ALFREDO PADILLA, DIRECTOR GENERAL de la Asociación de Trabajadores, Emprendedores y Microempresarios (Atraem), denunció que la toma de los mercados municipales del país que el Gobierno ordenó hace poco más de tres meses, perjudica a más de siete millones de trabajadores de la economía informal.
Padilla señala que estos trabajadores independientes, autónomos y que trabajan a su propio riesgo, no gozan de seguridad social, a pesar de lo que contempla la Constitución.
Por eso, en la medida en la que la economía no funcione y se mantenga la crisis, afecta a mayor escala a quienes trabajan por su cuenta. “Por lo que hoy el panorama para ellos hoy en Venezuela es muy malo”.
El secretario nacional de la Atraem, presente en doce estados del país explicó que la economía es un ecosistema y la gente que trabaja por su cuenta, como en peluquería, construcción, repostería, mecánica, trabajos artesanales, vendedores de frutas, verduras y demás, así como los expendedores de los mercados municipales con diversos rubros, por lo general son personas que se surten y adquieren compromisos con algún proveedor, de la industria manufacturera o empresas de servicio.
No obstante, el gobierno toma medidas sumamente drásticas contra ellos, al entregar la administración de los mercados a militares, supuestamente para acabar con la corrupción y el bachaqueo.
Esto lo hizo de manera sorpresiva y abusiva, sin que los alcaldes protestaran, y les ordenó la intervención de todos los mercados del país, comentó Padilla, quien insiste en que esta toma de los mercados es una violación a la Constitución, la cual establece que la economía local y los mercados son competencia de los concejos municipales a través de ordenanzas de las alcaldías.
Los mercados normalmente se deben regir por organizaciones que los propios concesionarios eligen, lo que se conoce como la autogestión. Se vota por una junta directiva, la que responde por todos los gastos comunes, vigila el mantenimiento del mercado y rinde cuentas a los concesionarios.
“Ahora con esta medida los trabajadores carecen de libertad asociativa y son los militares quienes mandan, en lugar de estar pendientes de las fronteras y de la Guayana Esequiba”, criticó.
Además, el gremialista advierte que es un pretexto decir, que el último eslabón de la cadena, y quien compra el producto final, es el culpable de lo que está pasando.
“Todo lo que escasea se consigue en el mercado negro y con un precio mucho mayor. Eso es un déficit que se viene arrastrando desde hace mucho tiempo, y que sigue creciendo en la medida en la que aumenta la población”, apuntó.
Para Alfredo Padilla, el bachaqueo es solo una consecuencia de una economía controlada e improductiva. Y cuando el gobierno se dedica a controlar la venta de dólares, éstos bachaqueados se venden a sobreprecio y mucho más.
Bachaqueo son todas las intermediaciones que el sistema de distribución de alimentos del gobierno se lo reserva para sí, cuando un camión se desvía, en lugar de distribuir el producto a donde se le ordenó, y no es quien está en la puerta del mercado vendiendo escondido y que además está pagando una vacuna.
Intimidación militar
Nadie que esté en la calle vendiendo un producto de esa naturaleza lo está haciendo sin pagarle a un funcionario o un colectivo para que le dé permiso de hacerlo, aseguró.
Padilla condena que el hecho de que sean militares quienes administren los mercados populares, pues lo que ha creado es intimidación, más no ha acabado con la corrupción, y en el caso por ejemplo de los mercados de Caracas están en manos de militares desde hace tiempo. “Y los militares no resuelven nada”.
Lo que resuelve los problemas de la economía es que haya abundancia de productos, hacer compras comparativas, que permita que fluya la oferta y la demanda o diversidad de opciones para comprar, sopesó.
Alfredo Padilla piensa que la economía roja lo que produce es mercado negro de todo tipo de rubro. “Porque cómo consiguen las personas las cosas que el gobierno controla, con sobreprecio, porque el control de la economía lo que produce es deformaciones, y es por ello que los comerciantes informales se convierten en las víctimas”.
Más monopolio
Alfredo Padilla manifestó que el pasado 17 de agosto el Gobierno emitió un decreto declarando como monopolio del estado, la recolección de residuos de papel y cartón. Además, prohibió la recolección de productos férreos (chatarra), tampoco se puede revender plástico.
Era gente que hacía de la recolección de desechos una labor ambientalista adicional y que convertía eso en una iniciativa de emprendimiento para vivir de esa actividad, ahora es igualmente controlada por el Estado, lo cual es un delito. Ahora en Venezuela recoger latas se convirtió en un delito, y es el gobierno quien se bautizó como chatarrero, relató.
Hoy el Ejecutivo ejerce control desde los dólares hasta las chatarras, y hay que imaginarse qué economía estamos viviendo; mientras, buscan culpable del fracaso económico a la gente que no puede defenderse, a los trabajadores independientes, por que ejercen por cuenta propia, los desprotegidos, reclamó.
Padilla vaticina que este tipo de medidas no es lo que va a acabar con la economía informal, al contrario, cada día crece el número de personas que trabajan por su cuenta, porque muchas pequeñas y medianas empresas van a cerrar porque no soportarán la carga salarial ni tributaria.
“Sí habrá empresas grandes soportarán la carga económica, pero tendrán que obedecer lo que les diga el gobierno. Me vendes aquí, me vendes allá. Pero las pequeñas micro empresas y medianas tenderán a cerrar sus puertas y así crecerá la informalidad”, especificó.
Mesas de Trabajo
Actualmente representantes de la Atraem sostienen mesas de trabajo con el Instituto de Mercados y Almacenes (Inmerca) de la Alcaldía de Caracas y el Mercado Mayor de Choche.
“Aquí lo que se plantea es que les permitan la autogestión de sus respectivos mercados, en donde sean ellos quienes elijan sus propias autoridades, que les respeten su derecho de propiedad de su concesión, lo cual hoy en día se encuentra vulnerado”, recalcó Alfredo Padilla.
