Tras la victoria tan holgada y sorpresiva del republicano vale la pena acotar que tres eventos recientes demuestran que cada día son más los consultados en las encuestas que no dicen la verdad o esconden por miedo o vergüenza sus sentimientos. Pasó con el Brexit, con el referendo colombiano sobre la paz con las FARC y ahora con esta elección estadounidense. El grosero, intemperante, malcriado, acosador y mentiroso logró capitalizar la furia que por años se tenían guardada los electores contra el llamado “establishment”  de Washington sin considerar siquiera algunos logros del gobierno de los demócratas con Obama. Trump consiguió derrotar a los seguidores urbanos de Clinton con sus seguidores rurales. Su apoyo más importante provino de condados en el Medio Oeste industrial donde los blancos sin educación universitaria son la mayoría, un 75%. Clinton ganó en grandes áreas metropolitanas, pero fue rechazada en ciudades más pequeñas, especialmente en ese corazón industrial, en condados con poblaciones mayores a 150.000 habitantes. Mr. Trump superó en última instancia 270 votos electorales moviendo varios estados que el presidente Obama ganó en 2008 y 2012, incluyendo Iowa, Florida, Ohio, Pennsylvania y Wisconsin. Conociendo al personaje no es atrevido  apostar que el 80% de las amenazas que hizo buscando votos las dejará de lado. Y buena parte de sus promesas también como buen político que demostró ser. El comercial de la campaña demócrata comparándolo con Chávez se cumple. ¿Recuerdan su discurso desde el Ateneo de Caracas tras ganar en 1998?…