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Hábitos

El Clarín Abr 05, 2016 | Actualizado hace 8 años
Tres hábitos que afectan el metabolismo

metabolismo

 

El metabolismo es el conjunto de reacciones químicas que permite convertir los alimentos en la energía que necesitamos, pero cuando éste es muy lento, lo que causa es que se almacene la grasa y por consiguiente se suba de peso.

“Existen muchos métodos para acelerar el metabolismo; sin embargo, muchos de ellos son falsos y sólo crean confusión así como problemas de salud”, explica el nutricionista Yuri Elkaim.

Ante esto, el especialista señala que hay tres hábitos que comúnmente se comparten para acelerar el metabolismo, pero que realmente no deben hacerse porque no son efectivos.

1- Hacer demasiado cardio: usualmente los ejercicios cardiovasculares se utilizan para bajar de peso y aunque llega a funcionar, al cabo de unos meses no son efectivos. Esto se debe a que se reducen los niveles de testosterona y de la hormona del crecimiento, además de que aumentan los de cortisol, teniendo como consecuencia mayor nivel de grasa en el área del estómago. El entrenamiento muscular es la mejor opción para tener un metabolismo sano.

2- Desayunar carbohidratos simples: consumir pan blanco, cereal, bagels o muffins en la primera comida del día, genera un aumento de azúcar, lo que provoca que se libere insulina, una de las hormonas responsables de la acumulación de la grasa. Lo más recomendable es incluir en el desayuno, por lo menos 20 gramos de proteína.

3- Tener más de cinco comidas al día: comer especialmente carbohidratos, aumenta los niveles de azúcar en la sangre y por consiguiente los de insulina, por lo que en vez de quemar la grasa, ésta se va almacenando.

Feb 10, 2016 | Actualizado hace 8 años
9 hábitos saludables para vivir hasta los 100 años

ejercicio

 

La revista Health publicó una guía con hábitos que las personas deben adoptar para vivir mejor. Éstos van desde alimentación, consumo de sustancias recreacionales hasta cómo establecemos nuestras relaciones con otros. Y si bien puede que suenen un poco obvios, es importante tenerlos en mente, para poder así enfocar nuestros esfuerzos en alcanzar estos objetivos.

1.- Evita el «sobre comer»: Ya hemos publicado una serie de artículos respecto a alimentación saludable. Pero, incluso si estás comiendo los alimentos más sanos del planeta, evita comer más allá de lo necesario. Como consejo, deja siempre un poco de comida en tu plato o, si conoces bien tu cuerpo, come sólo hasta que sientas que estás a un 80% de tu capacidad.

¿Por qué? Investigadores de la Universidad de St. Louis confirmaron que las personas que comen menos envejecen más lento. En un estudio de 2008 se descubrió que limitar la comida disminuye la producción de T3, una hormona de la tiroides que frena el metabolismo y acelera el envejecimiento.

2.- La favorita de todos, ten una vida sexual activa: Sí, el sexo hace que vivas más. Los expertos recomiendan que relaciones satisfactorias, dos o tres veces por semana, pueden aumentar hasta en 3 años tu esperanza de vida. Además, esta actividad quema una impresionante cantidad de calorías, tantas como trotar por 30 minutos.

¿Por qué? El sexo regular puede, además, ayudar a disminuir la presión sanguínea, mejorar tu calidad del sueño, potenciar tu sistema inmune y proteger tu corazón.

3.- Apaga la televisión: Demasiado tiempo en frente a la pantalla chica puede pasarte la cuenta. Si bien aún no se tiene claro el por qué, un estudio realizado en 2010 mostró que las personas que ven cuatro o más horas de televisión al día tienen un 46% más de probabilidades de morir de cualquier causa que las personas que sólo le dedican dos horas.

¿Por qué? Incluso disminuir un poco ayuda. Cada hora adicional que miras televisión aumenta tu riesgo total de fallecer en un 11% y, en específico, de morir por algún problema cardíaco en un 18%.

