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Florence deja 32 muertos y graves inundaciones en el sureste de EEUU

EL BALANCE DE VÍCTIMAS MORTALES a causa del paso de Florence por el sureste de Estados Unidos ha aumentado a al menos 32 personas, 25 de ellas de Carolina del Norte, el Estado más afectado por la tormenta y que donde ha sido declarado el estado de emergencia.

Los otros seis fallecidos son del vecino Carolina del Sur y la última víctima, de Virgina, y también zonas del sureste de Estados Unidos siguen este martes inundadas por el azote del huracán, ahora degradado a depresión tropical, que deja además daños estimados en miles de millones de dólares.

Uno de los últimos cuerpos recuperados, según fuentes policiales, es el de Kaiden Lee-Welch, un bebé de apenas un año de edad que se encontraba en paradero desconocido desde el domingo, cuando el coche en el que viajaba con su madre fue arrastrado por la corriente. Las autoridades detallaron que, aunque la madre fue capaz de liberarse del cinturón de seguridad y de hacer lo propio con el pequeño, la fuerza de la corriente impidió que pudiera sacarlo del vehículo a tiempo. La mujer fue trasladada a un hospital para ser atendida.

Florence provoca el caos

La oficina del alguacil del condado de Union (Carolina del Norte) corroboró que los equipos de búsqueda habían recuperado el cadáver del bebé: «Nuestros pensamientos y oraciones están con la familia del pequeño y con todos aquellos agentes de la ley que colaboraron en su búsqueda. Una situación muy triste».

Más allá de las víctimas mortales, cientos de miles de personas han tenido que ser evacuadas de sus hogares y unos 500.000 usuarios se encuentran sin electricidad en la región afectada.

Florence «sigue produciendo fuertes lluvias», con «inundaciones catastróficas» en Carolina del Norte y del Sur y posibles «inundaciones repentinas» en Delaware, Maryland y Pensilvania, ha señalado el Centro Nacional de Huracanes (NHC) en su último boletín de las 21.00 GMT (dos horas más en la España peninsular).

El Servicio Meteorológico Nacional (NWS) ha avanzado que Florence continuará debilitándose al avanzar hacia el noreste el martes, pero pronostica «lluvias intensas» y «abundantes inundaciones fluviales» en las Carolinas y el sur de Virginia en los próximos días. El riesgo de corrimientos de tierra y desbordamientos de presas persiste, advierten las autoridades, que también han emitido alertas por tornados en las Carolinas.

«Es una tormenta épica que continúa, algunas áreas aún no han sufrido la peor inundación», ha señalado Roy Cooper, gobernador de Carolina del Norte, al señalar en rueda de prensa que se trata de un «desastre monumental». Más de una decena de ríos en Carolina del Norte están desbordados o amenazan con subir a niveles críticos, y medio millón de hogares en las Carolinas siguen sin electricidad, según funcionarios de gestión de emergencias.

En Pollocksville, un pueblo de Carolina del Norte afectado por el desborde del río Trent, 21 personas y siete perros han sido evacuados por socorristas.

 

El número de muertes con el paso del huracán Florence por la costa sureste de Estados Unidos aumentó a 18. Entre las víctimas está un bebé de tres meses.

El infante no pudo superar las heridas sufridas cuando un pino se derrumbó sobre la casa móvil familiar en la tarde del domingo, informó el comisionado del condado de Gaston, en Carolina del Norte.

Esta es la segunda muerte de un niño pequeño a causa de Florence, después de que el viernes falleciese otro, junto con su madre, cuando otro árbol cayó sobre su vivienda en Wilmington, ciudad cercana a donde el ojo de Florence tocó tierra como huracán de categoría 1 y vientos de 150 kilómetros por hora.

El domingo fallecieron además otras tres personas en el mismo número de accidentes de carretera debido a las malas condiciones meteorológicas o de la vía producidas por Florence, según autoridades locales.

El sábado, cuando el balance de víctimas era todavía de cinco muertos, el presidente Donald Trump publicó en su cuenta de Twitter su «más profunda empatía y cariño» a las familias y allegados de los fallecidos.

El ciclón, convertido ya en depresión tropical, se encuentra en el extremo occidental del estado de Virginia, con vientos de 50 kilómetros por hora.

Florence avanza rápidamente con dirección noreste y dejará intensas lluvias hoy en el estado de Nueva York y la región de Nueva Inglaterra, en el extremo noreste del país.

Mientras tanto, seguirá provocando grandes precipitaciones en Carolina del Norte y el noroeste de Carolina del Sur y Virginia Occidental.

Esto complicará la situación de varios ríos de la región que amenazan con desbordarse, lo que pondría de nuevo peligro a los residentes en la zona, alertan las autoridades.

En su último boletín sobre Florence, el Centro Nacional de Huracanes (NHC, en inglés) de EE UU, los meteorólogos indican que siguen vigentes los avisos de inundaciones en una gran parte de la costa sureste del país

 

 

El número de muertes relacionadas con el impacto del huracán Florence sobre la costa sureste de Estados Unidos subió a 13, mientras el ciclón sigue debilitándose y se ha degradado a depresión tropical, según las autoridades locales.

Después de que se informase de la muerte de cinco personas debido a Florence este viernes 14 de septiembre, cuando el ciclón tocó tierra como huracán de categoría 1 en Carolina del Sur, el sábado 15 de septiembre la cifra aumentó hasta trece.

