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OVV: Octubre fue el segundo mes con más sucesos violentos en Táchira en lo que va de 2019
27 homicidios se registraron en la entidad

 

El mes de octubre de 2019 se ubicó como el segundo mes con más hechos violentos en la región tachirense, según el monitoreo de prensa realizado al Diario La Nación por el equipo del Observatorio Venezolano de Violencia Táchira (OVV Táchira), con un total de 41 sucesos registrados, en los cuales estuvieron presentes diferentes modalidades de violencia. Febrero ha sido el mes más violento de 2019, cuando se registraron 76 sucesos.

Con 65,9% de incidencia, el homicidio se ubica como el delito más grave ocurrido durante el mes de octubre en el estado Táchira; 27 homicidios se registraron en toda la entidad. En segundo y tercer lugar se encuentran la extorsión y el secuestro, con 7,3% cada uno. También en octubre se registraron, aunque en menor incidencia, delitos como lesiones, robo con lesiones, tentativa de homicidio, violación y robo, entre otros.

Por otra parte, 59,6% de las víctimas del mes de octubre fueron hombres y 10,6% mujeres; el 29,8% restante de las víctimas no tiene identificado el sexo, esto según la información recabada en el observatorio de prensa en Táchira. El 21,3% de los afectados tenía edades comprendidas entre 20 y 29 años.

Del total de sucesos ocurridos en el Táchira en este mes, en 46,3% de ellos se empleó el arma de fuego, mientras que en 19,5% de los hechos se utilizaron armas blancas. El lugar más común de ocurrencia de hechos fue la vía pública con una incidencia de 63,4% y la vivienda ocupó el segundo lugar con 17,1% de los casos. Los sucesos en el Táchira continúan ocurriendo en su mayoría en días de la semana y horario diurno.

Anna María Rondón, coordinadora del OVV Táchira, añade que “solo el 22% de los familiares de las víctimas denunciaron los hechos de violencia y en un 82,9% de los hechos de homicidio denunciados no se informa el estado actual de la causa, lo cual es lamentable porque al no hacer denuncia de los hechos no se puede hacer seguimiento por parte de las autoridades competentes”.

Por otro lado, los grupos irregulares encabezan con 39% el tipo de violencia presente en el estado, siendo en los municipios de frontera su mayor rango de acción; fue en Ureña y San Antonio del Táchira donde ocurrieron, según el monitoreo realizado por el OVV Táchira, 36,6% de los sucesos violentos, siendo una constante, como en meses anteriores, la aparición de cuerpos en trochas (pasos ilegales entre Venezuela y Colombia).

En el OVV Táchira se vislumbra que seguirá incrementando el hallazgo de cadáveres en las trochas que comunican la entidad tachirense con Colombia, debido a que continúan aumentando la cantidad de personas que por desplazamiento del centro del país llegan a estas zonas fronterizas en búsqueda de trabajo. Sin embargo, allí no existen muchas oportunidades de empleo y las personas que llegan optan por dedicarse al paso ilegal de objetos por las trochas, corriendo riesgos físicos ante la presencia de grupos armados que constantemente tienen enfrentamientos por el control de la zona.

Cambios en la violencia y el delito se analizaron en la UCAT

LOS CAMBIOS EN LA VIOLENCIA y el delito en Venezuela fue el tema protagonista, el viernes 17 de noviembre, en la Universidad Católica del Táchira.

En un foro que reunió a Roberto Briceño León, Rina Mazuera y Freddy Crespo, investigadores del Observatorio Venezolano de Violencia, y a más de 240 asistentes se creó, desde la capital tachirense, el espacio oportuno para pensar uno de los mayores problemas de la sociedad venezolano: la inseguridad.

“No se puede ser profesionales exitosos en sociedades fracasadas”, fue una de las frases destacadas, con la que el padre Wilfredo González, vicerrector académico de la UCAT, dio inicio al encuentro. Freddy Crespo, criminólogo de la Universidad de Los Andes, continuó con la primera de las exposiciones, enfocada en el aumento de los suicidios y linchamientos en la espiral de violencia venezolana.

La normalización y legitimación de la violencia como forma de acción para resolver conflictos y como expresión de la frustración y la tensión social fueron algunas de las razones, expuestas por Crespo, para entender el alza de ambas formas de violencia. “Según la revisión hemerográfica, en 2017 se han registrado 139 suicidios.