4.- Ese bronceado no te está haciendo un favor: ¡Aléjate del sol!: Atrás (muy atrás) quedaron los días en que una piel bronceada era sinónimo de bienestar. Hoy, el exceso de sol es sinónimo de cáncer, arrugas, líneas de expresión y de piel sin firmeza. Nunca es tarde para comprar y aplicarte todas las mañanas un protector solar en todo el cuerpo y no sólo en tu cara.

¿Por qué? El daño que genera el sol es acumulativo y no es posible de reparar. Es decir, entre más sol tomes durante tu vida, peor será el estado de tu piel cuando seas mayor. Además de esto, está el tema de la apariencia: el daño que provocan los rayos del sol deja marcas e imperfecciones que hacen que te veas más viejo.

5.- Haz amigos; potencia tus redes de apoyo:  Está comprobado, la soledad es la peor «compañía» en la vida. Además de aumentar el riesgo de morir prematuramente, usualmente deriva en depresión, sobre todo en adultos mayores. Algunas investigaciones muestran que las personas que no tienen relaciones potentes con familiares o amigos enfrentan un mayor riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.

¿Por qué? La soledad puede causar inflamación. Sí, es en serio. Un equipo de la Universidad de Chicago descubrió que las personas más solas sufren cambios en su sistema inmune, lo que podría provocar inflamaciones crónicas. Además, se registraron otros problemas, como aumentos en el colesterol y la aparición de ciertos tipos de cáncer.

6.- Toma alcohol con moderación: Sí, en cantidades adecuadas algunos tipos de bebidas alcohólicas pueden ser beneficiosas, como es el caso del vino tinto. Sin embargo, está comprobado que las mujeres y hombres que toman más de 2 copas por día tienen problemas que van desde el aumento sustancial de peso hasta conflictos interpersonales.

¿Por qué? Un estudio de 2010 publicado en el Semanario del Colegio Estadounidense de Cardiología mostró que el consumo moderado de alcohol (entendido un trago al día para las mujeres y máximo dos para los hombres) genera significativos beneficios para el corazón.

7.- Come bien, frutas y vegetales son tus aliados: Comer menos de tres porciones de frutas y verduras al día puede perjudicar tu salud. Hay productos que pueden ayudarte a prevenir o tratar enfermedades como el cáncer o los problemas cardíacos. ¿El secreto? Entre menos procesado y más fresco, mejor.

¿Por qué? Los vegetales están llenos de fibra y vitaminas. En su conjunto, pueden ayudar a disminuir el riesgo de sufrir una enfermedad cardíaca hasta en un 76% y pueden incluso disminuir considerablemente el riesgo de desarrollar un cáncer. Además, los antioxidantes presentes en gran cantidad en estos productos disminuyen la inflamación, mejoran la circulación y ayudan a desvanecer las arrugas.

8.- Vive una vida «fit»: Los expertos concuerdan: hacer ejercicio de forma adecuada, moderada y constante puede ser la verdadera fuente de la juventud. Incluso ejercicios de baja intensidad, como caminar 30 minutos al día, puede disminuir drásticamente las posibilidades de sufrir un accidente cardiovascular.

¿Por qué? Un estudio realizado en 2008 comprobó que realizar actividades como correr o andar en bicicleta a diario puede incrementar hasta en cuatro años tu esperanza de vida, debido a los beneficios directos que estas prácticas tienen para el corazón, la mente y el metabolismo.

9.- No fumes: Este consejo debe ser, y no tenemos muchas dudas, el más importante y lo mejor que puedes hacer por tu salud. Nunca es demasiado tarde para eliminar esta mala costumbre. Y si bien el daño que el tabaco hace en el cuerpo es acumulativo e irreversible, dejarlo puede disminuir la severidad de las consecuencias y aumentar la esperanza de vida.

¿Por qué? Un estudio publicado en el Semanario Estadounidense de Salud Pública mostró que las mujeres que dejan de fumar hasta los 35 años de edad pueden aumentar su esperanza de vida hasta en 8 años.

