?”. Ahí le contestaré: “De una cita romántica en donde antes nos fuimos a comer una pizza”.

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Armando Martini Pietri Mar 14, 2024 | Actualizado hace 5 días
¿Llorar por Venezuela es malo?
Llorar por Venezuela es resistencia ante la desesperanza, un acto de rebeldía contra la resignación y apatía.

 

@ArmandoMartini

En los últimos años, Venezuela ha ocupado titulares por razones que desgarran el corazón. Una nación con potencial ilimitado de recursos humanos y naturales envidiables, hoy, sumida en una profunda crisis política, económica, social. Y, ante la patética realidad, surge una pregunta: ¿es acaso malo llorar por Venezuela?

Llorar es una expresión humana natural con frecuencia subestimada. Es una reacción emocional que surge cuando el dolor, la tristeza o impotencia, abruman corazones. Y en Venezuela, ¿cómo no sentirse agobiado? Enfrenta aprietos humanitarios sin precedentes, miseria e indigencia, inflación galopante, violencia desenfrenada, inmoral persecución política y una diáspora masiva en busca de una calidad de vida que le ha sido negada en su terruño.

Venezuela emerge como símbolo de lucha, dolor y esperanza. Problemas que la devastan y despiertan un torrente de emociones; en la que, desolación y llanto son protagonistas recurrentes. Llorar por Venezuela es un acto de conciencia ante una situación dolorosa. Una muestra de empatía y solidaridad con quienes soportan las secuelas de una tragedia. Un grito de indignación ante la injusticia, violación de los derechos humanos y atropello a la integridad electoral. Un lamento por las vidas perdidas, sueños rotos y oportunidades desperdiciadas. Un acto de esperanza, que no se limita a lágrimas de tristeza; por el contrario, un recordatorio del compromiso en socorrer y aliviar la zozobra de los sufridos. 

Creer en la posibilidad de un futuro para un país devastado por la corrupción e incompetencia. Es mantener viva la llama de la resistencia, la lucha por la libertad y la democracia. Respaldar a los que luchan y sobreviven en la incertidumbre, carencia y represión. Es apoyar a los valientes que, a pesar de las adversidades, continúan arraigados bregando un cambio pacífico.

Llorar por Venezuela no es derramar lágrimas por un país en apuros, es un acto de humanidad que recuerda la capacidad para conectar con el sufrimiento ajeno. Una expresión de apoyo, empatía y esperanza que trasciende fronteras. Vínculo con los ciudadanos mostrando que no están solos en su lucha. Un lazo de que, separados por océanos, compartimos un mismo hogar.

¿Acaso llorar por Venezuela es malo? No, es un acto de sensibilidad responsable hacia la sociedad. Por tanto, debemos preguntarnos qué podemos hacer para convertir lágrimas en un motor de cambio y transformación. María Corina Machado lo está haciendo y logrando con éxito, la ciudadanía se lo agradece con demostraciones de apoyo creciente. Razón suficiente para que teloneros, zarandajos y convivientes la adversen con inquina.

Argumentan que llorar es inútil, y no produce cambio. Esta visión simplista pasa por alto el poder transformador de la emoción humana. El llanto por Venezuela es un llamado, una señal de que no se puede permanecer inmutable ante la congoja ajena. Y cada lágrima derramada es un eco de la injusticia que se debe combatir con determinación.

Llorar por Venezuela es resistencia ante la desesperanza, un acto de rebeldía contra la resignación y apatía. Una forma de mantener viva la esperanza, donde la democracia, libertad, justicia y prosperidad sean una realidad para los venezolanos.

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Sí se puede torcerle el brazo al régimen madurista
La orientación crucial va por torcerle el brazo al régimen madurista por la vía democrática, la presión internacional y las movilizaciones a lo largo y ancho del país

 

@froilanbarriosf

Si hay una oportunidad para calificar sin medias tintas de dictadura al estamento gobernante que ha presidido el país durante el siglo XXI es ahora, de cara a un proceso de elecciones presidenciales manipulado por los poderes públicos confiscados por Miraflores.

