La locuacidad del presidente boliviano Evo Morales amenaza con convertir una visita papal en una confrontación internacional, lo cual pudiera condicionar la decisión del Vaticano sobre un viaje del papa Francisco a Suramérica.
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La agenda internacional de Francisco en el año 2015 incluye una visita a Filadelfia, EEUU, a finales del mes de septiembre. Se especula sobre posibles traslados del Papa a Washington y New York, e incluso se asoma la posibilidad de que pronuncie un discurso a la Asamblea General de la ONU. La siempre reservada diplomacia vaticana está trabajando en esos planes. Pero en lo tocante a Latinoamérica, la eventual presencia de Francisco durante los venideros meses de octubre o noviembre se habría transformado en un dolor de cabeza para el Vaticano. A finales del mes de diciembre pasado, en conversación con el periodista argentino Andrés Beltramo Alvarez para el diario italiano La Stampa, el jesuita Federico Lombardi, veterano vocero vaticano, se refirió a las probables visitas de Francisco a Latinoamérica: “sólo sabemos que el Papa tiene decidido hacer un viaje a tres países de América Latina. Sabemos también que el presidente Morales dice que Bolivia es uno de esos. Nada más”. La mención a Morales no dejaba de tener un tono de reproche en las palabras de Lombardi ya que el boliviano ha colocado a la Santa Sede en una muy incómoda situación ante el gobierno chileno.
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Morales estuvo en el Vaticano a finales de octubre como invitado especial del Encuentro Mundial de Movimientos Populares, evento que congregó organizaciones de acción social de diverso signo político. Su presencia no fue como “Jefe de Estado” por lo cual no recibió las atenciones ceremoniales correspondientes, pero en la tarde del 28OCT14 el boliviano fue invitado a compartir cena con Francisco, momento cuando conversaron de forma privada. Desde entonces, Morales ha ido revelando a la prensa los supuestos planes del viaje papal que incluiría a Bolivia, Ecuador y Paraguay. Según Morales, el Papa habría insistido en visitar La Paz pese a su altitud. Hasta aquí se trataría de una indelicada pero pasable filtración por parte de Morales en un afán de mostrar su proximidad con Francisco. Pero el presidente boliviano está utilizando el probable viaje papal como parte de su campaña contra Chile a propósito del reclamo territorial boliviano. Morales afirmó el 04ENE15 que el Papa le habría solicitado información sobre la demanda presentada por Bolivia contra Chile en la Corte de La Haya, insinuando que el Vaticano podría actuar como mediador en el reclamo boliviano por una salida al mar. La reacción del gobierno de la socialista Michelle Bachelet ha sido categórica. Su canciller, Heraldo Muñoz, afirmó el 05ENE15 que “Chile no aceptará mediación alguna en un tema que es absolutamente bilateral” (…) «me llama poderosamente la atención lo informado por el Presidente boliviano, porque todos conocemos que la diplomacia vaticana es altamente competente y muy seria, y ellos tienen sus medios para obtener información»(…)»será la Santa Sede la que tendrá que decir si es que el Santo Padre le ha pedido alguna información al Presidente boliviano». La gira suramericana 2015 del Papa podría posponerse ante la potencial crisis provocada por Morales.
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En enero del 2014, bajo la presidencia de Raúl Castro, se realizó en La Habana la II Cumbre de mandatarios de Celac. En esa ocasión, en respuesta al pedido de China, acordaron establecer un mecanismo permanente de comunicación entre ese país y el grupo de gobiernos americanos que excluye a EEUU y Canadá. La decisión fue confirmada en julio cuando el presidente chino Xi Jinping visitó Brasilia. En su estrategia para incrementar presencia política y económica en Latinoamérica, Jinpin logró congregar los días 08-09ENE15 en Pekín un “Foro Ministerial” con enviados de prácticamente todos los gobiernos de la Celac, incluyendo a Paraguay, país que no mantiene relaciones diplomáticas con China.
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El avance de China sobre Latinoamérica, hasta ahora de forma bilateral, adquiere ahora una nueva dimensión. En Pekín fueron aprobados tres documentos: uno de carácter fundacional con una declaración política; un documento normando el funcionamiento del mecanismo y un tercero que reuniría un listado de proyectos de interés para los diversos países latinoamericanos y que contarían con financiamiento del gobierno chino por hasta US$ 250.000 millones en un plazo de diez años. Los gobiernos de la región se muestran golosos ante la oferta china y ya Chile se ofreció como sede para el próximo foro Celac-China que debería ocurrir en 2018.
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La representación oficial de los países de la Celac al evento de Pekín estaba limitada al llamado Cuarteto más los cancilleres de los restantes países. El Cuarteto está integrado por el actual presidente protempore de Celac Luis Guillermo Solís de Costa Rica; su antecesor Raúl Castro de Cuba y; su sucesor Rafael Correa de Ecuador, más un jefe de Estado del Caribe que en este caso recayó en el primer ministro de Bahamas Perry Gladstone. Raúl Castro no asistió al evento y no envió al Primer Vicepresidente o al Canciller, dejando la representación en manos del ministro del Comercio Exterior, Rodrigo Malmierca y del vicecanciller Abelardo Moreno. Mientras Castro se abstenía de asistir a este evento de importancia geopolítica para sus amigos chinos, Nicolás Maduro, quien no estaba formalmente incluido en la lista de representantes por Celac, se hizo presente en Pekín como parte de su periplo en procura de oxígeno financiero.