ABC.es Feb 04, 2016 | Actualizado hace 8 años
10 hábitos saludables para prevenir el cáncer

 cancermundial

 

El contra el Cáncer es celebrado el 4 de febrero de cada año. Se trata de un día en el que se pretende conseguir la concienciación social a nivel mundial sobre una de las enfermedades mayoritarias de mortalidad.

La Organización Mundial de la (OMS) junto con el Centro de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC) colaboran y participan con la Unión Internacional contra el Cáncer (UICC) el 4 de febrero para fomentar las medidas e investigaciones para la mortalidad por esta enfermedad.

Diga adiós al tabaco, lleve una vida físicamente activa y coma sano. Son tres reglas básicas para mantener alejada cualquier enfermedad, incluido el cáncer. Pero más allá de aplicar el sentido común, conozca qué puede cambiar para mejorar su protección y por qué debe hacerlo.

 

1. No fume ni consuma cualquier tipo de tabaco: El humo del tabaco contiene más de 4.000 sustancias químicas. De ellas, más de 50 son carcinógenas, como los alquitranes utilizados para asfaltar carreteras, el tolueno o el arsénico, un veneno conocido. Mantenga su casa libre de humo de tabaco para evitar la exposición del resto de sus familiares.

 

2. Reduzca el consumo de alcohol: O elimínelo por completo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) no considera seguro ningún tipo de consumo y en la misma línea se acaba de pronunciar el Reino Unido. La bebida está ligada con hasta siete tipos de tumores: boca, laringe, faringe, esófago, hígado, mama y colon.

 

3. Controle su peso: La grasa es mucho más que una reserva de combustible para el organismo. El tejido desempeña un papel clave en la producción de determinadas hormonas que puede favorecer el desarrollo de células cancerígenas. Los ciclos de pérdida-recuperación de peso (perder y recuperar el peso rápidamente) también pueden ser un factor de riesgo. Los tumores más directamente relacionados son el sobrepeso son el cáncer de mama, colon, riñón y páncreas.

 

4. Muévase: Limite el tiempo que permanezca sentado. El ejercicio físico puede ser el mejor aliado, tanto para sortear la enfermedad como para luchar contra ella cuando ya se ha instalado. Los efectos positivos de la actividad física se conocen bien en las pacientes de cáncer de mama, porque mejora tanto la supervivencia como su calidad de vida. “A mis pacientes lo primero que les digo es que se compren unas zapatillas deportivas cuando llegan a mi consulta”, asegura Laura García Estévez, coordinadora de la Unidad de Mama del Centro Integral Clara Campal de Madrid.

Esta oncóloga pondrá en marcha un estudio piloto en el que quiere demostrar que la quimioterapia si se combina con ejercicio físico mejora sus resultados. El ensayo, a punto de comenzar, se probará en 20 pacientes con tumores agresivos de mama. Diez de sus pacientes recibirán solo medicación y el resto además realizará ejercicio aeróbico tres veces por semana, bajo la supervisión de un entrenador personal.

 

5. Abuse de alimentos anticancerígenos: El brócoli, el aceite de oliva virgen extra, el té verde, el ajo, el curry… son alimentos que en mayor o menor medida contienen efectos antitumorales. “Sin embargo, la cantidad necesaria de estas sustancias, la forma de cocinar el alimento para que no pierdan sus propiedades, los efectos “in vivo”… son aspectos aún por conocer”, asegura Camilo Silva, especialista en Endocrinología de la Clínica de la Universidad de Navarra. Silva prefiere hablar de estilos de vida más o menos saludables, más que de “superalimentos”.

Recuerda que se debe mantener una dieta equilibrada, hacer ejercicio físico y dejar hábitos tóxicos como fumar o exponerse al sol sin protección. Tampoco cree en una dieta “anticáncer” que sirva para todos. Hasta el momento, el aceite de oliva virgen extra es el alimento que acumula más evidencia científica en cuanto a su papel protector, al menos para el cáncer de mama. En el estudio Predimed, con miles de mujeres españolas, se ha demostrado que las mujeres que consumen una media de cuatro cucharadas soperas de este oro líquido al día reducen hasta dos tercios su riesgo de desarrollar un tumor en el pecho.

