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María Lourdes Urbaneja

Los #Runrunes de Bocaranda de hoy 25.06.2019: MEDIO: El ex pololo

MEDIO

EL EX POLOLO: Si, de una de las hijas de Chávez. El término significa “persona que mantiene con otra una relación amorosa que no alcanza, en nivel de compromiso, a la del noviazgo.  Su simpatía no es reciente, en 2015 se vio envuelto en una polémica familiar al dirigir una dura carta contra su tía, la senadora Isabel Allende, entonces presidenta del Partido Socialista (PS), quien cuestionaba la detención del dirigente opositor venezolano Leopoldo López y lo describía como un preso de consciencia. Tildó a su tía de reduccionista, desinformada y doble estándar. Para Sepúlveda Allende, el presidio de López (actualmente huésped de la embajada de España en Caracas, tras ser liberado por Juan Guaidó de su arresto domiciliario en la jornada del 30 de abril), está plenamente justificado. El médico argumenta que “La Salida”, acción de protesta convocada por López, “condujo a una fuerte ola de violencia callejera de tendencia fascista que duró varios meses y que costó la vida de 43 seres humanos además de millonarias pérdidas materiales”.

No obstante, el propio fiscal que llevó el caso de López denunció, desde el exilio, que el juicio al opositor se trató de “una farsa”, en el que estuvo sometido a “inmensas presiones y presentado “pruebas falsas”.  El nieto de Allende, nacido en México cuando sus padres estaban en el exilio, también ha participado en encuentros del Foro de Sao Paulo. Por ejemplo, en el que hubo en La Habana, del 15 al 17 de julio de 2018, al que también asistieron, entre otras personalidades, los ex ministros de Michelle Bachelet, Claudia Pascual y Víctor Osorio, y representantes del Partido Comunista y el Frente Amplio.

Muchas páginas se escribieron en 2009 sobre el romance de Pablo Sepúlveda Allende y María Gabriela Chávez Colmenares, hija del fallecido Presidente de Venezuela Hugo Chávez. Al momento del romance María Gabriela Chávez cumplía funciones de Primera Dama en Venezuela. La relación se hizo pública en abril de 2009, cuando llevaban tres meses de pololeo. “Ella lo vino a buscar a Chile en diciembre y el joven médico dejó su trabajo en Coquimbo para mudarse a Caracas”, reseñaban los diarios hace una década. Se conocieron en Caracas en un acto por el centenario del natalicio de Salvador Allende, y fue el propio Hugo Chávez quien lo presentó ante los medios de comunicación, durante su programa dominical “Aló, Presidente”. «¡Pablo!, médico chileno, compañero de María y nieto de Salvador Allende», así lo presentó el ex Mandatario mientras recorría un centro de producción de medicamentos en Caracas. Sepúlveda Allende se mudó a Caracas y comenzó a trabajar en un consultorio bautizado con el nombre de su abuelo. Un año después ya se informaba que la relación había terminado y que había sido convocado -junto a una veintena de médicos chilenos que estudiaron en la Escuela Latinoamericana de La Habana– a incorporarse a la Misión de Salud de Cuba en Haití. La política chilena tampoco le es ajena. Ha sido un firme crítico del Partido Socialista del cual ha dicho que “no defiende los intereses del pueblo”.

“Se dedicaron a gobernar un modelo económico con la misma Constitución que dejó Pinochet, estando incluso Lagos o la misma Bachelet, sin cuestionarlo realmente. Han abandonado los ideales originales antiimperialistas, anticapitalistas de la construcción de una sociedad mejor, llámese socialista o lo que sea. Muchas personas del Partido Socialista incluso se han hecho amigos de otros que fueron pro dictadura”, señaló en entrevista para The Clinic publicada el 18 de febrero de 2016. En junio de 2017 se anunció que formaba parte del comando de campaña de Alberto Mayol, quien entonces era uno de los precandidatos presidenciales del Frente Amplio. Y en septiembre de ese mismo año se informó que se sumaba al comando del senador Alejandro Navarro, quien también aspiraba a la Presidencia.

En hechos más recientes sumó apoyos a su prima Maya Fernández, en su carrera por la presidencia del Partido Socialista, quien se enfrentó a la lista de Álvaro Elizalde, en la que se encontraba su tía la senadora Isabel Allende.

LA EMBAJADORA AMIGA: También de “El Líbero”:  La otra conocida de Bachelet que la recibió en la Casa Amarilla fue María Lourdes Urbaneja, con quien se abrazó afectuosamente al verla. Urbaneja fue designada como Embajadora de Venezuela en Chile en octubre de 2006, en medio de un impasse diplomático, luego de que el anterior representante, Víctor Delgado, hiciera críticas a la Democracia Cristiana y emitiera comentarios sobre la contingencia política interna chilena.

