“Militarizar la distribución de alimentos no resolverá el problema de escasez, desabastecimiento ni inflación. Si no se produce en el país lo que necesitamos para vivir, de nada servirá la creación de miles de misiones con distintos nombres que sólo estimularán la corrupción administrativa y empeorarán el panorama económico”.
Tal aseveración la hizo este miércoles la diputada al Consejo Legislativo del estado Aragua (Clea), Betsy Bustos, tras ser consultada en torno a la creación del Comando Presidencial Cívico Militar para la dirección de la Gran Misión de Abastecimiento Soberano, con el propósito de gestionar la distribución de los productos de primera necesidad en el país. El Presidente Nicolás Maduro hizo el anuncio el pasado lunes y agregó que los ministerios e instituciones del Estado que trabajarán en la Gran Misión de Abastecimiento Soberano, quedarán subordinados a su persona y al General Padrino López.
Bustos recordó que la función de los militares no es importar, distribuir ni comercializar alimentos, pues ya hay algunos casos de corrupción asociados al estamento militar que, a pesar de haber sido denunciados ante las instancias correspondientes, quedaron engavetados y “durmiendo el sueño de los justos”.
Al respecto recordó las denuncias formuladas contra el general Víctor Cruz Weffer, designado por Hugo Chávez para manejar el Plan Bolívar 2000 (que entre tantas funciones tenía el suministro de alimentos a través de mercados populares y a cielo abierto) y más recientemente las acusaciones contra el también general Carlos Osorio, investigado por el desfalco de 27 mil millones de dólares destinados para la red pública de distribución de alimentos (Mercal, Pdval y Abastos Bicentenarios).
La también dirigente regional de Primero Justicia hizo hincapié en la necesidad de priorizar la producción nacional sobre las importaciones. “En este país no estamos produciendo nada, apenas estamos extrayendo y comercializando petróleo y con los precios tan bajos, no tenemos ingresos suficientes para cubrir las necesidades del mercado interno”, señaló.
De allí la necesidad de aprobar y poner en práctica la Ley de Producción Nacional para reactivar el agro venezolano, las empresas e industrias paralizadas en estos últimos años; para recuperar las empresas expropiadas de mala manera por el gobierno central; para revertirlas y devolverlas a quienes sí tenían operativas empresas, industrias, hatos, haciendas y fundos; y para generar empleos que tanta falta hace.
Pero además reclamó que las pocas divisas que están ingresando al país producto de la renta petrolera, se destinen a escuetas compras de alimentos y medicamentos y un porcentaje importante vaya a parar a los bolsillos de los boliburgueses que siguen recibiendo los dólares preferenciales a 10 bolívares.
La diputada al Clea dijo que las políticas económicas de Maduro van “de fracaso en fracaso”. Comenzó el año cambiando gabinete económico; eliminó el Simadi para implementar el Dicom y generar la devaluación de la moneda más grande de nuestra historia; insistió en la tesis fracasada de la guerra económica; culpó a los comerciantes e industriales de la escasez y el desabastecimiento; luego a los bachaqueros; intervino la Corporación Venezolana de Alimentos porque se “descubrió una mafia” en las redes Mercal – Pdval – Abastos Bicentenario; anunció la activación de “motores” en las diversas áreas de producción; más recientemente se lanzó un experimento con los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap) y esta semana la Gran Misión de Abastecimiento Soberano.