 

6. Carne roja, solo en pequeñas dosis: La Organización Mundial de la Salud puso el año pasado la carne roja en la lista negra de productos cancerígenos. Asegura que 34.000 muertes por cáncer al año pueden estar relacionadas con el consumo de carne roja, pero sobre todo de carne procesada (salchichas, embutidos…). Un consumo seguro sería 50 gramos diarios, allí se incluiría tanto el embutido que consumimos en bocadillos y tentempiés y la porción de carne que tomemos en el menú. En opinión del presidente de la Sociedad Española de Epidemiología y Prevención, Esteban Fernández, no es una cantidad pequeña dentro de una dieta mediterránea variada como la que los españoles deberíamos seguir y en la que el protagonismo se lo debería llevar el pescado, las legumbres, los cereales sin refinar y las verduras.

 

7. Menos azúcar y carbohidratos: La dieta cetogénica (sin apenas carbohidratos) podría ayudar en la evolución y tratamiento de algunos tumores, sobre todo algunos cerebrales. “Pero debe tenerse en cuenta que es un tipo de dieta que puede conllevar efectos secundarios graves. Un descenso moderado de la cantidad de carbohidratos mejora la insulinosensibilidad, aspecto que podría ser beneficioso en el tratamiento de algunos tumores”, asevera el nutricionista Camilo Silva.

 

8. Protéjase del sol sin renegar de él. Evite la exposición solar en las horas de radiación máxima para protegerse frente al cáncer de piel, pero no deje de darse baños de sol. El sol es esencial para que el organismo pueda producir la vitamina D, también llamada la “vitamina del sol”. Esta es clave en la prevención de diversas patologías, desde la hipertensión a la esclerosis múltiple o el cáncer. El 90 por ciento de la vitamina D proviene de la radiación solar y solo un 10 por ciento de la dieta. Diez minutos diarios de exposición solar serían suficientes para obtener la cantidad necesaria.

 

9. Vacune a sus hijos: contra la hepatitis B (para evitar el cáncer hepático) y el papilomavirus (cáncer de cérvix). Esta última solo está incluida para niñas en los calendarios oficiales de vacunación, aunque existe evidencia que podría proteger también a los niños frente al cáncer rectal y oral.

 

10. Diga sí a la lactancia materna. Le ofrecerá un seguro de vida a su hijo y usted mejorará su protección frente al cáncer de mama si la mantiene durante tiempo prolongado. Ser madre antes de los 35 años también reduce el riesgo.

Fuente: ABC

La adopción de hábitos saludables reduce los riesgos de sufrir un ACV

ictus

 

 

Con motivo de celebrarse el 29 de octubre el Día Mundial contra el Ictus (ACV), el Dr. Mauricio Krivoy, neurocirujano del Centro Médico de Caracas, explica que esta patología se presenta de dos formas: isquémica y hemorrágica. “La primera corresponde al 80 por ciento de los casos y sucede cuando una arteria se obstruye. Esta tipología se subdivide en: trombótica, si se forma un coagulo en el sitio de la oclusión. Y embólica, la cual implica que la causa de la obstrucción tiene un origen distante.  Por ejemplo en el corazón. Este coagulo viaja por vía sanguínea hasta el cerebro, donde ocurre el atasco”.

 

En el caso del ictus de tipo hemorrágico, corresponde al 20 por ciento de los episodios restantes. Se da cuando hay una ruptura del vaso sanguíneo.

 

Krivoy expone que muchos estudios han tratado de asociar distintos factores de riesgo que incrementan la posibilidad de sufrir un episodio de ictus. “Uno de los más importantes es la edad, pues las posibilidades incrementan con el paso del tiempo, y a este se le iguala una predisposición genética. Asimismo, enfermedades como hipertensión arterial, patologías cardíacas y diabetes. Esta última aumenta la probabilidad de sufrir un ictus hasta seis veces”. El sedentarismo, drogadicción, sobrepeso, tabaquismo y anticonceptivos orales son otros factores asociados a estilos de vida y que pueden ser modificables.

