La 11ª edición del Informe anual de World Heritage Watch (WHW) correspondiente al año 2025 arrojó que Canaima, territorio reconocido como Patrimonio de la Humanidad por su singularidad ecológica, enfrenta actualmente viejas amenazas como la minería ilegal y la deforestación, a lo que recientemente se le suma una nueva amenaza “más insidiosa e invisible”, como lo es las especies invasoras introducidas a través del “turismo irresponsable” que ponen en riesgo la biodiversidad única de este parque nacional.
El informe sobre la situación en Canaima fue elaborado por SOSOrinoco, organización que denuncia permanentemente el impacto ambiental en la zona.
El estudio global de Le Saout et al. (2013) ubicó a Canaima entre los tres sitios más irremplazables del mundo, destacando su importancia crítica para la conservación de especies. A pesar de ello, las amenazas anteriormente descritas están acelerando su degradación.
A continuación, las cuatro claves para entender las amenazas que enfrenta Canaima y la urgencia de proteger este ecosistema antes de que su deterioro sea irreversible.
Turismo
Según el informe, en 2024 hubo un aumento en comparación con años anteriores, pero sigue lejos de los niveles de 2011-2013 cuando se recibían 20. 000 turistas por temporada.
El reporte precisa que en la principal atracción de la Gran Sabana (el monte Roraima) en las últimas temporadas se excede el límite no oficial de 50 personas en la cumbre establecido por Inparques en acuerdo con las comunidades indígenas locales, lo que refleja, según denuncian, “la falta de aplicación de la ley por parte de Inparques y los incentivos económicos que llevan a las comunidades Pemón a ignorar el límite”.
En lo que respecta al turismo en torno al Salto Ángel aerolíneas comerciales operan hasta tres vuelos diarios en termporada alta para el turismo masivo, lo que genera riesgos ecológicos y contribuyendo a la aceleración del declive ambiental.
“Los turistas nacionales con alto poder adquisitivo dominan el mercado, a menudo realizando excursiones fluviales
al Salto Ángel. Además, helicópteros privados realizan hasta ocho vuelos diarios sobre el Salto Ángel y e Auyantepui, incluidos aterrizajes en la cumbre. Estos aterrizajes plantean riesgos ecológicos, incluida la introducción de especies invasoras”, advierten.
Otra preocupación creciente del informe de SOSOrinoco es el creciente numero de turistas de Kamarata que escalan el Auyantepui, un impacto medioambiental que sigue sin evaluarse.
En este apartado se denuncia un “gestión ineficiente de Inparques”, quien tiene, según el informe, “una presencia mínima en la zona, y los guardaparques recién nombrados parecen limitarse a la recaudación de cuotas de visitantes”.
Especies exóticas invasoras
El informe señaló que la proliferación de especies invasoras, la cual ha aumentado en los últimos 10 años, representa una amenaza grave para la biodiversidad en áreas protegidas, ya que pueden llevar a la extinción de especies autóctonas y alterar los ecosistemas de manera irreversible.
La proliferación de las especies invasoras es más común “sobre todo cerca de carreteras, pueblos, lugares turísticos y centros administrativos, así como en las cumbres de los tepuyes” . Resaltan que las especies exóticas, potencial o realmente invasoras, “están asociadas a la presencia humana”.
Advierten que la peligrosidad de estas especies suele ser “subestimada o ignorada” por las autoridades, lo que dificulta la implementación de medidas de control adecuadas para evitar alterar irreversiblemente la riqueza biológica de la región.

Minería
La minería en el Parque Nacional Canaima ha crecido de manera alarmante según SOSOrinoco, y pasó de de 122 hectáreas en 2000 a 1.582 hectáreas en 2023, lo que representa un aumento de más del 1.300%.
Para tener una idea de la expansión de la minería ilegal en Canaima, esos 15.82 kilómetros cuadrados representan una cifra superior a toda la extensión territorial del Municipio Chacao de Caracas, que es de 13,5 kilómetros cuadrados.
“En total, se han identificado 129emplazamientos mineros, sin contar las balsas de dragado. Además, 24 nuevas explotaciones mineras se han establecido en la zona de amortiguamiento, afectando cuerpos de agua y ecosistemas frágiles como los pantanos de palma moriche”, se lee en el informe.
Uno de los hallazgos más preocupantes es la detección de una nueva mina cerca de Troncal 10, en dirección a Paraitepui, sector Gran Sabana, donde no se había registrado actividad minera previamente.
Este crecimiento descontrolado sigue el patrón de pequeña y mediana minería, característico de la región Santa Elena-Icabarú, con áreas que varían entre 0,4 y 29 hectáreas, asegura el estudio.
Deforestación e incendios forestales
El informe de World Heritage Watch indicó que entre 2000 y 2022 se perdieron al menos 65 hectáreas de bosque por causa de la minería, y solo en 2023 y 2024 se estima una pérdida adicional de 82 hectáreas.
Otra causa de preocupación son los incendios forestales, que entre marzo y mayo de 2024, arrasaron aproximadamente 69.400 hectáreas, convirtiendo a Canaima en una de las áreas protegidas más afectadas por el fuego en el sur del país “sin que se hayan implementado estrategias eficaces de prevención ni control“.
*El periodismo en Venezuela se ejerce en un entorno hostil para la prensa, con decenas de instrumentos jurídicos dispuestos para el castigo de la palabra, especialmente las leyes “contra el odio”, “contra el fascismo” y “contra el bloqueo”. Este contenido está siendo publicado teniendo en consideración las amenazas y límites que, en consecuencia, se han impuesto a la divulgación de informaciones desde dentro del país.