Venezuela estaba en campaña para ser incorporada como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, y Delgado dijo que no le extrañaría que la DC se opusiera al apoyo de Chile en esto, pues el partido ya había sido contrario «al proyecto socialista, progresista y renovador del Presidente Allende y se opone al mismo proyecto del presidente Chávez». Antes de desempeñarse como embajadora, Urbaneja fue Ministra de Salud de Hugo Chávez, en los mismos años en que Bachelet ocupó esa cartera durante el gobierno de Ricardo Lagos. Urbaneja es médico cirujano graduada en 1967 en la Universidad de los Andes, en Mérida (occidente), y se desempeñó como ministra de Salud y Desarrollo Social entre marzo de 2001 y septiembre de 2003. Posee experiencia en diseño y planificación de políticas públicas de salud y se integró a la diplomacia en 2004, representando a Venezuela en el Mercosur y Uruguay. Fue fundadora del MIR en Venezuela, vivió junto a su esposo y dos hijos en Chile entre 1972 y 1973, atraída por el proceso encabezado por Salvador Allende. Tras el golpe, fue expulsada junto a unos 160 venezolanos, detalla el diario “La Tercera” en su edición del 6 de octubre de 2006. Antes de abandonar el país, estudió un posgrado en neurología en la Universidad de Chile.

«Era imposible estar en Chile y no participar del proceso. Yo, que nací y me crié en la militancia, llegué en febrero de 1972 para vivir y palpar un proyecto de profundos cambios, que contaba con una amplia movilización social», cita el diario.

Su llegada como jefa de la delegación diplomática ocurrió en enero de 2007, pero en principio mantuvo un bajo perfil, pues no fue hasta marzo de ese año que recibió sus credenciales diplomáticas. No obstante, a su llegada tuvo encuentros “no oficiales” con el senador Alejandro Navarro.

El bajo perfil le duró poco, pues en junio de ese mismo año la Cámara de Diputados hizo una petición para aclarar las “supuestas actividades proselitistas del gobierno de Hugo Chávez en Chile”, las cuales estarían a cargo de la delegación diplomática venezolana. Esto después de que Urbaneja realizara “constantes giras” por todas las regiones del país. “Lo preocupante es que estas visitas se han realizado con el apoyo de parlamentarios socialistas -una referencia al senador Navarro- que, con su diplomacia paralela, también están haciendo un tremendo daño a Chile en el extranjero», dijo en la ocasión el diputado UDI Iván Moreira. La denuncia del legislador señalaba que la embajadora había recorrido el país ofreciendo dinero y ayuda de Caracas a sectores mapuches, pescadores y pequeños empresarios, a cambio de exponer los principios de la revolución bolivariana de Chávez. Urbaneja desestimó las críticas alegando que «el quehacer de la representación de la República Bolivariana de Venezuela en Chile es el quehacer rutinario, diplomático de los embajadores». Dejó Chile en agosto de 2012, al ser designada por Chávez, para desempeñar labores diplomáticas en Ecuador. Fin de las citas. No es de extrañar el uso comprometido con los dineros de Venezuela a grupos de la izquierda global como se ha visto en estos 20 años. Mucho más en el período de Chávez bajo la bonanza petrolera. En estos años de Maduro lo que se ha mantenido es la corrupción compartida con régimenes como los de Cuba, Nicaragua, Bolivia, Ecuador, Surinam y El Salvador. 

En Runrun.es presentamos el trabajo hecho durante cinco años y en 11 países por los catedráticos estadounidenses Douglas Farah y Caitlyn Yates de IBI Consultants para la National Defense University. Nos da luces sobre la complejidad del tejido criminal montado durante los gobiernos de Chávez y Maduro en estos 20 años de “revolución bolivariana”. Un extracto de su introducción: La “Empresa Criminal Conjunta Bolivariana” se ha mantenido. Chávez consolidó sistemáticamente el poder en la rama ejecutiva de su gobierno.  A su vez, transformó a PDVSA, la compañía petrolera nacional venezolana, en una empresa regional multimillonaria que opera en concierto con líderes políticos simpatizantes, élites económicas y organizaciones criminales. Mientras Chávez dirigió el proyecto, fue ayudado por el liderazgo político en Cuba, Nicaragua, Bolivia, Ecuador, Surinam y El Salvador. En los últimos 20 años, esta red criminal creció para abarcar varias docenas de personas y cientos de empresas de fachada. Nicolás Maduro heredó luego este régimen criminal en 2013 después de la muerte de Chávez.  Veinte años después del inicio del proyecto político, la red abarca todo el mundo, desde El Salvador a los Estados Unidos, desde Rusia a Hong Kong, y a través de varios paraísos financieros en el medio. Sin embargo, incluso después de que Estados Unidos sancionó a cientos de personas y entidades por cargos como el narcotráfico y el lavado de dinero, Maduro continúa sirviendo como el líder, de facto, de Venezuela”.