Tres días después de la masacre de El Junquito, donde cayó el piloto Óscar Pérez y seis de sus compañeros el pasado 15 de enero, los cadáveres de las víctimas no han sido entregados a sus familiares porque no ha asistido ningún fiscal militar que autorice el proceso. A esto se suman otras irregularidades denunciadas por el diputado a la Asamblea Nacional, Winston Flores, quien integra una comisión especial designada para investigar el caso.
Flores aseguró que el viceministro del Sistema Integrado de Investigación Penal, José Humberto Ramírez, acudió este jueves, 18 de enero, a la sede principal del Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses en Caracas (la morgue de Bello Monte) y dio órdenes para que se presionara a los parientes de los muertos a que firmaran una autorización de cremación de los cuerpos. «También quieren obligar a los familiares a que no digan nada», subrayó el parlamentario.
«También nos enteramos por unas fuentes internas que envolvieron los cuerpos en «Envoplast» (papel plástico para embalar) para que el deterioro de los mismos sea más rápido», reclamó. A propósito del comentario, recordó que la madre de una de las víctimas, Daniel Enrique Soto Torres, le había comunicado que en el depósito de cadáveres le dijeron que no le entregarían a su hijo porque el cadáver ya estaba en descomposición.
«Yo alerto a Venezuela, a la comunidad internacional, de lo que está pasando. Los familiares piden la intervención de la Iglesia Católica, del Nuncio Apostólico, que se apersone de manera inmediata para que permitan a los familiares de los héroes de esta masacre de El Junquito enterrar a sus deudos en paz y así puedan darle cristiana sepultura», solicitó.
