CRÓNICA Ni el cáncer, ni el embarazo, ni la tercera edad detuvieron a la familia Jiménez para validar sus firmas - Runrun
CRÓNICA Ni el cáncer, ni el embarazo, ni la tercera edad detuvieron a la familia Jiménez para validar sus firmas

Familia Jiménez

El jueves la familia Jiménez fue al Polideportivo La Boyera contra todo pronóstico: la más joven de ellas, daría a luz a las 5:00 pm, su madre tiene cáncer de ganglios y la semana pasada estuvo hospitalizada por obstrucción intestinal. A la abuela de la mujer embarazada, de 86 años de edad, le tocó validar en Plaza Venezuela, por lo que luego debieron trasladarse a esa zona antes de ir a la clínica 

@Angelicalugob

 

«No existen excusas. Estamos deseosos de poder corregir este país», manifiesta Lilia Jiménez, de 58 años de edad. La mujer tiene cáncer de ganglios desde hacer tres años y la semana pasada estuvo hospitalizada por obstrucción intestinal. Espera sentada frente a la larga cola que ciudadanos hacen en las afueras del Polideportivo La Boyera el cuarto día del proceso de validación de firmas para activar el referendo revocatorio. La mujer habla pausado. Dice sentirse tranquila pues está cumpliendo con su país. Puertas adentro de ese centro de validación, está su hija Andrea de Rodríguez, de 31 años de edad, quien tiene pautada una cesárea a las 5:00 de la tarde.

«Aquí han sido muy diligentes con nosotros. Entienden nuestra situación. Mi hija se ha complicado en los últimos días porque la semana pasada cuando estuve hospitalizada ella estuvo pendiente de mi cuidado. Aunque ella y yo sí validamos nuestras firmas hoy en La Boyera, mi madre de 86 años de edad está de luto porque le toca validar en Plaza Venezuela y no se va a quedar tranquila hasta que no valide, así que antes de ir a la clínica para que mi hija de a luz, la tenemos que llevar porque si no, ¿quién aguanta ese chichón?», cuenta Rodríguez, quien mostró los morados que aún tiene en sus brazos después de haber estado hospitalizada.

Lilia Jiménez

Jímenez durante los últimos meses ha sorteado la crisis de escasez de medicinas en Venezuela. «El medicamento que más difícil se me ha hecho conseguir es Avastin. He tenido que solicitarlo a través de servicios públicos, con amigos y por medio de las redes sociales. Mi médico me prohibió que se lo compre a los bachaqueros, pues me explicó que estas medicinas deben estar refrigeradas», explica.

El testimonio que Lilia Jiménez le dio a Runrun.es fue breve. Eran las 12:20 del mediodía cuando su hija terminó de validar su firma. Luego, debían trasladarse hasta Plaza Venezuela para que su madre de 86 años hiciera lo propio y, posteriormente, tenían que llegar a la clínica para que su hija fuese atendida para dar a luz a las 5:00 pm.

El cuarto día del proceso de recolección de firmas en La Boyera se mantuvo prácticamente la misma afluencia de ciudadanos. Fuentes consultadas informaron que el lunes 1.377 personas validaron sus firmas, el martes 1.237, el miércoles 1.343 y el jueves, hasta la 1:20 de la tarde, 1.010 personas habían validado sus rúbricas. A esa hora aún las personas estaban en cola casi a la altura de la avenida principal de la zona. Este jueves cinco autobuses fueron habilitados para trasladar a personas. Una de ellas fue Luz Marina Yépez, de 61 años de edad, quien en cuatro días no había podido validar su firma.

Una abogado que celebró validando

Daluy Sierralta

Daluy Sierralta, de 64 años de edad, celebró el día del abogado validando. Este jueves, por tercer día consecutivo la abogado y también criminólogo intentó validar su firma en Los Ruices. Sin embargo, poco antes de las 4:00 pm le faltó la respiración cuando esperaba su turno para ingresar a la Escuela Técnica Don Bosco. De inmediato, funcionarios de protección Civil Sucre la montaron en una silla de rueda para llevarla a la ambulancia, pero ella les pidió que antes la dejaran validar. Y le cumplieron la petición. Después de validar su rúbrica la mujer lloró de alegría y quienes estaban en la cola la aplaudieron.

«Estoy feliz porque ya cumplí validando, así celebro el día de mi profesión. Vine desde Chacaíto contra viento y marea porque mi hija no estaba de acuerdo con que viniera porque sufro de hipertensión arterial y de efisema pulmonar. Hay que validar porque no hay mal que dure cien años y tenemos que salir de este infierno», dijo la mujer.

 

Cintillo Pequeño