De igual forma, en prensa, se reseñan de dos a cuatro intentos de linchamientos mensuales”, precisó el investigador.

La distribución geográfica de Mérida y la justificación del linchamiento como forma de justicia social son algunas de las variables, indicadas por Crespo, que dificultan tener cifras exactas de este fenómeno criminal. “El linchamiento se ha convertido en una forma de expresión social, en la que la violencia conduce la recomposición social a través de la violencia misma, supliendo los canales institucionales”, dijo.

La proyección del académico sobre la propagación de ambos tipos de delitos no es alentadora. “Bajo este contexto no solo se van a incrementar los suicidios y linchamientos, sino que lo hará la violencia generalizada, en la que estas conductas pasen a ser patrones normales”, manifestó Crespo.

La violencia en la frontera

La acción de grupos irregulares armados en la frontera no podía faltar en un foro sobre violencia realizado en Táchira. La extorsión y el secuestro como rasgos propios de la delincuencia organizada en la región fue el centro del análisis llevado acabo por Rina Mazuera, decana de investigación de la UCAT.

En julio en el Táchira este tipo de bandas delincuenciales destacó dentro de la lista de victimarios, 17,6% de los delitos fueron cometidos por ellos. “La acción de estos grupos irregulares gira alrededor de dos actividades propias de la economía informal desarrollada en la frontera: la extorsión y el contrabando”, indicó Mazuera.

Delitos por hambre, extorsión y las ejecuciones extrajuduciales, fueron los temas elegidos por el sociólogo y director del OVV, Roberto Briceño León, para precisar en los cambios de la violencia en el país. Exponiendo la evolución del delito desde 1984 hasta 2017 y la institucionalidad como detonante de la violencia.

Ponencias que lograron unirse a través de una ronda de intervenciones de los asistentes, donde estos junto a los ponentes pudieron pensar en profundidad el tema. El evento cerró a las 12 del mediodía, luego de 3 horas dedicadas a pensar uno de los flagelos que más perturba el desarrollo de la sociedad venezolana.

26,7% de delitos cometidos en Táchira durante septiembre recaen en funcionarios de seguridad

26,7% DE LOS SUCESOS REGISTRADOS por el Observatorio Venezolano de Violencia Táchira, durante septiembre fueron cometidos por funcionarios de seguridad, siendo la violencia policial, el segundo tipo de violencia presente en los delitos ocurridos en la entidad durante el noveno mes del año.

El Cuerpo de Investigaciones Penales y Criminalísticas fue el organismo de seguridad que mayor aparición tuvo en la lista de responsables de asesinatos. La totalidad de sus víctimas fueron presuntos delincuentes que murieron en enfrentamientos, según la información dada por el organismo.

Entre estos asesinatos destacan las muertes de un sospechoso implicado en el crimen del vigilante privado, Jesús María Barajas; y la del presunto autor del homicidio de una pareja que residía en el municipio Guásimos. En ninguno de los procedimientos hubo funcionarios heridos.

De acuerdo al registro de Prensa elaborado por OVV Táchira este tipo de sucesos, sumado a los asesinatos por violencia delincuencial, hicieron que el homicidio protagonizara la lista de crímenes cometidos en la entidad andina durante septiembre, ocupando 76,7% de los hechos registrados. Del total de delitos reseñados 86,7% fueron perpetrados con armas de fuego.

Uno de los sucesos que más impactó a la opinión pública fue el asesinato del ingeniero Dixon Chacón Monsalve, en una cola para surtir combustible, quien presuntamente opuso resistencia al robo de su teléfono celular por parte de dos delincuentes motorizados. Concentrando el hecho los dos delitos más comunes en la entidad: el homicidio y el robo, este último representa 23,3% de la actividad criminal.

El asesinato de Chacón, ocurrido en horas de la mañana, también dibujó una característica de la actividad delictiva en el estado durante septiembre: 56,7% de los delitos ocurrieron entre semana y a plena luz del día.

San Cristóbal fue el municipio más violento del estado, siendo escenario de 50% del total de sucesos registrados durante el mes. Seguido por Cárdenas (10%) y García de Hevia (10%). San Juan Bautista fue la parroquia con mayor ocurrencia de sucesos con 20%, siendo parte del municipio capitalino.

