ALTO

LAS DOS DICTADURAS:

Hoy mas unidas que nunca para vencer con una derrota política y “económica” a los Estados Unidos, la UE, la OEA y el grupo de Lima. Jugando a la infantil “seguidilla” se han copiado todas las acciones, movimientos, apariciones y hasta discursos de Juan Guaidó y los opositores. Desde quitarle a Maduro la corbata y volvérsela a poner, desde inventar otro concierto chimbo en este lado de la frontera con los muy conocidos artistas (tarifados rojos que llevan 20 años disfrutando de las mi€l€$ del poder con cuentas en España, Andorra, el Caribe y Rusia) que además usan aviones oficiales “prestados” al lado de las grandes figuras globales que se darán cita al otro lado de la línea divisoria. El invento de llevar “Cajas Clap” a Colombia (¿muy conocidas por Piedad, Saab y Pulido?) contrasta con la aseveración de Freddy Bernal de que en las cajas de ayuda humanitaria vienen “productos que son peor de los contienen las CLAP”. Por cierto, me dicen que estas “CLAP para Cúcuta” llevarán productos de calidad, muy diferentes a los “podridos comprobados” que han recibido los pobres venezolanos a lo largo y ancho de las entregas mensuales o quincenales y que han valido quejas y manifestaciones por doquier. (“No podemos permitir que en Colombia vean lo que reparten en Venezuela los mil millonarios amigos de Piedad”). En fin, es una demostración de que Guaidó les esta llevando no solo la delantera sino que les esta marcando la agenda pública. Maduro dio pena ajena, de nuevo, con sus respuestas al periodista de la AP Ian Phillps. Otra entrevista buscada por William Castillo (el inefable botado por Chávez en cadena nacional por corrupción cuando estaba al frente de TVES acusado por Esteban Trapiello). Una vez mas, tanto como en Salvados y BBC, niega la realidad nacional, dice que su gobierno ha sido exitoso en ganar elecciones y en mantener la paz, aunque por primera vez se confiesa responsable de la debacle de PDVSA al colocar allí gente corrupta – que ya están presos- y no preparada que bajaron la producción enormemente”. Con Cuba a su lado, el dependiente de la isla uno y el intendente de esta el otro, Raúl Castro, se han esforzado en infligir una derrota a la coalición que busca entrar la ayuda humanitaria que es limitada pues es solo para los mas vulnerables en temas de medicamentos, para pacientes de alto riesgo, y de alimentación especial para niños que se están muriendo a diario. Crear en el pueblo una expectativa mayor ha sido el plan cubano-criollo para lograr el desaliento de las fuerzas democráticas. Maduro señalaba a la Associated Press que el desempleo está cerca del 6%; que su gobierno garantiza la estabilidad laboral y el salario digno; que la hiperinflación es por la guerra de Trump; que cada dos meses aumenta el salario para proteger a los débiles; que el precio del dólar se sigue fijando en Colombia y Miami: que cada mes desde los EE.UU. se ataca el sistema de fijación de precios; que el reto mas grande que tiene es el de mantener ese sistema y el sistema de cambio. Insiste que en “el pueblo ya hay una conciencia de la persecución financiera y económica”. Una de sus mas grandes farsas fue insistir que desde la Casa Blanca se ejerce presión a los barcos que traen medicinas o alimentos para que no lleguen a nuestras costas. Su éxtasis declarativo fue cuando anunció que Trump ha detenido la compra de alimentos y materias primas tanto como de trigo y maíz. Con el pasar de los días Cuba aumenta su presión a Nicolás pues saben que de tener éxito el operativo venezolano los próximos en la lista son ellos. Considero que la respuesta mas relevante ofrecida al colega de AP Ian Phillips fue la referente al fracaso de su gestión. Cuando seguía insistiendo en culpar a las sanciones estadounidenses por esa debacle, Phillips le recuerda que el deterioro acelerado del país viene mucho antes de las sanciones, desde que Chávez dejó el poder en sus manos. ¿No te responsabilizas políticamente, económicamente por la situación actual o te arrepientes? ¿Habrías hecho algunas cosas de manera diferente?: “Me lamento mucho y tengo toda la responsabilidad de las cosas que no funcionan en el país. Tengo la máxima responsabilidad por ser el presidente de la República, tengo la máxima responsabilidad del declive de PDVSA, la industria petrolera. Es mi responsabilidad. He tomado, como ustedes saben, en los últimos meses algunas medidas radicales de apresar a directivos de PDVSA, de cazarlos a través de la justicia, de castigar a alguno, pero sin lugar a duda la recuperación de PDVSA ha costado esfuerzo, tiempo, y ahora se dificulta aún más por las medidas de persecución y de bloqueo del gobierno de los Estados Unidos. Es mi responsabilidad, así es lo asumo plenamente, haber colocado gente que violó la confianza y que hundió a la empresa. Ahora también, es mi responsabilidad de no haber iniciado una política de recuperación acelerada del proceso productivo nacional, no haberlo logrado porque las políticas se han echado a andar, pero muchas veces no llevan la velocidad a la necesidad de los cambios que necesita el país. Es verdad que hemos avanzado en lo que es la protección social. Nosotros protegemos 6 millones de familias, el 80 por ciento de las familias venezolanas, 6 millones, le llevamos el mercado a su casa, le vendemos un mercado subsidiado a los 6 millones. En algunos casos, dos veces por mes. Es un sistema de protección, y esas 6 millones de familias las protegemos con bonos especiales, llamados hogares de la patria, la familia y con bonos extraordinarios protegemos el alimento, el ingreso. Pero bueno, eso ha servido como paliativo. No ha sido la solución definitiva. Yo espero, asumiendo mi responsabilidad por los errores que se han cometido, por las deficiencias que hay, espero que, con el programa de recuperación económica, crecimiento y prosperidad el 2019 sea un año de despegue verdadero de aceleración de la recuperación económica propia”.  De nuevo el viejo refrán “a confesión de parte relevo de pruebas” se confirma una vez más …