La sombra del default amenaza a Venezuela - Runrun
Roberto Deniz Ene 14, 2015 | Actualizado hace 9 años
La sombra del default amenaza a Venezuela

La fuerte contracción del precio del petróleo llega en un año en el que las deudas apremian. En las cuentas por pagar de la República destacan alrededor de 11,4 millardos de dólares por concepto de deuda externa y de 14 millardos de dólares por la deuda comercial con el sector privado, entre industria y aerolíneas. Más compromisos podrían surgir de los laudos que emita el Ciadi contra Venezuela por las expropiaciones ocurridas durante el gobierno de Hugo Chávez.

Dominoes

 

 

En septiembre del año pasado Miguel Ángel Santos y Ricardo Hausmann abrieron la interrogante en un polémico artículo: “¿Hará default Venezuela?”. El Gobierno nacional acusó a los economistas venezolanos de participar en una campaña de descrédito contra la economía nacional y descartó la posibilidad de que el país incumpliera sus compromisos con los tenedores de deuda.

Han transcurrido unos meses desde entonces y las alarmas se han multiplicado. La conjunción del vertiginoso declive del precio del petróleo y los desequilibrios de la economía están anunciando una tormenta.

El petróleo venezolano se cotizó la semana pasada en 42,44 dólares por barril y completó 18 semanas consecutivas de retroceso. Esa cotización representa un desplome de 60% con respecto al precio del crudo local a mediados de 2014 y unos 20 dólares menos del precio presupuestado por las autoridades para este año.

Otra señal revela la debilidad de la economía. Datos del Banco Central de Venezuela (BCV) indican que al 13 de enero las reservas internacionales llegaban a 20,7 millardos de dólares. Ese total es bajo para asumir compromisos de pagos de deuda e importaciones, si se toma en cuenta que la porción mayoritaria está en oro y no en reservas “líquidas”.

Ante este cuadro, la agencia calificadora Moody’s rebajó en dos niveles la nota para la deuda venezolana al ubicarla en “Caa3” y aseguró que el riesgo de quiebra ha “aumentado claramente”. En su reporte del 5 de enero el Bank Of America Merryl Lybch (BOFA) también había considerado en sus escenarios un posible default, pese a que hasta hace poco esa institución negaba esa probabilidad. Aunque el BOFA insiste en que Venezuela tiene “activos suficientes” para enfrentar la crisis, señala también que “si el default se materializa será porque la situación es o se torna peor de lo que esperamos”.

Con la soga al cuello. El 30 de diciembre de 2014 Nicolás Maduro informó que “luego de abrazo de fin de año” los responsables del área económica anunciarían medidas económicas, pero pocos días después partió para China y otros países junto a parte de su gabinete, en lo que algunos analistas definieron como una “gira de emergencia” para obtener financiamiento y enfrentar un año que viene cargado de deudas.

De los datos oficiales se desprende que entre el Gobierno central y Petróleos de Venezuela (Pdvsa) deben cancelarse por concepto de deuda externa, tanto en intereses como en capital, alrededor de 11,4 millardos de dólares.

Por concepto de importaciones no liquidadas, el Gobierno nacional debe al sector privado 10 millardos de dólares, de acuerdo a las estimaciones de la Confederación Venezolana de Industriales (Conindustria). A esa deuda, denominada deuda comercial por los economistas, habría que sumar los impagos con las líneas aéreas que rondan los 4 millardos de dólares. Pero los compromisos no terminan allí.

Las cuentas por pagar de la República podrán aumentar por los laudos que emita el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (Ciadi). Abogados especialistas en arbitraje consideran que en los próximos meses Venezuela deberá honrar los dos laudos emitidos a finales del año pasado por ese organismo: el de Exxon Mobil por 1,6 millardos de dólares y el de Gold Reserve por 740,3 millones de dólares. Se prevé también que este año salga una decisión en la disputa con Conoco Phillips, que es uno de los 26 casos pendientes que tiene el país en esa instancia por las expropiaciones realizadas durante el gobierno de Hugo Chávez.

La magnitud de esas deudas contrasta con el desplome de los ingresos. La economista Tamara Herrera, de la firma Síntesis Financiera, estima que este año el “shock externo” o la merma de ingresos será de al menos 25 millardos de dólares si persiste el comportamiento a la baja del crudo, por lo que la “probabilidad” del default o cese de pagos ha “aumentado peligrosamente”.

“El país ya tiene racionamiento de divisas, el problema del año pasado no se solucionó, recuerda Herrera a propósito de la deuda comercial que se viene arrastrando con el sector privado.

¿Hay margen de maniobra? Para Tamara Herrera este panorama económico obliga al Gobierno nacional a pensar en soluciones responsables. La economista cree que si se “usa el nacionalismo como disfraz” para buscar esquivar los compromisos con los tenedores de la deuda venezolana “el país lo va a pagar muy caro y por mucho tiempo”.

A su juicio, lo más recomendable es que las autoridades piensen en un default “ordenado”, esto es, ir a una negociación “como se debe” en la que se le comunique a los acreedores que es “necesario” reordenar o reestructurar esa deuda.

Para el director de Econométrica, Ángel García Banchs, el default de Venezuela “es un hecho” al menos que se cumplan cuatro condiciones: poner fin al control de cambio, acabar con los “regalos” a Petrocaribe, cesar los pagos que hace el país a Cuba por la Misión Barrio Adentro y acudir al Fondo Monetario Internacional (FMI). “Si una de esas cuatro no se cumple, puede haber un default”, sentencia.

De acuerdo a ese planteamiento, esas cuatro medidas podrían “liberar” una cantidad de divisas que pueden orientarse al pago de los compromisos que tiene la República. Sólo por concepto de la Misión Barrio Adentro, García Banchs calcula que las erogaciones anuales de Venezuela ascienden a 6,5 millardos de dólares.

“En el caso del control de cambio el desmontaje es porque existe una demanda artificial de divisas, lo que gastamos en importaciones no se corresponde con la mercancía que entra al país, hay sobrefacturación. Y Petrocaribe es prácticamente un regalo desde el punto de vista de la tasa de interés y los plazos, ahí se puede liberar una cantidad de recursos”, explica el director de Econométrica.

Una vez realizados esos ajustes, recomienda el economista, Venezuela debería acudir al FMI para “ir a un programa de reformas” que permitan corregir las distorsiones acumuladas durante los últimos años. “Hay donde recortar para cumplir con las deudas”.