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El más reciente periplo de Nicolás Maduro que comenzó el lunes 05ENE14 fue presentado por su aparato propagandístico como una gira que incluiría a Rusia, China, Irán y alguno países petroleros no identificados. Maduro, su esposa, hijo y numerosa delegación se desplazó a bordo del avión de fabricación rusa IL-96-300 matrícula CU-T1250 de Cubana de Aviación. La nave en versión comercial tiene capacidad para 232 pasajeros, aunque este aparato posee una configuración VIP. Se trata del mismo avión utilizado por Raúl Castro, Hugo Chávez y ahora Nicolás Maduro para sus viajes trasatlánticos. Contrario a lo anticipado por los medios oficiales venezolanos, la estadía de Maduro en Rusia se limitó a una escala de servicio. En el aeropuerto de Moscú, Maduro, su esposa y los ministros que le acompañaban, incluyendo al Ministro de la Defensa general Vladimir Padrino López, fueron recibidos y acompañados por Sergey Alexeevich Ryabkov, vicecanciller ruso, en lo que se calificó como un acto de cortesía y no la realización de alguna negociación financiera como lo insinuó Maduro.
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El propósito de la visita de Maduro a China tenía tres objetivos centrales. El principal de ellos era continuar las negociaciones iniciadas en diciembre pasado con la banca china para obtener una línea de financiamiento líquido estimada en US$ 15.000 millones y sobre el cual no se produjo avances significativos. Maduro, Nelson Merentes presidente del Banco Central y el Ministro de Finanzas Rodolfo Marco Torres, sostuvieron encuentros con el estatal Banco Popular de China y con el China Citic Bank. Una fotografía distribuida por agencias oficiales dejaba ver el encuentro de Merentes y Torres con funcionarios medios del Banco Popular chino en un opulento salón donde resaltaba el desgano en los rostros de chinos que apuntaban en sus agendas los pedidos venezolanos. La posibilidad de Maduro obtener recursos frescos chinos, para cubrir sus gastos corrientes y para pago de deuda de corto plazo, no pareciera muy alta según diversas fuentes. Ante la caída de los ingresos petroleros y las dificultades que atraviesa Rusia su otro socio estratégico, China aparecía como el único tío rico al cual acudir.
Maduro llegó también a China para ofrecer su “modelo” de desarrollo, copia del adelantado por el gobierno cubano, basado en la creación de zonas económicas con regímenes impositivos, laborales y arancelarios especiales. Luego del año nuevo chino, el gobierno confía que empresarios chinos llegarán a Venezuela para conocer las ventajas que Maduro les ofrece para asentarse. Finalmente, Maduro viajó para acordar nuevos negocios entre el gobierno venezolano y China como la compra de miles de automóviles, la construcción de edificaciones educativas y la adquisición de varios millones de teléfonos celulares.
Llamó la atención que el Ministro de la Defensa venezolano no fuera objeto de un programa de visita por parte de sus pares chinos. Oficialmente, además de acompañar a Maduro en sus citas con empresarios y funcionarios chinos, el general Padrino López sólo mantuvo una reunión particular, con funcionarios civiles de la Comisión estatal de producción, innovación, ciencia y tecnología.
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Los cuatro mandatarios presentes en Pekín para la reunión Celac-China fueron alojados en el Diaoyutai State Guesthouse, un suntuoso complejo de dieciocho villas utilizado por el gobierno chino para recibir invitados extranjeros. Un reportaje de la Presidencia de Ecuador permitió conocer que Rafael Correa y su comitiva fue alojada en la Villa 3. Una infidencia vía Twitter de la jefe de prensa de la Presidencia de Venezuela, Teresa Maniglia, sirvió para determinar que el gobierno chino le asignó a Maduro la Villa 11 de menor tamaño y facilidades que la entregada al ecuatoriano. Según los datos de la administración del complejo Diaoyutai, la suite presidencial de la villa que alojó a Correa cuenta con 200 metros cuadrados de área, mientras la suite que cobijó a Maduro y su esposa “sólo” mide 152 metros cuadrados. Imágenes divulgadas por la televisión oficial venezolana mostraron a Maduro y su séquito el 06ENE15 abandonando la Villa 11 para una paseo por los extensos jardines del Diaoyutai que incluyen un lago.
Detalles de la Villa No.3 en el Diaoyutai State Guesthouse, lugar donde fue alojado el presidente de Ecuador, Rafael Correa, durante su estadía en Pekín desde el 05 hasta el 08ENE15.
Detalles de la Villa No.11 en el Diaoyutai State Guesthouse, donde permaneció alojado el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, en Pekín desde el 06 hasta el 09ENE15
Edgar C. Otálvora
