Así fue como se destaparon los Papeles de Panamá en Venezuela
Así fue como se destaparon los Papeles de Panamá  en Venezuela

@boonbar

LA MAÑANA DEL 16 DE OCTUBRE DE 2015, un grupo de periodistas venezolanos fueron convocados a participar en un proyecto de investigación “muy grande”, que no se limitaba a Venezuela sino que era de alcance global. En una primera llamada, en tono confidencial, sólo se asomó que se trataba de una masiva filtración de documentos, quizás la más grande que se había producido hasta ese momento, que revelaba transacciones internacionales bajo la sombra donde aparecían los nombres de varias figuras ligadas al poder -público y privado- en Venezuela.

En aquella primera reunión organizada por los coordinadores del portal especializado en investigación Armando.info, Joseph Poliszuk y Ewald Schafenberg, se revelaron los detalles: el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés) con sede en Washington y el diario alemán Süddesutsche Zeitug tenían en su poder soportes con millones de documentos filtrados del prestigioso bufete panameño Mossack Fonseca, que gestionaba a sus clientes del mundo entero fórmulas para ocultar sus fortunas en paraísos fiscales.

En una primera pesquisa, se encontraron cientos de menciones de Venezuela entre los documentos digitales. Pero resaltaron unas 60 historias de venezolanos que destacaban por su interés público: exfuncionarios, políticos, banqueros y empresarios que expandieron sus negocios durante el gobierno bolivariano.

La curiosidad periodística se alborotó de inmediato. Pero para acceder a tan confidencial y valiosa información, los reporteros convocados -con experiencia en investigación y disposición a trabajar en redes- debieron firmar un contrato de confidencialidad, aceptar protocolos de seguridad y comprometerse a investigar y procesar un océano de datos de elevada complejidad. Requería, además, entrenamiento en el manejo de plataformas digitales y familiarizarse con términos  propios del universo offshore. La oportunidad de participar en este proyecto global no implicaba pago de honorarios. Así, 11 periodistas venezolanos de 4 medios digitales independientes se embarcaron en el proyecto de periodismo colaborativo internacional que se convertiría en la filtración más grande de la historia con gran impacto internacional.

Pero el proyecto los Panama Papers, mucho antes de que se llamara Panama Papers, comenzó a finales de 2014, cuando el periodista Bastian Obermayer del diario  Süddesutsche Zeitug de Munich recibió un mensaje vía correo electrónico: “Hola. Aquí John Doe. ¿Les interesan unos datos?”.  Junto a su compañero colega Frederick  Obermaier respondieron al anónimo ofrecimiento: “Muy interesados”.

“Quiero hacer públicos estos crímenes”, fue la razón por la que la fuente anónima decidió liberar los documentos del bufete panameño, cuentan los reporteros alemanes. Desde entonces comenzó a tejerse toda una trama de información -compartida de manera encriptada- que dejó al  descubierto 11,5 millones de documentos que revelan operaciones secretas de los paraísos fiscales entre 1970 y 2016, entre los cuales aparecen venezolanos.

El volumen de información era abismal, imposible de manejar por un equipo reducido, por lo que en abril de 2015 recurrieron al ICIJ para incluir en la investigación a reporteros de otros países. El 30 junio de ese año, cuando ya tenían diseñada una plataforma de búsqueda y una herramienta tipo red social para que casi 400  periodistas del mundo pudieran comunicarse y compartir hallazgos, se reunieron unos 30 coordinadores del proyecto en Washington y contactaron a su aliado en Caracas, Armando.info para asignarle el capítulo Venezuela.  A su vez, la cantidad de venezolanos que aparecieron en los papeles de Panamá llevó a ampliar el equipo de reporteros  en el país que se encargaría de armar cada historia.

No solo era complejo explorar dentro de la inmensa base de datos sino que se amplió  en cinco ocasiones: la fuente anónima fue liberando datos por entregas a lo largo de 10 meses. La última actualización fue en marzo pasado hasta alcanzar 2,6 terabytes de información, poco antes de la publicación simultánea de la investigación, el 3 de abril de 2016, en 107 medios de 76 países del mundo, entre los cuales se encuentran los venezolanos Armando.info, El Pitazo y Runrun.es.