Luego de 25 años de gestión nos encontramos ante el dilema de sufrir la definitiva entronización de una dictadura o la transición hacia una primavera en democracia, como lo vivió la historia nacional en 1936. En definitiva, no hay mañana, es el momento de ¡hablar ahora o callar para siempre!

Algunos pudieran preguntarse ¿en qué se basa el articulista para proferir tamaña afirmación, ante la actitud del régimen de aferrarse al poder hasta morir? En la naturaleza de sus entrañas, de sus macabros aliados y en la crueldad infinita de implantar, como política de Estado, el terror, el asesinato, el acoso y la persecución. Ello no significa que sea imposible vencerlos. Sí hay posibilidades, y la historia lo ha demostrado.

Quienes creen que se dará un proceso electoral con medianas posibilidades de desalojarlos del poder, pecan de ingenuidad. Como si se tratara de unas fiestas patronales, piensan que en sus resultados solo influyen las variables del entorno nacional. Error garrafal.

El accionar de la tiranía madurista no depende de las bravuconadas del mandatario nacional. Se desprende más bien de tres ámbitos:

Apoyo de otras satrapías

El primero, el acérrimo sostén proveniente de las dictaduras de Rusia, China, Irán, Bielorrusia, Turquía, Siria y Corea del Norte. Son estos fuentes financiera, tecnológica y armamentística de su gestión. La contraprestación del régimen es entregar nuestra soberanía nacional y ser el alfil del eje global del mal en América Latina.

Al mismo tiempo, estas satrapías comparten como políticas el rechazo a los valores democráticos, los derechos humanos y la libertad de expresión. Se caracterizan por la manipulación absoluta de los procesos electorales convertidos estos en caricaturas para mantenerse en el poder.

Lo demuestra Putin, quien lleva 25 años y se reserva la reelección indefinida ahora el 15/3/2024 hasta el 2036; Xi Jin Pi, quien inicia su gestión en 2013 y se garantizó el mandato hasta 1936; Alexander Lukashenko, que gobierna desde 1994 hasta el presente; Kim Jon Un, quien representa una dinastía hereditaria que oprime Corea del Norte desde 1949; y los ayatolás de Irán desde 1979. En fin, este museo criminal no por casualidad tiene como fuente ideológica el estalinismo, por una parte; y, por otra, el islamismo radical y su odio visceral a Occidente.

Foro de Sao Paulo y Grupo Puebla

El segundo ámbito transcurre en América Latina en el seno de las coaliciones del Foro de Sao Paulo y el Grupo de Puebla. En esta alianza destacan Brasil, bajo la gestión de Lula Da Silva; Gustavo Petro, en Colombia; y López Obrador en México. Su política es ignorar las violaciones a los DD. HH. de Maduro, condenadas por la CPI, y desconocer la decisión de las primarias al elegirse a María Corina Machado como la legítima candidata presidencial opositora.

Se debe destacar que el gobierno de Chile de Gabriel Boric y el Frente Amplio de Uruguay han marcado distancias frente a las tropelías de Maduro.

Los piratas del Caribe

El tercer ámbito es el identificado como el de los “piratas del Caribe” del cual Maduro forma parte, junto con Cuba y Nicaragua. La calificación de dictaduras es inobjetable, al resaltarlas como las únicas existentes en el continente.

Finalmente, a pesar de maraña de intereses que atan al chavomadurismo a las cavernas de la historia, este puede ser derrotado. Para ello es fundamental reconocer al adversario y acordar una agenda de la unidad que parta de la decisión popular de haber elegido una candidata presidencial y, en torno a MCM, definir los próximos pasos ante las emboscadas del régimen, hoy despreciado por la mayoría de los venezolanos.

La orientación crucial se define en lograr torcerle el brazo a la tiranía por la vía democrática, la presión internacional y las movilizaciones a lo largo y ancho del país, abriendo la vía al cambio que nos permita por primera vez ingresar al siglo XXI de la prosperidad, la vida digna y la democracia.

Lograr estos objetivos implica que la oposición situada alrededor de la Plataforma Unitaria y sus alrededores aprenda de sus errores y le juegue limpio al país, escuche el veredicto popular de las primarias y no traicione las esperanzas de cambio de la población.

*Movimiento Laborista.

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