 

Del ictus derivan otros problemas de salud. El neurocirujano se refiere a la epilepsia, espasticidad, incontinencia urinaria, problemas intestinales y úlceras de decúbito, como algunas de las principales. “Su repercusión en la calidad de vida del paciente y su entorno. Sus consecuencias económicas y productivas, convierten al ictus en un problema social, económico y sanitario de primera magnitud”.

 

Especialistas a nivel mundial recomiendan hábitos de vida saludables para prevenir esta enfermedad. Mantener una dieta sana, baja en grasas saturadas. Ejercicio físico frecuente. No fumar y moderar el consumo de alcohol. Además, llevar un control de la tensión arterial.

 

Dentro del avance tecnológico y de equipamiento para el diagnóstico y tratamiento de esta patología, el CMC dispone del Servicio de Imágenes y un equipo de resonancia magnética con tecnología de punta, el primero de su tipo en Venezuela. Además, una Unidad de Hemodinamia con una amplísima experiencia en el manejo endovascular. La Unidad de Radiocirugía que permite el tratamiento de malformaciones arterio-venosas con una dosis única y más del 90 por ciento de efectividad. Dispone además, de la Unidad de Terapia Intensiva con la tecnología requerida y personal adiestrado.

Mar 30, 2015 | Actualizado hace 9 años
10 hábitos cotidianos que dañan el cerebro

Cerebro

 

Neurocientíficos de la Universidad de Pompeu Fabra, en España revelaron un estudio a través del cual aseguran que el cerebro permanece activo. Esto se debe a que responde a determinados patrones o redes espaciotemporales: denominadas redes en estado de reposo.

Aquí algunos hábitos que afectan tu cerebro y no lo sabías:
1. Cubrirse la cabeza mientras duermes. Cuando uno duerme con la cabeza cubierta, aumenta la concentración del dióxido de carbono (CO2) en el cerebro. Esto ocasiona efectos dañinos en el órgano principal del ser humano.

2. No desayunar. Las personas que no toman desayuno no poseen un nivel óptimo en azúcar y proteínas. Estos nutrientes son necesarios, sobre todo en las primeras horas del día, ya que evitan la degeneración del cerebro. Así lo señala Organización Mundial de la Salud (OMS).

3. Dormir poco. De acuerdo a un estudio publicado por el Journal of Neuroscience, el sueño aumenta la reproducción de las células que participan en la formación de la mielina, el material aislante en las proyecciones de las células nerviosas en el cerebro y la médula espinal.

4. Falta de actividad física. Una investigación publicada en la revista Neurobiology of Aging, sugiere que el ejercicio puede cambiar la estructura y el funcionamiento del cerebro, lo mantiene saludable.

5. Consumo alto en azúcares. El exceso de azúcar interrumpe la absorción de proteínas. Si el cuerpo no consume de manera correcta diversos nutrientes, el desarrollo del cerebro se ve interferido por la mala alimentación, así lo indica la OMS.

6. Forzar al cerebro durante una enfermedad. Trabajar o estudiar mucho cuando se está enfermo es muy dañino para el ser humano. El realizar frecuentemente este hábito, provocará una disminución en la eficacia de este órgano a largo plazo. Se recomienda descansar cuando uno está mal de salud.

7. Reacciones violentas o estrés. Debes tratar de evitar cualquier reacción sorpresiva o estrés, ya que causan el endurecimiento de las arterias del cerebro. Si éstas se fortifican, la capacidad mental disminuye con el tiempo.

8. Medios ambientes con contaminación. El cerebro es el órgano que más consume oxígeno. Si se está por mucho tiempo en algún lugar contaminado, se disminuirá el suministro de oxígeno al cerebro. Como consecuencia habría una deficiencia cerebral.

