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Greg Mullen

EEUU: Arrestan al sospechoso del tiroteo que dejó 9 muertos en una iglesia en Carolina del Sur

La policía de EE.UU. detuvo en la mañana de este jueves a Dylann Roof, el sospechoso del tiroteo en una histórica iglesia de Charleston, en el estado de Carolina del Sur, que dejó nueve muertos.

Según confirmó la fiscal general, Loretta Lynch, Roof, de 21 años, está bajo custodia de la policía.

El jefe policial de Charleston, Gregory Mullen, aseguró que el arresto se produjo en Shelby, en Carolina del Norte, 13 horas después del tiroteo.

La agencia Reuters afirma que un tío de Roof lo ha identificado en las fotos de la policía como su sobrino. «Cuanto más la miro, más convencido estoy de que es él (Roof)», afirmó Carson Crowles. El tío dialogó con periodistas y trazó un perfil del joven acusado: «Es muy tranquilo y de baja voz». Además reveló que en abril recibió como regalo una pistola calibre 45. Cumplía 21 años y el padre eligió ese presente.

Las nueve personas murieron después de que el sospechosos abriera fuego durante una plegaria en una iglesia históricamente negra en el centro de Charleston, un ataque que las autoridades describieron como un delito de odio.

El sospechoso asistió a la plegaria realizada la noche del miércoles en la iglesia y permaneció en el lugar durante casi una hora antes de las muertes, informó más temprano Greg Mullen.

Las víctimas son seis mujeres y tres hombres, señaló Mullen. No dio más detalles y comentó que los nombres de los fallecidos se darán a conocer una vez que se haya notificado a las familias.

El líder de la minoría en la cámara baja del estado, Todd Rutherford, dijo a The Associated Press que el pastor de la Iglesia Emanuel AME, el también senador estatal Clementa Pinckney, es una de las víctimas.

Pinckney, de 41 años, casado y padre de dos hijos, fue electo al Congreso estatal a los 23 años, convirtiéndose en el representante más joven hasta ese momento.

«Nunca decía nada malo de nadie, incluso cuando uno pensaba que debería hacerlo», dijo Rutherford, demócrata de Columbia. «Siempre estaba trabajando, ya fuera para sus feligreses o sus constituyentes. Tocó muchas vidas».

El sospechoso fue descrito como un hombre blanco de unos 20 años.

Mullen dijo que se trató de un delito de odio y un vocero del Departamento de Justicia informó que las autoridades federales abrieron una investigación por este motivo. El portavoz habló en condición de anonimato debido a que no se había anunciado la investigación federal.

«Es un individuo muy peligroso», resaltó Mullen.«Queremos identificarlo y arrestarlo antes de que lastime más personas», dijo el jefe de policía.

Mullen señaló que no tenía motivos para pensar que el sospechoso había abandonado la zona de Charleston, pero que distribuía la información sobre él y su vehículo por todo el país.

El jefe de policía dijo que la iglesia era un caos cuando llegó la policía y que los agentes pensaron que tenían al sospechoso rastreado con un perro, pero se escapó.

«Pondremos todo el esfuerzo y los recursos y la energía para localizar al individuo que cometió este crimen», subrayó.

El alcalde de Charleston, Joseph P. Riley Jr. describió el tiroteo como «un acto impensable e incomprensible de alguien lleno de odio y con una mente trastornada».

«Tener un crimen así en Charleston, donde una persona horrible y llena de odio entre a una iglesia a matar personas que rezan uno al lado de otros, es algo incomprensible y no se puede explicar», dijo Riley. «Vamos a mostrar toda nuestra solidaridad con esa iglesia y toda su familia».

El presidente de la Asociación Nacional para el Progreso de la Gente de Raza Negra (NAACP por sus siglas en inglés), Cornell Williams Brooks, condenó el atentado.

«No hay peor cobarde que aquel que entra a la casa de Dios y asesina a gente inocente comprometida con el estudio de las escrituras», dijo Brooks.

El ataque se da dos meses después del tiroteo fatal de un hombre negro y desarmado, Walter Scott, a manos de un policía blanco en la zona de North Charleston, lo que generó grandes protestas y resaltó las tensiones raciales en la zona. El policía está acusado de asesinato y el tiroteo provocó que los legisladores de Carolina del Sur aprobaran una propuesta para ayudar a que todos los agentes en el estado portaran cámaras corporales. Pinckney fue promotor de dicha propuesta.

Tras el suceso, grupos de personas negras se agruparon en los alrededores de la iglesia en círculos con las manos cogidas. “Creíamos que los asuntos raciales estaban superados”, dijo uno de ellos a un periodista del diario The Post and Courier.

Charleston es una ciudad de 127.000 habitantes. El 67% de la población del condado es blanca y el 29% es negra, según datos del Censo federal.

*Con información de Teh Associated Press, BBC Mundo e Infobae