ALTO
AMEDRENTAMIENTO Y REPRESIÓN:
Es la verdadera razón del desfile militar/cívico de ayer. “Tropas de acción rápida de las milicias” repetían. La obsecuencia militar, violando todos los principios democráticos de igualdad, respeto a las leyes, defensa del territorio, honestidad en el manejo de los fondos públicos (hoy más escasos por los negocios uniformados y la uniforme corrupción de los civiles enchufados) y la sumisión absoluta a los mandatos instituidos por los cubanos. Identificarse con el malvado, corrupto, violador y saqueador Ezequiel Zamora es la guinda sobre la roja torta de casi 20 años. Razón tenía Ramos Allup cuando aseguraba que “ponerlo como héroe nacional era una cosa pavorosa”. Lo describió como “negrero, esclavista, delincuente, atracador, y asaltante de camino que le quitaba la casa a cuanta mujer había en la villa”. Me pregunto: ¿temblarán los oligarcas de nuevo cuño que no quieren soltar el poder y su impunidad? Asustar al pueblo que protesta y se queja fue la consigna de ayer. Sumisión con bolsas y carnets a 25 años del 4F…
MAS ACOSO:
Ya no es solo el jefe del Sebin que no obedece las órdenes de excarcelación que le llegan desde el Ministerio Público. La nueva modalidad es calificar de delitos militares y someter a la justicia de ese componente a todos los presos políticos. Quieren evitar que la Fiscalía General proceda a liberarlos pues no hay pruebas de ninguna de las acusaciones del régimen contra esos detenidos. La independencia mostrada desde el Ministerio Público no complace a los jerarcas que sienten que ese es su coto de caza. Siguen sumando violaciones a los DD.HH. El mundo observa en cámara lenta…
¿LOS PODERES?:
No hay nada extraño en la decisión de delegar en el vicepresidente Tareck el-Aissami 15 funciones asignadas al presidente de la república. Está contemplado en las leyes y varios de sus antecesores lo han ejercido. De acuerdo con el texto, el vicepresidente está autorizado para efectuar traspasos presupuestarios entre ministerios, rectificar presupuestos ministeriales, prorrogar la supresión o liquidación de entidades estatales, designar viceministros, dictar decretos de expropiación, liquidar entes descentralizados, aprobar puntos de cuenta ministeriales y dictar decretos autorizados previamente por el Jefe de Estado. Hace unos días firmó el nombramiento de Edwin Rojas, una de sus fichas, como gobernador del estado Sucre en reemplazo del exministro Luis Acuña quien confesó el pasado 17 de enero que “la zona norte de la entidad está controlada por el narcotráfico por la falta de vigilancia en la zona” demostrando así la impotencia para controlar a los narcos en esa jurisdicción. Con esa declaración sentenció el fin de su mandato allí pero se aseguró posiblemente un cargo diplomático para “estar mas seguro”. Hay que hacer notar que sin haber elecciones de gobernadores, por el temor de Maduro a contarse, ya van seis “nuevos gobernadores del PSUV” nombrados a dedo. Además de Rojas hay otros cinco que reemplazaron a Tareck, Adán, Aristóbulo, Wilmar y Erika. Cuotas de poder al más alto nivel. Lo que nadie parece percibir es el control que del alto gobierno tiene la primera combatiente. Los nombramientos, todos, tienen su aprobación y pertenecen a gente de su más íntima confianza. Desde PDVSA hasta la jefa del Distrito Capital, permanente ilegalidad y montaje contra la Alcaldía Metropolitana cuyo ganador en limpias elecciones, Antonio Ledezma, sigue preso en su casa. Gobierno forajido. Deberían cantar “ignorancia, incapacidad y maldad hasta la destrucción siempre”…