Para la selección de las historias, fue descartada la información de naturaleza privada, teniendo en cuenta que no siempre el registro de empresa offshore es ilegal. No todas las empresas encontradas incurrieron en evasión fiscal,  lavado de dinero o sirvieron para ocultar fortunas de dudosa procedencia. Tampoco se trató de publicar la lista de nombres pillados en los documentos sin contexto, como simple filtración. Panamá Papers implicó un riguroso trabajo de selección, interpretación, verificación y reporteo en cada uno de los países involucrados que sólo podía hacer el periodismo.

Ni los coordinadores del Süddesutsche Zeitug y del ICIJ imaginaron que se  mantendrían en secreto los papeles de Panamá hasta la publicación de los reportajes delanteros en la primera semana de abril de 2016, que han generado un impacto mundial sin precedentes. En el caso venezolano, van 10 historias publicadas y aún faltan otras más por revelar antes de que se abran las bases de datos a la colectividad global.

Los papeles de Venezuela

Adrián Velásquez: el edecán de Chávez que puso su dinero a buen resguardo

Alfredo Meza @alfredomeza

Adrián José Velásquez Figueroa, ex jefe de seguridad del palacio de Miraflores durante el gobierno de Hugo Chávez, mantiene una empresa en un paraíso fiscal en las islas Seychelles, en el lejano océano Indico, que registró el 18 de abril de 2013, cuatro días después de la apretada victoria de Nicolás Maduro por intermedio del bufete panameño Mossack Fonseca.

Desde junio de 2014, el también conocido “comandante Guarapiche”, se instaló en Punta Cana, República Dominicana, junto a su esposa, expresidenta de la Oficina Nacional del  Tesoro de Venezuela y exoficial de la Armada, Claudia Patricia Díaz Guillén. En la isla antillana, su estilo de vida ha experimentado un notorio ascenso, lejos de la caótica situación de Venezuela.

 

Un matrimonio cercano a Chávez terminó con empresas en paraísos fiscales y cuenta en Suiza

Tamoa Calzadilla @tamoac

El exjefe de seguridad del Palacio Presidencial venezolano Adrián Velásquez, y su esposa Claudia Díaz la extesorera de la nación durante la última campaña electoral del exmandatario, figuran en los archivos confidenciales del bufete panameño Mossack Fonseca.

Cuando Díaz dejó los cargos públicos, la vida financiera de la pareja pasó a un nivel más sofisticado, residenciándose en República Dominicaca. Su esposo -quien también tuvo la responsabilidad de escoltar a Hugo, el único hijo varón del fallecido expresidente venezolano- buscó los servicios de la firma de abogados panameña. Después de mudarse a República Dominicana. Registraron una compañía de maletín en el paraíso fiscal de Seychelles y abrieron cuenta en banco suizo.

Cruz Weffer: el general chavista que desembarcó en un paraíso fiscal

Lisseth Boon @boonbar

El general retirado Víctor Cruz Weffer, ex jefe del Plan Bolívar 2000 y Fondur, abrió una sociedad en islas Seychelles en 2007 cuando fue imputado por enriquecimiento ilícito y ocultamiento de datos en la declaración jurada de bienes en Venezuela. Nunca pudo justificar el aumento de 1.071 millones de bolívares  de su patrimonio, equivalentes a 86% de los fondos que manejó entre 2000 y 2003.

El también presidente de la Fundación Propatria 2000 negó que haya registrado una empresa en archipiélago del lejano océano Índico. Pero en el universo de las compañías off shore, es posible crear empresas de manera remota en paraísos fiscales. La firma intermediaria Barreto & Partners Sàrl, con sede en Suiza, cliente del poderoso bufete panameño Mossack Fonseca, sirvió de intermediario para la creación de la firma Univers Investment cuyo portador encubierto era Cruz Weffer.