Las nuevas víctimas relacionadas indirectamente con Florence son un hombre y una mujer que murieron por una intoxicación de monóxido de carbono por el uso de un generador eléctrico en su vivienda en el condado de Horry, en el Carolina del Sur.

Otra pareja falleció cuando se incendió su casa en Fayetteville, en Carolina del Norte, informó la Oficina Forense estatal.

Este sábado, tres personas murieron en el condado norcarolino de Duplin debido a “riadas y balsas de agua en las carreteras”, según información del alguacil local, y este mismo día se conoció que una mujer falleció en Carolina del Sur después de que su automóvil chocase con un árbol que había caído sobre la carretera.

Estas muertes se suman a las cinco conocidas el viernes, entre ellas una madre y bebé que fallecieron debido a un árbol que cayó sobre su casa en Wilmington.

Muy cerca de esta ciudad, en Wrightsville Beach, también en Carolina del Norte, había tocado tierra horas antes Florence como huracán de categoría 1, y vientos máximos sostenidos de 90 millas (150 kilómetros por hora), aunque llegó a alcanzar el nivel 4 en la escala Saffir-Simpson, que tiene un máximo de 5.

Según el último boletín del Centro Nacional de Huracanes (NHC, en inglés) de EE.UU., emitido a las 05:00 horas locales (9:00 GMT), Florence se ha degradado a depresión tropical mientras avanza hacia el interior del país.

El fenómeno meteorológico se encuentra a unas 20 millas (35 kilómetros) al suroeste de Columbia, capital de Carolina del Sur, y se dirige hacia el oeste con vientos máximos sostenidos de 35 millas por hora (55 kilómetros por hora).

A pesar de este progresivo debilitamiento debido a su alejamiento de la costa, los expertos del NHC alertan de que Florence seguirá dejando “riadas y grandes desbordamientos de ríos” en una “proporción significativa” de Las Carolinas.

 

Cinco personas murieron este viernes y decenas más quedaron atrapadas en viviendas de Carolina del Norte tras el desbordamiento de varios ríos debido a Florence, que tocó tierra en la mañana en el sureste de Estados Unidos como huracán, y los meteorólogos alertan que las inundaciones van a empeorar.

Las primeras víctimas confirmadas fueron una mujer y su bebé que fallecieron cuando cayó un árbol sobre su casa de la ciudad de Wilmington, muy cercana al lugar donde Florence tocó tierra.
El padre del bebé también recibió el impacto del árbol, pero sobrevivió y fue trasladado a un centro médico cercano.
Quien no llegó al hospital fue una mujer de la ciudad de Hampstead, pues la ambulancia que fue a atenderla de un ataque al corazón no pudo llegar a tiempo debido a los árboles derribados en el camino por los vientos de Florence, que ya se degradó a tormenta tropical.
Posteriormente, la oficina del gobernador de Carolina del Norte, Roy Cooper, informó que un hombre de 78 años murió al conectar un cable de corriente a un generador eléctrico en el condado de Leonoir, la misma región en la que, según medios locales, otro anciano de 77 años apareció muerto.
Según el canal local CBS 17, la policía estima que esta última muerte se produjo a consecuencia de una caída provocada por un golpe de viento cuando el hombre salió de su vivienda.
Así, cuatro de las muertes se debieron de manera directa o indirecta a los fuertes vientos que se registran en Las Carolinas desde que Florence llegase a la costa sureste de EE.UU. a primera hora del día como huracán de categoría 1, y que también ha dejado sin electricidad a más de medio millón de personas, reseñó Efe.
Pero la mayor preocupación de las autoridades no radica en las fuertes ráfagas, pues, aunque el ciclón ha perdido buena parte del furor de sus vientos desde que alcanzaba el nivel 4 en la escala Saffir-Simpson, de un máximo de 5, mantiene el agua que arrastra, tanto en lluvias como en la intensidad de la marejada ciclónica.
Estos dos factores llevaron a que ríos como el Neuse y Pungo se desbordasen en sus desembocaduras e inundasen ciudades como New Bern y Belhaven, y dejasen atrapadas a decenas de personas, que se vieron obligadas a subir a los áticos o techos de sus viviendas a la espera de la llegada de las unidades de socorro.
Pero, con vientos sostenidos de unos 150 kilómetros por hora, esta tarea no fue sencilla, y las autoridades pidieron a unos 150 de los afectados que aguantasen como pudiesen pues las condiciones impedían su rescate.
El gobernador de Carolina del Norte dijo que teme que comunidades enteras puedan ser barridas por el agua de un huracán que está «causando estragos».
Por ello, las autoridades federales instaron a aquellos que no obedecieron las órdenes de evacuación y que afectaban a más de un millón de personas que se mantengan a cubierto hasta que pase el ciclón dentro de dos días.
Y es que las previsiones apuntan a que Florence seguirá dejando agua en Carolina del Norte y el vecino estado de Carolina del Sur hasta el próximo domingo, cuando, ya degradado a tormenta tropical, vire hacia el norte y se desplace a Tennessee y Kentucky.
El presidente Donald Trump tiene previsto visitar la zona afectada la próxima semana, según la portavoz de la Casa Blanca Sarah Sanders.