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Feb 05, 2019 | Actualizado hace 5 años
Términos al traste, por Maria Andreína Muñoz-Tébar

HE PODIDO SUFRIR EN VIDA y liquidez monetaria propia la terrible censura a la que se han visto sometidos los medios de comunicación venezolanos.

En vida tengo en casa cuatro aparatos de televisión bien antiguos, por cierto, que han quedado de adorno para lo que llaman el entretenimiento y relax después de una jornada de trabajo. ¡Sí! Continúo encendiendo el que apunta a mi comedor, pero por mera necesidad a mi vocación periodística y realidad ciudadana. Mis tres hijos, dos de los cuales lamentablemente tuvieron que emigrar y espero de vuelta pronto, una todavía estudiante de comunicación social, deben extrañar a esa mamá que mientras almorzaba encendía el canal que antes era de todos los venezolanos. La programación y la pantalla de este canal me sirvió de mucho para mostrarles con carcajadas, gritos y comentarios míos incluidos, lo que significa vivir en democracia, opinar con intelecto, formarse para saber nutrir a una sociedad con muchas más pulgadas de las que ofrece un simple aparato de televisión que transmita el producto de un medio: panfletario, alienado, comprado, luchador, censurado.

Soy mujer de medio. Entiendo todos y cada uno de los términos.  

En cuanto a la liquidez me negué a seguir y aceptar propuestas de trabajo apetitosas para mi cuenta “corriente”. Y vaya que debe ir entre comillas esa palabra. Porque lo #Trending, lo #In, lo #Corriente era que aceptara. ¡Cuántas dificultades hubiese yo podido evitarle a mis hijos! ¡Qué paisajes y destinos!, ¡Qué propiedades! ¡Qué les cuento del saldo que mostrarían mis cuentas “corrientes”!

Muchos que me leen pensarán que soy rolo de gafa y tarada. Ellos, quienes asienten ante mi comentario anterior, no los quiero como venezolanos. Así de sencillo. Sean amigos o conocidos.

Y me reinventé. Y no soy millonaria. Y paso trabajo. Y soy decente. Y sigo en Venezuela.

Y no soy única. Porque en el apartamento de al lado vive una pareja fenomenal, talentosa, formada y trabajadora que hace milagros para seguir echando “palante” viviendo en su patria con la tristeza de tener a sus dos hijos lejos. Porque Marielena, quien me ayuda en casa, trata de garantizarle a su muchachito Gabriel sus estudios trabajando por día; a punto estuvo de no poder comenzar su año escolar porque no había con que comprarle la camisa del uniforme. Porque mi amiga Mary Montes, La Lavaud, mi amigo Carlos y mi amiga Sonsoles, ellos que cruzaron el mural en piso de Cruz Diez, también se reinventaron en condiciones aún más difíciles, en tierra ajena; y siguen luchando por una “Venezuela Bella”. Para ellos NO es una misión política y jalada por los moños. Para ellos es Justicia, es Sentir Ciudadano, es Retorno. Y qué decir de @alfredoromero y @himiobsantome quienes no descansan un minuto por aquellos presos en dictadura. Y la lista crece, y crece, y se haría interminable al mencionar a tantos presos políticos y comunes.

Y todos, los de allá y los de acá, nos expresamos por las redes sociales. Las únicas libres. Esas que nos permitieron saber de los robos descomunales publicados por @armandoinfo, de los asesinatos y faltas a derechos humanos publicados en @runrunesweb . Las que permiten que escuchemos los editoriales y noticias mañaneras de @cmrondon luego de haber sido callado en “revolución”. Las reflexiones de @manriquehector, @leonardo_padron

Qué más da qué tan famoso seas. Tu fama es tu nacionalidad: venezolano. Tú tienes derecho a expresar lo que sientes y te rodea. Tú cuentas. Tú vales.

Cada minuto de un venezolano es historia, es llamado a un cambio, es grito de libertad. Qué más da tu redacción, si tienes o no errores ortográficos, si fuiste o no chavista. Si sigues a María Corina, si aún crees en Henrique Capriles. ¡Exprésate!

Pero hazlo con un unísono objetivo: Venezuela Libre, mejores valores, mejores ciudadanos y mejores gobernantes.

Procura seguir el orden anterior.

Y aquí me refiero al título.

Nunca llamemos Guerrilla Comunicacional a la expresión de un pueblo que se quiere libre. Al traste términos que per sé brindan poco progreso a una sociedad

Hablemos en tiempo presente.  

Hablemos de “Venezuela”.

Una sola palabra.

Sencillito.

La Venezuela libre, productiva y honesta que todos soñamos.

Quien me lee tendrá que ser garante de que los tres adjetivos anteriores se cumplan a futuro, y a la perfección.

 

@dremunoztebar

La adopción de hábitos saludables reduce los riesgos de sufrir un ACV

ictus

 

 

Con motivo de celebrarse el 29 de octubre el Día Mundial contra el Ictus (ACV), el Dr. Mauricio Krivoy, neurocirujano del Centro Médico de Caracas, explica que esta patología se presenta de dos formas: isquémica y hemorrágica. “La primera corresponde al 80 por ciento de los casos y sucede cuando una arteria se obstruye. Esta tipología se subdivide en: trombótica, si se forma un coagulo en el sitio de la oclusión. Y embólica, la cual implica que la causa de la obstrucción tiene un origen distante.  Por ejemplo en el corazón. Este coagulo viaja por vía sanguínea hasta el cerebro, donde ocurre el atasco”.

 

En el caso del ictus de tipo hemorrágico, corresponde al 20 por ciento de los episodios restantes. Se da cuando hay una ruptura del vaso sanguíneo.

 

Krivoy expone que muchos estudios han tratado de asociar distintos factores de riesgo que incrementan la posibilidad de sufrir un episodio de ictus. “Uno de los más importantes es la edad, pues las posibilidades incrementan con el paso del tiempo, y a este se le iguala una predisposición genética. Asimismo, enfermedades como hipertensión arterial, patologías cardíacas y diabetes. Esta última aumenta la probabilidad de sufrir un ictus hasta seis veces”. El sedentarismo, drogadicción, sobrepeso, tabaquismo y anticonceptivos orales son otros factores asociados a estilos de vida y que pueden ser modificables.

 

Del ictus derivan otros problemas de salud. El neurocirujano se refiere a la epilepsia, espasticidad, incontinencia urinaria, problemas intestinales y úlceras de decúbito, como algunas de las principales. “Su repercusión en la calidad de vida del paciente y su entorno. Sus consecuencias económicas y productivas, convierten al ictus en un problema social, económico y sanitario de primera magnitud”.

 

Especialistas a nivel mundial recomiendan hábitos de vida saludables para prevenir esta enfermedad. Mantener una dieta sana, baja en grasas saturadas. Ejercicio físico frecuente. No fumar y moderar el consumo de alcohol. Además, llevar un control de la tensión arterial.

 

Dentro del avance tecnológico y de equipamiento para el diagnóstico y tratamiento de esta patología, el CMC dispone del Servicio de Imágenes y un equipo de resonancia magnética con tecnología de punta, el primero de su tipo en Venezuela. Además, una Unidad de Hemodinamia con una amplísima experiencia en el manejo endovascular. La Unidad de Radiocirugía que permite el tratamiento de malformaciones arterio-venosas con una dosis única y más del 90 por ciento de efectividad. Dispone además, de la Unidad de Terapia Intensiva con la tecnología requerida y personal adiestrado.