 

Pancho Pardo: el banquero peruano que triangula pasaportes bolivarianos

Joseph Poliszuk @jopoliszuk /Luisa García Tellez

Lejos de Cuba, los documentos de identidad venezolanos en realidad fueron diseñados en Alemania: la intermediación de La Habana solo dejó una estela de transferencias y comisiones que transitaron al menos cuatro países. Furtivo durante años, hubo un personaje clave en esta operación: Francisco Pardo Mesones, banquero peruano que resultó ser el beneficiario de la alemana Billingsley Global Corp y otras empresas de maletín, que sirvieron de vehículo para que La Habana revendiera a Caracas la tecnología de los pasaportes bolivarianos.

Según los documentos  filtrados del bufete panameño Mossack Fonseca,  Mesones organizó una triangulación de transferencias y contratos a través de paraísos fiscales cuando el gobierno de Chávez comenzó a renovar su sistema de identificación a finales de 2005, quedando descartadas las empresas de Estados Unidos y China en beneficio de la intermediación cubana

Javier Bertucci: el pastor que predica como importador

Katherine Pennacchio @kathypennacchio

Javier Bertucci, es el líder de la Iglesia Maranatha en Venezuela y director de El Evangelio Cambia. También modera un programa de televisión que se transmite diariamente en dos canales de televisión nacional . Su nombre salió a relucir, en la filtración conocida como “los papeles de Panamá”, entre uno de los más de 370 venezolanos que han usado o tanteado la posibilidad de convertirse en clientes del bufete Mossack Fonseca

Según los correos electrónicos filtrados, Bertucci estuvo en conversaciones para ser el presidente de Stockwin Enterprises Inc, una compañía creada en Panamá el 3 de enero de 2012, con un capital de 5 millones de dólares, dedicada a la importación de materias primas del sector de alimentos. . En Venezuela fue imputado por contrabando de Diesel, como está reseñado en el archivo del Tribunal Supremo de Justicia, y ahora es parte de la junta directiva de, al menos, tres empresas dedicadas al área de la construcción y venta de bienes y servicios. 

 

Jesús Villanueva: el auditor de Pdvsa que quería esconder su riqueza

César Batiz @cbatiz

Cuando aún era auditor general de Petróleos de Venezuela (Pdvsa), Jesús Manuel Villanueva Rojas quiso obtener un poder para manejar una empresa en Panamá a través de una operación que involucra a Suiza y Luxemburgo bajo todo un entramado diseñado por el bufete panameño Mossack Fonseca, especializado en crear empresas en paraísos fiscales.

Por ser identificado como Persona Políticamente Expuesta (PEP),  en julio de 2010, Villanueva Rojas utilizó a su hija Any Josefina Villanueva Silva como testaferro para registrar la compañía en Panamá, que sería utilizada en la movilización de fondos depositados en una cuenta de un banco suizo.

 

 

Desiré Obadía, o cómo importar en masa sin hacerse notar bajo el chavismo

Ewald Scharfenber @ewalds6

Desiré Obadía era, además de un viajero empedernido, un empresario dedicado a la manufactura. Pero en 2003, decidió reinventarse y convertirse en importador. Después de hacer su primera venta al gobierno de Hugo Chávez, a través de una firma local, supo que las transacciones con el Ejecutivo debía hacerlas a través de empresas offshore, las cuales le permitirían cobrar en dólares provenientes del Banco Central. Así creó su primera compañía en Islas Vírgenes, la cual pasaría luego a Panamá, donde sería gestionada por el bufete Mossack Fonseca. Este despacho le facilitaría la fundación de una docena de negocios que participarían en concursos donde se ganaban contratos de importación con la Corporación de Abastecimiento y Servicios Agrícolas La Casa S.A., el organismo creado por Hugo Chávez para importar productos alimenticios y distribuirlos a través de la red Mercal.

“Le digo una cosa: hay muchos envidiosos. Yo no quiero tener una sola compañía que le haya vendido diez veces al Gobierno. Eso se puede prestar a cualquier conjetura. Por otra parte, a ellos tampoco les gusta comprarle todo a la misma compañía. Yo hice varias compañías con la idea de lograr contratos que a veces no logré”, contó Obadía en este trabajo.