El homicidio es el delito más común en el estado Táchira

LA VIOLENCIA INTERPERSONAL Y LA CONSECUENTE ruptura de la convivencialidad son los dos ejes temáticos a través de los cuales giran las reflexiones condensadas en el Documento 8 del Observatorio Social del estado Táchira: “El Táchira en cifras 2016”. La investigación emprendida por la institución, parte de la Universidad Católica del Táchira (UCAT), busca multiplicar la reflexión sobre el tema de la violencia en la entidad para así contribuir a la creación de una sociedad fronteriza más humana, digna y habitable.

Cifras de violencia interpersonal en el estado, análisis de la violencia en la frontera Táchira-Norte de Santander, el derecho a la cultura como respuesta a la violencia en la ciudad, y la gobernanza como estrategia para superar la violencia interpersonal, son algunos de los temas desarrollados por los nueve autores de la investigación.

El trabajo se realizó a través de una alianza entre el Observatorio Social de la UCAT, el Laboratorio de Ciencias Sociales (LACSO) y el Observatorio Venezolano de Violencia (OVV), instituciones que coordinan, desde el año 2007, el Observatorio de Prensa del Estado Táchira (OVV- Táchira) dedicado al registro de todos los hechos de violencia interpersonal reseñados en medios regionales.

La violencia en cifras

Dentro de los datos contenidos en el documento destaca que en Táchira se registraron 616 sucesos de violencia interpersonal durante 2016, siendo el homicidio el delito más cometido, con un 49,1% de los datos válidos, seguido por los robos (22,5%).

La mayoría de víctimas (25,6%) y victimarios (33,1%) tienen edades comprendidas entre los 20 y 24 años. Por otra parte, el tipo de arma más utilizado para cometer delitos en la entidad, durante 2016, fue el arma de fuego (79%). Resalta, además, que la causa protagonista de los sucesos fue el robo (34,9%), seguido por el sicariato (27,6%).

El tipo de violencia con mayor registro fue delincuencial (78,5%), seguida por la policial (9,4%), intrafamiliar (3,8%), linchamientos (1,8%), de grupos irregulares (1,3%), pandillera (1,2%) y organizada (1,2%). Todos datos recabados gracias a la colaboración del Observatorio de Prensa del Observatorio Venezolano de Violencia-Capítulo Táchira.

Un desafío para todos

El deterioro social, su cohesión como comunidad de personas y la imposibilidad de crear una sociedad fronteriza más humana, digna y habitable son los principales problemas que se originan debido a la propagación de la violencia en la región, según el rector de la UCAT Javier Yonekura Shimizu. “En el caso del Táchira y su zona fronteriza con el Norte de Santander, el hecho de la violencia interpersonal se ha visto incrementado en los últimos años, por un complejo contexto social, relacional, político y económico que lo favorece y a su vez dificulta la búsqueda de soluciones inmediatas”, indica el presbítero en la presentación del texto.

La violencia interpersonal, para Yonekura, presenta un desafío prioritario que debe ser asumido por todos los ciudadanos, sobre todo por parte de quienes rigen los destinos sociopolíticos y económicos de la región: “Aun cuando las condiciones históricas sean las más complejas, y las necesidades básicas de la población crezcan exponencialmente en tal contexto, los principales enemigos de la acción acertada y eficaz en contra de la violencia, serán siempre la indiferencia, el desaliento, el conformismo, la resignación y la inacción”.

Incentivar el sentido de pertenencia a la comunidad donde se habita, promover una gerencia pública integrada por diversos actores y generar confianza en las instituciones son algunas de las soluciones, para mitigar la violencia interpersonal, planteadas en esta investigación. “El Táchira necesita de una gerencia pública integrada por diversos actores que desde acciones particulares generen alternativas en pro de la seguridad ciudadana”, indica Rina Mazuera, decana de Investigación de la UCAT.

“Es un deseo de la Universidad Católica del Táchira, contribuir una vez más con nuestra sociedad fronteriza, despertar la conciencia cívica y ciudadana a partir de los datos concretos sobre un fenómeno personal y social que, si no es tratado a tiempo, puede llevarnos a una situación lamentable de deterioro social e individual”, advierte el rector de la UCAT.