9. Ser solitario. La corteza prefrontal, una región del cerebro situada sobre los ojos, es más grande cuanto mayor es el número de amigos con los que contamos, según un estudio británico que publica la revista Proceedings of the Royal Society B.

10. No comer las cantidades adecuadas. Investigación publicada en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) señala que tras estar a dieta se activan genes ligados a la longevidad y al buen funcionamiento del cerebro.

 

10 tips para retomar la rutina laboral luego de vacaciones

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Las vacaciones son el momento de disfrute de cualquier trabajador. Pero, ¿qué hacer cuando terminan y debemos volver a retomar nuestras obligaciones? A continuación 10 consejos que funcionan para incorporarse a la rutina luego de ese merecido descanso.

1. Vuelva a su casa con uno o dos días de anticipación, así podrá adaptarse a su hogar y la ciudad nuevamente.

2. Piense positivamente: Si vuelve convencido de que el regreso será insoportable, probablemente se predisponga a que así sea.

3. Converse con sus colegas: Cuando llegue a la oficina, comparta sus vacaciones con sus compañeros de trabajo. De seguro le harán la transición más liviana en los primeros días.

4. Comience por las tareas más sencillas: No es recomendable una readaptación a la oficina de un tirón. Hágalo gradualmente de manera que acostumbre a su mente y el cuerpo a la rutina.

5. Establezca objetivos concretos: Durante los primeros días, no recargue su agenda con reuniones importantes ni someta a su mente a tomar decisiones demasiado importantes.

6. Lea sus emails en orden cronológico inverso: Dele prioridad al orden de sus correos para asegurarse de no pasar nada por alto.

7. Use recordatorios para sus tareas: La concentración puede tardar al menos 72 horas en recobrarse por lo que se recomienda usar recordatorios durante los primeros días.

8. Tómese recreos hasta que su cuerpo y mente se acostumbren a la rutina laboral.

9. Cumpla con su horario: Llegue a la oficina a tiempo y no es recomendable que haga horas extra. De lo contrario, se le hará más difícil deshacerse del efecto de las vacaciones.

10. Incorpore nuevos hábitos: Desayunar de forma relajada, realizar deporte u organizar algún paseo a la salida del trabajo contribuye a que el efecto de su receso pueda alargarse.

Dormir suficiente fortalece el sistema inmunológico

dormir

Vía El Universal

Existen otros hábitos que ayudan a mejorar la calidad de vida del paciente.

El exceso y déficit de las defensas del organismo pueden dar pasos a enfermedades que pueden poner en riesgo la salud de una persona. Para ello, existen ciertas recomendaciones que pueden ayudar a optimizar las funciones inmunológicas, aseguró la  Dra. Margarita Botero, especialista del Centro Médico Antienvejecimiento.

La doctora Botero  sugirió poner en práctica algunos hábitos como: implementar una dieta variada, basada en alimentos frescos y ricos en vitaminas C, A, E,  hierro, zinc y otros minerales.

Dormir el suficiente número de horas favorece el correcto funcionamiento del sistema de defensas, aseguró Botero.

También recomendó realizar ejercicios de respiración ya que estos fortalecen el sistema inmunológico y potencia la energía de todo el cuerpo.

La profesional de la salud sugirió aprender a llevar un ritmo de vida más relajado y evitar el estrés, ya que éste es uno de los principales enemigos del sistema inmune.

Por otra parte, reveló que se ha determinado que existe una correlación muy notoria entre estados de depresión, pesimismo, soledad y ansiedad, y el riesgo de padecer enfermedades como cáncer o enfermedades cardíacas y es por ello que recomendó algunos medicamentos que podrían ayudar a mejorar el sistema inmune:

Suero MegaVitamina C: este nutriente facilita la absorción de otras vitaminas y minerales, es un gran antioxidante que evita el envejecimiento prematuro y enfermedades degenerativas.

Sueros Antigripales: fortalecen el sistema inmunológico previniendo que las personas se enfermen y en caso de que se contagien de alguna enfermedad permite que sus síntomas no se presenten tan fuertes.