 

Los carros Chery son un negocio redondo para la familia Yammine

Roberto Deniz @robertodeniz

Sarkis Mohsen Yammine Leunkara, Antonio José Yammine Saade y Mohsen Yammine Saade conforman el clan de origen libanés que creó los vehículos militares Tiuna. Es esta misma familia quien realmente controla la operación de ensamblaje de los carros chinos Chery que hoy se venden en Venezuela. En lo que formalmente se trata de una “empresa mixta” que el Gobierno califica como una “experiencia exitosísima”, el grupo se ha asegurado una porción mayoritaria de acceso a las divisas del negocio de importación de partes y material de ensamblaje a través de una estructura corporativa offshore.

Los Yammine armaron una serie de compañías que funcionan como proveedores entre la casa matriz china y Venezuela. Lo hacen pese a que es una operación que funciona con el esquema del Fondo Chino, en el que habitualmente el Gobierno cancela directamente al proveedor en China por la mercancía, y pese a la resistencia de las autoridades venezolanas a la existencia de cadenas de intermediarios en la actividad comercial privada.

 

Pedro Torres Ciliberto: la voltereta financiera para controlar Seguros La Previsora

Ewald Scharfenber @ewalds6

El nombre del empresario venezolano Pedro Torres Ciliberto llegó hasta el bufete Mossack Fonseca, en Panamá, a través de una serie de compras corporativas que le permitieron hacerse de Seguros La Previsora. Todo lo hizo por medio de una operación enrevesada que, a pesar de dejarlo en el mismo punto donde comenzó su negociación, le produjo ganancias. Eso sí, primero se aseguró de que la transacción le sumara dividendos, incluso si la compañía la expropiaba el gobierno de Hugo Chávez y las circunstancias le obligaban a salir al extranjero, cosa que pasó poco después.

Este intrincado entramado, tejido entre asesores españoles y “empresas de armario”, se incluye una estructura jurídica que incluyó la creación de un contrato que protegió “los intereses económicos de Lionesse Real Estates (a nombre del empresario) y sus accionistas por una posible expropiación del gobierno venezolano de PREVISORA”. El documento se firmó en junio de 2009, justo antes de que Torres Ciliberto, a quien se le relaciona con el ex vicepresidente y ex ministro de Defensa, José Vicente Rangel, comprara la aseguradora. Esta, por cierto, se estatizó cuatro meses después de aquel acuerdo.

 

Eudomario Carruyo: una clase magistral de cómo disimular la riqueza siendo ostentoso

César Batiz @cbatiz

El exvicepresidente de Finanzas y directivo de la estatal petrolera fue uno de los ejecutivos de la industria con más cargos y señalamientos. En 2006 la Contraloría le abrió un proceso por no efectuar la declaración jurada de bienes. En 2011 figuró por su presunta participación en el esquema Ponzi de Francisco Illaramendi. Cuatro años después de tenerlo como cliente, en 2009, Mossack Fonseca se enteró que era una Persona Políticamente Expuesta, pero mantuvo la relación comercial porque no se le encontró “vínculos con actividades ilícitas”.

Desde 2005, junto a su esposa y sus dos hijos, recibió el poder de una empresa registrada en Islas Vírgenes Británicas, para manejar la cuenta de un banco en Suiza. Carruyo ni sus hijos pudieron ser ubicados para ser entrevistados para este reportaje.

 

Gonzalo Tirado: un plan premeditado para proteger su herencia

Ahiana Figueroa @ahianaf

Esta vez la historia trata del ex banquero Gonzalo Tirado, a quien la justicia venezolana le sigue un proceso por irregularidades durante la minicrisis bancaria de 2009 y quien se encuentra hoy en día en EEUU esperando una respuesta a su solicitud de asilo político.

Mientras Tirado se encontraba en embrollos legales en Venezuela, acudió al bufete Mossack Fonseca para crear una estructura empresarial en Panamá, con la finalidad de «proteger su herencia» obtenida en el país y así disfrutar de las bondad que brindan los paraísos fiscales.

 

Cintillo Panama (1)